Todo o nada para el Sevilla

Hace un par de semanas, el Sevilla caminaba líder de su grupo de Champions mientras goleaba sin piedad al Dinamo de Zagreb en casa, pero un gol en los minutos finales del Olimpique de Lyon a la Juventus hacían que la visita de la Juventus al Pizjuán fuera a vida o muerte para ellos. Y así fue, pese a que el Sevilla empezó muy fuerte y se adelantó en el marcador, la absurda autoexpulsión de Vázquez (con dos entradas evitables), provocaron que el Sevilla diese un paso atrás y se resguardara consciente de lo mucho que se jugaba.

Pero un penalti infantil de Mercado en el descuento del primer tiempo hizo que el partido se le fuese a hacer muy largo a un Sevilla que pese al gol en la segunda parte controló perfectamente el partido, incluso hizo gala de un físico envidiable para aguantar ante toda una Juve (sin Dybala e Higuaín todo hay que decirlo) que realizó un partido muy flojo pero que como casi siempre acabó ganando en los minutos finales, cuando más duele y cuando menos peligro parecía tener el equipo bianconero.

Y la derrota deja a los hispalenses en la situación de jugarse el todo por el todo en el Parc Olympique Lyonnais, frente a un Lyon que al comienzo de la anterior jornada daba todo por perdido y ahora depende de sí mismo para clasificarse. Sampaoli fue expulsado además sabedor de la importancia de puntuar frente a la Juventus (el empate le hubiese clasificado directamente) no pudo contener la rabia y la frustración. Ahora sólo queda remangarse y esperar que con la vuelta de Nasri al equipo traiga la clasificación bajo el brazo.

La Champions para curarse

Tras la mala jornada liguera para atléticos y culés les llega la oportunidad de redimirse en la máxima competición internacional. El Atlético recibe al PSV tras su varapalo en el derbi liguero donde cayó con muy malas sensaciones contra el Madrid, dejando la imagen del equipo muy dañada tras los enfados de Koke y Gabi durante los 90 minutos. Pero en Champions de momento sólo conocen la victoria y quieren ganar hoy para ir más tranquilos al Allianz Arena y poder acabar primeros de grupo, que le garantizaría la vuelta de octavos en su campo.

Por su parte el Barcelona llega con dudas tras el empate a cero frente al Málaga tras la baja de última hora de Messi. La sensación que dejó el equipo es que no hay mucho fondo de banquillo, y que mejor rival que un débil Celtic para pagar los platos rotos del fin de semana. Messi sigue siendo el pichichi de la fase de grupos con siete goles y quiere seguir recortando distancias a un Cristiano Ronaldo que le saca ahora mismo cinco goles en la clasificación histórica del torneo.

Atlético y Barcelona deben despejar todas las dudas generadas el fin de semana y asegurarse en el caso del Barcelona la clasificación matemática (el Atlético ya la ha conseguido). Ambos deben reconducir el rumbo para intentar recortar puntos respecto al Madrid líder de la liga y que mejor manera que empezar con una victoria que aleje los fantasmas de crisis en unas entidades que no han comenzado el campeonato como se esperaba de ellos, en especial el Atlético que ya se encuentra a nueve puntos de la cabeza de la tabla.

Harden se dimensiona

La posición que siempre le ha fallado en los últimos años para dar el salto cualitativo a los Houston Rockets era la de base, lo intentaron con Lin, y más tarde fracasaron al intentar reconducir la carrera de Lawson, y resulta que el año que han desmantelado todo el proyecto que tenían dejando marchar a Howard a Atlanta, han encontrado a su mejor base en años, James Harden.

La barba está haciendo un inicio de campaña descomunal, ya acumula más de seis partidos con catorce o más asistencias (más del doble de toda la liga junta), sin bajar sus registros anotadores estratosféricos. La nueva versión de Harden es un jugador mucho más implicado en la creación, y con una visión del juego que no se había visto hasta ahora, justo cuando se había dado por perdida esa posición en el equipo de Texas.

Los Rockets ya no son ese proyecto dominador del oeste que eran hace un par de temporadas, la carrera de Howard allí fue más que decepcionante, y eso ha provocado un paso atrás en una plantilla que no hace mucho se codeaba contra los Warriors en las finales de conferencia Oeste. Harden que el año pasado había bajado un poco su rendimiento, se ha reconvertido en un base anotador pero sobre todo pasador, que se ha colocado en lo más alto de la lista de asistencias por noche de la temporada. La defensa sigue siendo su gran agujero negro, pero esta nueva dimensión de Harden lo convierte en un arma ofensiva imparable.

El gran día de Suso

El Milán poco a poco se va recuperando de sus malos años que lo han llevado a estar tres temporadas consecutivas sin disputar la Champions League, algo impensable para un club de su dimensión e importancia en el torneo (es el segundo club con más títulos en sus vitrinas). Se nutre de jóvenes con mucho talento (Donnarumma, Locatelli…) y mucha entrega en cada partido, lo que les ha llevado a estrar segundos y haber ganado ya a la Juventus este año en liga.

Así llegaban al derbi de la madoninna ante el Inter, un partido especial para ambas aficiones y que siempre trae consigo tensión polémica y goles. Y en ese partido destacó después de mucho tiempo la figura de un futbolista español, Suso, que consiguió además los dos goles que anotaron los rosonneri en el partido. Es mucha noticia ya que desde los tiempos de Luis Suárez ningún jugador español anotaba un gol en estos derbis, lo que dice mucho del mérito del jóven extremo.

La temporada de Suso está siendo brillante, y después de alguna cesión infructuosa para el jugador parece que se ha asentado ya por fin en la escuadra milanista, y con un rol de titular indiscutible (se llevó una cerrada ovación cuando fue sustituido). Montella ha sacado la mejor versión del jugador español dándole libertad en la banda pero sin que descuide las labores de ayuda defensiva a su lateral (muy del juego del calcio), convirtiéndole en uno de los favoritos de la grada de San Siro.

Así llega el Atlético al derbi

Urgencia, mucha urgencia tiene el Atlético en el derbi del sábado, ya que no puede permitirse perder puntos respecto a un Real Madrid que es el líder de la competición y llega a seis puntos de los del Cholo. Los rojiblancos que empezaron líderes después del anterior parón internacional, tiraron todo el trabajo por la borda tras dos derrotas a domicilio consecutivas en las que la imagen del equipo fue muy distinta de la que nos tenía acostumbrados en las últimas jornadas.

Griezmann dio el gran suso esta semana con su golpe en el partido de la selección francesa que no será impedimento para que el gallo esté en el once de Simeone, que medita si jugar con el trivote incluyendo a Saúl (sería la opción más lógica), o volver al 4-2-4 con Correa en banda para dar más verticalidad y dominio a los suyos. Pero tras los últimos fallos del argentino parece claro que será más conservador y utilizará la misma fórmula que lleva usando para estar tres años consecutivo invicto en liga frente a los vecinos.

Las casas de apuestas dan favoritos a los rojiblancos (por poco eso si), lo que habla muy bien del trabajo que lleva haciendo el Atlético los últimos años, pero en el Claderón son conscientes de que el partido se trata de una final y de que es frente al rival más difícil y en el último partido en su estadio, por lo que la mezcla de sentimientos y urgencias puede llegar a ser contraproducente para un equipo que siempre que se ha enfrentado a este tipo de retos en partidos importantes ha sabido salir airoso, veremos si el sábado se cumplen cuatro años de sequía blanca a orillas del manzanares, o se descarta casi definitivamente a un aspirante al título.

Así llega el Madrid al derbi

El Real Madrid afronta este sábado un derbi en el que puede dejar casi hundido a su vecino en la lucha por el título. Pero deberá hacerlo con un equipo en cuadros debido a las importantes bajas con las que cuenta, sobre todo en el centro del campo. Ni Kroos ni Casemiro (que desde su lesión el equipo ha encajado en todos los partidos salvo el último ante el Leganés) podrán estar en el Calderón lo que hace que Zidane tenga que confiar su labor a Kovacic, que también volvió tocado de su participación con Croacia, y previsiblemente a Isco, que vuelve con confianza tras su gol a Inglaterra en Wembley en el descuento.

En defensa Pepe también está descartado y Ramos vuelve al equipo tras más de un mes lesionado, por lo que su estado será una gran incógnita, aunque su participación en estos partidos siempre sea fundamental para su equipo. Y por si esto fuese poco hay que contar en la lista de bajas a Morata también, que tiene una rotura fibrilar que le hará apartarse de los terrenos un mes mínimo, dejando el papel de revulsivo del equipo a Lucas Vázquez, quitando a su vez un problema a Zidane sobre a qué delantero debía alinear ante el Atlético.

Con todo el Madrid llega líder, sin haber perdido un partido desde que el Atlético le derrotara en el Bernabéu la temporada pasada, y pese a que están jugando un fútbol muy pobre, todos son conscientes de lo peligroso que es un Real Madrid jugando mal. Pero la vuelta a la liga tras los parones internacionales siempre han traído algún disgusto para el equipo blanco, que tratará además de poner fin a la racha de tres años consecutivos sin ganar al Atlético en liga. Y que mejor escenario para hacerlo que en el último derbi liguero del Calderón.

Atrás no hay relevo

El partido de ayer de la selección dejó un sabor raro tras los noventa minutos. Una primera parte para el olvido donde no salió nada, y nos vimos ahogados por la alta presión inglesa, y una segunda parte en la que pese a encajar un gol absurdo en el segundo minuto de juego nos repusimos para empatar con dos goles en los minutos finales gracias a la frescura que aportó con su entrada Aspas (autor de un golazo espectacular), y al criterio que puso Koke con su entrada también. Poco a poco la transición con Lopetegui se va consiguiendo pero queda un lunar que hay que poner rápida solución y es el relevo en los centrales.

Con Sergio Ramos y Piqué (que estuvo presente en la grada) lesionados, no hay a día de hoy relevos de garantías, Nacho es un jugador cumplidor y como recambio en el banquillo vale, pero el caso sangrante es el de Íñigo Martínez, al donostiarra le viene grande esta camiseta y hace tiempo que dejo de ser la promesa que parecía para ser simplemente un central correcto. Ayer se le vió desbordado y en el gol de Vardy se vió que está muy perdido. Quedaría Javi Martínez que puede cumplir, pero sigue siendo un parche temporal. Habrá que confiar en el jóven Vallejo para que nos de unas garantías en la zaga de la roja de aquí a poco tiempo, ya que Piqué ha afirmado que el de Rusia será su última participación con España y Ramos ya cuenta con 31 años. No sería mala idea también tantear la opción de los hermanos Hernández del Atlético que podrían participar tanto con Francia como con España siendo dos de los mejores defensas jóvenes de la actualidad (Lucas para mi gusto el mejor a día de hoy).

Pese a todo conseguimos empatar un partido que se daba por perdido (en el minuto 88 íbamos 2-0 perdiendo) y sacamos carácter y acorralamos a una Inglaterra que sigue sin rendir bien ante los grandes. Los cambios de Lopetegui en la segunda parte dieron dinamismo y aportaron la frescura de ideas que faltó en la primera. El rendimiento de Busquets comienza a ser preocupante pero la aportación de Ander Herrera da tranquilidad para poder dar descanso al del Barcelona. Poco a poco va cogiendo forma esta nueva roja que a mí me ilusiona mucho, es el momento de los Koke, Thiago, Isco que tan buen rendimiento dieron ganando títulos con la sub 21 con Lopetegui al mando.

Peligra la carrera de Jesé

Canal + Francia está realizando un documental sobre el misterio de la no participación de Jesé en el PSG. Deseo expreso de Emery cuando llegó no ha contado con los minutos que buscaba tras su salida del Real Madrid. Comenzó como un tiro pero una inoportuna apendicitis lo apartó del equipo, y una airada discusión con el técnico vasco tras una sustitución lo ha condenado al ostracismo. Ya no participa ni en las convocatorias y pese a que Unai asegura que todo va bien, las sensaciones son muy malas para el canario.

Desde que se lesionara hace tres años cuando ofrecía su mejor versión, esa en la que era un jugador rápido, desequilibrante, potente y con gol, la carrera de Jesé no se ha relanzado, aguantó en el Madrid para seguir su recuperación y seguir entrenando con los mejores, pero este verano decidió probar que podía ser titular en un equipo grande de Europa y aceptó sin miramientos la llamada de Emery para el PSG. Todo indicaba que contaría con minutos y podría por fin ser el jugador que todos esperábamos de él cuando era la mayor promesa española del momento.

Pero un cuarto de campeonato después las sensaciones no pueden ser peores para él, sin minutos, sin adaptarse a la vida en París (todavía no ha encontrado casa y sigue viviendo en un hotel), y con la competencia de los Di María, Ben Arfa, Moura y comapañía parece difícil que vuelva a contar con esos minutos que tanto anhela para poder ser un jugador verdaderamente importante y no ser una de tantas promesas estrelladas a la que en su caso sólo se la recuerde por su «dudoso» grupo de música.

Ibaka se venga

Este verano ha sido muy movidito en Oklahoma, la marcha de Durant provocó una pequeña reconstrucción en el roster que acabó con el hispano-congoleño Serge Ibaka en Orlando. La franquicia había apostado varios años antes por el ala pívot cuando tuvieron que elegir la renovación por la restricción salarial entre él o James Harden y parece que no acabó de convencerles, y el agresivo esquema de Donovan de jugar con los dos cincos del equipo a la vez (Kanter y Adams) y que tan buen resultado le dio en los playoffs pasados, dejaba sin hueco al 9 Thunder.
Y llegó el partido de ayer, el primero de Ibaka ante sus ex y el que fuera su público durante nueve campañas, y no desaprovechó la ocasión para demostrarles al jugador que dejaron escapar. Dejó lo mejor de su antiguo repertorio (aportó cuatro tapones) y tuvo un 2/2 en triples para un 11/17 en tiros de campo, dejando claro su evolución desde que aterrizara en la NBA en este aspecto. Pero no contento con esto cerró el partido con una canasta ganadora sobre la bocina que escoció y mucho a los de Oklahoma.
Es cierto que los últimos años de Ibaka en Oklahoma fueron muy pobres, con lesiones que impedían su participación en momentos clave de la temporada, dejando muchas veces a su equipo huérfano en la zona. Su traspaso se entendió debido a que a cambio recibían a un joven Oladipo que se amolda a la perfección a la posición de escolta para ayudar en el peso ofensivo a un Westbrook que se encontraba huérfano en el frontcourt del equipo. Quizás su etapa en Oklahoma se hubiese acabado y el cambio fuese necesario, pero Ibaka quiso dejar claro que si pensaron que ya no podía aportar en el equipo se equivocaron.

La leyenda Sabonis (Parte III)

Así en su primer año en Madrid consiguió la liga para los blancos que hacía seis años ya que se les resistía, pero cayó eliminado en la Final Four. Al sño siguiente sin embargo el Madrid fichó a Joe Arlauckas dando lugar a la mejor pareja interior del equipo blanco de la historia. Juntos conquistaron la ACB otra vez más ese año y al año siguiente conquistaron por fin la tan ansiada por Sabonis Euroliga tras quince años de sequía blanca. Sabas había conseguido para el Madrid lo que no pudo Petrovic y ya sí que estaba preparado para dar el salto a la NBA tras haber conquistado el único título de Europa que le faltaba.

Llegó a la NBA con 31 años, dispuesto a demostrar que el físico no era fundamental para triunfar en la NBA, las expectativas en Portland eran altas ya que llevaban diez años esperando la llegada de Sabas al equipo, y el lituano no defraudó, en su primer año en suelo estadounidense promedió 14,5 puntos y 8,1 rebotes… en 23 minutos, cifras espectaculares por la edad y por el poco tiempo en cancha, y si no hubiese sido por la limitación de minutos probablemente se hubiese llevado el rookie of the year que fue a parar a manos de su compañero de equipo Damon Stoudemire, no estaba nada mal para su primer año.

Su siguiente año fue el mejor a nivel individual, pero Sabonis se vio rodeado en un equipo que rebosaba talento y problemas a partes iguales, se les conocía como los Jail Blazers y el pívot seguía rindiendo pero se sentía fuera de lugar en aquella borágine de posesión de drogas y armas que cada día llenaban los tabloide del periódico local Oregonian. Aún así estuvo muy cerca del anillo en el año 2000 cuando en el séptimo partido frente a los Lakers de Shaq y Kobe a falta de un cuarto desperdiciaron una renta de catorce puntos para acabar sucumbiendo y poniendo punto y final a las aspiraciones blazers del anillo. Sabonis se retiró en 2001 para volver en 2002 al equipo y retirarse en su Kaunas natal estando a un paso de llevarlo a la Final Four que le privó el todopoderoso Maccabi.