Mourinho y su cuento de siempre

Un año más no ha comenzado la Premier League y Mourinho ya ha comenzado a llorar por problemas de fichajes y de calendario. La historia de todos los años se repite, aunque lo curioso es que este año se da antes que nunca, antes incluso de que comience la temporada. El técnico luso, tras ser vapuleado por el Liverpool 1-4 en Portland, comentó en rueda de prensa que había dado una lista de cinco fichajes a los dueños del club y que a su vuelta de vacaciones no había recibido ninguno, y que tampoco ya lo esperaba.

Lo que se olvida Mourinho es de que lleva dos años realizando inversiones titánicas para el primer año entrar en Champions gracias a ganar la Europa League (ya que vías Premier quedó quinto muy alejado de la cuarta plaza) y que el año pasado tras los fichajes millonarios de Lukaku, Lindeloof o Matic, más la incorporación en invierno de Alexis Sánchez a petición expresa de Mourinho, y el técnico fue apeado en los octavos de final de la Champions ante el Sevilla en su propio estadio y en ningún momento llegó a ser rival del Manchester City en la lucha por la Premier League. Un bagaje paupérrimo para la inversión realizada.

Con todo el de Setúbal tiene la desfachatez de insinuar que va a ser incapaz de aspirar a ningún título, que con su plantilla actual (tiene a varios jugadores de vacaciones todavía por el Mundial) no se ve capaz de ganar el primer partido de Premier League ante el Leicester y que todo vuelve a estar en su contra. Como si alguien perdiese un minuto en hacer la vida imposible a un entrenador que lleva años de capa caída, que ya no es el que era y al que parece que pese a renovar su tiempo en el banquillo de Old Trafford no será tan largo como él sospechaba.

Griezmann, el triunfo de lo colectivo

El Mundial de Rusia ha dejado en clara evidencia que el fútbol es un deporte de equipo. No se puede ir a ningún lado con sólo individualidades si no se tiene un bloque compacto que trabaje como uno solo. Así Francia, a la que muchos han criticado durante el Mundial pero que ha dejado en la cuneta a rivales de la talla de Argentina, Uruguay y Bélgica sin necesidad de prolongar los 90 minutos que dura un partido, ha sabido formar un bloque compacto en el qeu sus dos máximas estrellas (Griezmann y Mbappé) han trabajado para y por el equipo como requería su selección.

El Mundial de Antoine Griezmann ha sido una demostración del jugador total que ha moldeado Simeone en el Atlético de Madrid. Un jugador que es el primeo en defender y que no necesita mas que una ocasión para anotar. Su efectividad de goles por disparos realizados es altísima, y su despliegue físico por el campo es enorme. No le tiemblan las piernas si tiene que actuar de lateral cuando su equipo está sufriendo, ni tampoco cuando hay que anotar en una de las escasas aproximaciones al área.

Así ha sido el mejor jugador del equipo campeón de la Europa League (con dos goles y MVP de la Final incluido) y mejor jugador de la selección campeona del mundo (con un gol, dos asistencias y de nuevo MVP de la Final). Nadie tiene un bagaje tan grande como el de Macon que además representa que pese a tener el talento de los mejores se esfuerza como el que más, y ese es el mejor premio que se le puede otorgar a Griezmann.

Luis Enrique y la mano dura

Con Luis Enrique ya como seleccionador de facto de España parece que se avecina un cambio. La reestructuración de la selección parece un hecho con la llegada del asturiano al banquillo al que no debería temblarle el pulso a la hora de tomar decisiones impopulares o a contracorriente de la prensa. Ya en su presentación dio muestras de su estilo, directo, con personalidad y sin ningún problema si tiene que enfrentarse con la prensa en algún momento de su proyecto al frente de la selección.

Luis Enrique no tiene una trayectoria extensa en los banquillos, pero tiene lo que realmente hace falta en la selección que es decisión firme. Es el momento de dar un giro a esta selección y un lavado de cara para que jueguen los que realmente se lo merezcan sin importar el nombre y sobre todo, para recuperar una identidad que en el Mundial de Rusia brilló por su ausencia. El juego de posesión absurda que desarrolló el equipo español, sin capacidad de respuesta desde el banquillo dejó a las claras por dónde debe ir dirigido el cambio de rumbo.

De momento ha comentado que su lista de seguimiento es mayor de setenta nombres, que a partir de ahí comenzará la criba hasta llegar a los 23. Lo mejor para el equipo es que no adquiera ninguno de los vicios de los seleccionadores anteriores y desarrolle para bien o para mal su estilo propio, sin importar las críticas o la opinión del resto. Mucho trabajo por delante, pero con una gran recompensa en el horizonte si se hacen las cosas bien.

Triste final de Kawhi

Ayer se concretó uno de los traspasos del verano en la NBA. Kawhi Leonard, que había comunicado a los Spurs que no iba a aceptar la renovación que le planteaba la plantilla tejana para la próxima campaña en la que tiene opción de jugador de ser agente libre, se iba junto con Danny Green rumbo a Toronoto a cambio de DeMar DeRozan y algunas elecciones del draft del año próximo. Es un movimiento lógico de los Spurs que sacan por Leonard un All Star consagrado y que puede aportar mucho a un equipo que se ha debilitado en los últimos dos años sobremanera. La retirada de Duncan, más la marcha este verano de Parker unido a la salida de Kawhi deja muy mermada a una plantilla que recaerá totalmente sobre los hombros de LaMarcus Aldrige.

Pero lo paradójico no es el traspaso de Kawhi y la mala relación con la que terminan franquicia y jugador, sino que tras un año de lo más extraño (una misteriosa lesión en el cuádriceps le hizo que sólo disputara 9 partidos oficiales) el jugador que no quería ir traspasado a los Raptors ha comentado que podría estar un año sin jugar negándose a ponerse la camiseta de la franquicia canadiense. Algo que dejaría al alero en un muy mal lugar y le haría perder el respeto que se ha labrado durante años en la liga.

Sea como fuere Kawhi era hace dos años junto con LeBron James el jugador más completo y determinante de la liga. Fuel el MVP de aquellas magníficas Finales de 2014 y se suponía la piedra angular del proyecto Spur. Pero la mala gestión de la lesión unido a las desavenencias con la franquicia le han llevado a tomar esta decisión que puede comprometer su futuro en l liga y que puede hacerle perder el ritmo y nivel competitivo que había demostrado. Espero equivocarme, pero me temo que la mejor versión de Kawhi Leonard no volverá a aparecer y sólo veremos algunos fogonazos de la superestrella que fue.

Mas Mbappés y menos Neymars

Neymar JR fue eliminado el viernes por Bélgica y dejó un repertorio de sus peores virtudes durante su último partido de este Mundial de Rusia. Realizó una completa colección de piscinazos, insultos y provocaciones al rival que mostraron su peor cara. Es hacia donde vira el fútbol actual desgraciadamente, hacia niñatos a los que su entorno adula porque son máquinas de ingresar dinero, pero que nadie pone en su sitio a tiempo hasta que es demasiado tarde y se convierten en unos monstruos que son el peor ejemplo posible para los niños que aspiran a ser como aquellos futbolistas que adoran.

El fútbol cada vez es más negocio y menos deporte. Cada vez es más común los futbolistas jóvenes con sueldos desorbitados y claras faltas de disciplina que sus clubes consienten. El talento cada vez se exporta antes y las etapas de formación se van perdiendo. Cada vez los futbolistas son más individualistas y entienden menos el juego. Por eso se agradece la ascensión de fenómenos como Mbappé, jugadores jóvenes sin miedo a escuchar y sin elevar una palabra por encima de otra al ser desplazados a jugar en banda siendo un 9, y que entiende el juego a la perfección a pesar de tener sólo 19 años. Todo lo contrario que la carrera de su compañero de equipo Neymar.

Mbappé representa lo que debe ser el futuro de este deporte, condiciones atléticas y técnicas privilegiadas, un entorno favorable a su desarrollo, y una actitud y una ambición centrada en el fútbol y no en los anuncios y el mundo de la farándula que rodea al deporte y que tanto daño le hace. Neymar además está viendo cómo Mbappé con sus exhibiciones dentro del campo se está posicionando por encima incluso de él. El brasileño que desde que se lesionara no ha cuidad en nada su cuerpo e los meses que pasó recluido en su mansión de Brasil, se le ha visto que no ha llegado bien preparado a este Mundial, todo lo contrario que su disciplinado compañero. Por algo uno todavía sigue con su selección en el torneo y el otro está con sus amigos toys de vacaciones, que le seguirán adulando y convenciendo que es el mejor de la historia cuando a los 26 años que tiene Messi ya había ganado cuatro Balones de Oro y Cristiano llevaba dos. Y él está muy lejos todavía de ganar su primero si es que lo gana alguna vez, porque ya parece más normal que lo gane antes Mbappé que el propio Neymar.