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Divac-Petrovic amistad rota

Cuando se habla de Divac y de Petrovic se habla de probablemente la mejor generación del baloncesto FIBA de la historia, una selección yugoslava que durante la década de los ochenta era prácticamente intratable y dominaba con solvencia los torneos. Dos de sus jugadores más destacados, quizás los más junto con Kukoc, eran Vlade Divac y Drazen Petrovic. Ambos jugadores pese a jugar en equipos distintos, el pívot en el Partizan y el base en la Zibona de Zagreb, entablaron una gran amistad durante todos estos torneos nacionales, hasta el punto de que eran siempre compañeros de habitación. Su marcha juntos com casi pionesros a la NBA en 1989 a Los Ángeles y Portland respectivamente les unió más si cabe ya que se apoyaban el uno en el otro para pasar los malos moemntos de la adaptación a otro baloncesto y a otra cultura. Se dice que las llamadas entre ellos eran constantes a lo largo de esos años.

Todo era felicidad entre ellos estaban consiguiendo su sueño de triunfar en la NBA (los primeros años de Petrovic por falta de oportunidades y minutos no fueron muy buenos) y se presentaba además el Mundial de baloncesto de Argentina de 1990. Allí llegaba la selección de Yugoslavia como máxima favorita y no defraudó ganando en semifinales a los EEUU y en la final a la Unión Soviética (aunque hay que recordar que para este torneo los jugadores Lituanos habían declinado ir entre los que se encontraban un tal Sabonis). Hasta aquí todo normal, pero tras el pitido final comenzó la celebración, Divac y Petrovic se fundieron en un abrazo sincero y en esos momentos un cámara con la bandera croata se les acercó, Divac se dio cuenta y le quitó la bandera arrojándola al suelo en señal de que era una victoria de toda Yugoslavia, no de Croacia, algo que sentó muy mal en el país y peor a su amigo y compañero Petrovic que tras este incidente no volvió a dirigir la palabra.

Tras la disgregación de Yugoslavia en el 92 y la muerte de Petrovic en el 93 su relación era nula y en el funeral del mago de Sibenik un gigantón Divac echó a llorar sincerándose con unas declaraciones llenas de sentimiento «Lo que más me duele es que no he podido decirle adiós. Llevábamos sin hablarnos mucho tiempo, y lo siguiente que escuché fue que había muerto. Era como si yo me muriese a la vez. Ha sido lo peor que me ha sucedido jamás, y ya nunca podré arreglarlo». Un duro testimonio fruto de una guerra absurda que separó a dos de los mejores jugadores europeos de la historia.

El Barcelona sigue con sus problemas

La victoria ayer en el Gamper del Barcelona dejó unas dudas que corroen a Luis Enrique desde que llegó, y es la consistencia defensiva y el nivel de los centrales del conjunto blaugrana. Primero fueron Douglas, Mathieu y Vermaelen en los últimos grandes lucimientos de Zubizarreta como director deportivo que además de haber pagado una millonada (la suma entre el belga y el francés asciende a casi 50 millones) no daban el nivel de un club como el de la capital condal. El año pasado tras haber conquistado el triplete y con la sanción FIFA no hubo grandes movimientos en esa parcela salvo el de un Aleix Vidal que no cuenta para Luis Enrique por problemas internos. Y ya este año y sabiendo que el equipo estaba compensado salvo en el centro de la zaga su apuesta ha sido la del joven francés Umtiti, que no parece que esté a día de hoy y visto lo visto para jugar al máximo nivel. La necesaria renovación de Mascherano ya se anunció, porque la marcha del argentino hubiera supuesto un auténtico agujero negro en el Barcelona.

Otra temporada más y tras varios rumores de centrales de calidad el Barcelona inexplicablemente gasta el dinero en hacer overbooking en el centro del campo y no contrata ni a un central de garantías ni a un cuarto delantero que supla de verdad cualquier contratiempo de la MSN. La labor de Robert Fernández dista mucho de ser la adecuada y ha perdido fichajes que parecían cantados para el club catalán (Pogba, Gabriel Jesús, Marquinhos…). El Barcelona volverá a aspirar a todo este año y junto con el Madrid es el máximo favorito para la orejona, pero su fragilidad defensiva ya dura desde la última y accidentada por las lesiones temporada de Puyol. Es ridículo que un club con un presupuesto y una categoría como el Barcelona sea incapaz de encontrar un jugador que le de esa seguridad y categoría que necesita para no vivir sólo de que sus delanteros batan récords de goles año tras año.

Otra vez Ramos

El partido de anoche fue un clásico partido de mediados de verano en el que se vio a un Sevilla más rodado que pudo con el Madrid hasta que el físico hispalense dijo basta. El proyecto de Sampaoli comienza a tener buena pinta y ya se han visto que el modelo de fútbol que utilizó en Chile es el que se va a ver en el Pizjuán durante esta temporada, intento de recuperar rápido el balón, ser un bloque unido y hacer daño con la posesión. Aún así comenzó perdiendo tras una obra de arte de un Asensio que se ha convertido por derecho propio en el protagonista del verano en el Madrid. Pero supo sobreponerse al golpe y remontar el partido, para aguantar los últimos minutos las embestidas blancas. Y en estas apareció el especialista a balón parado en finales y en los últimos minutos.

Si ya en Lisboa se convirtió con su cabezazo en mito madridista, su gol en la final del mundialito de clubes, más el de la final de la champions de este año y unido al de anoche lo convierten en el experto en finales. Nadie sin ser delantero habrá conseguido ser tan importante en partidos de tal calibre como Sergio Ramos, un jugador que nunca se rinde y que gracias a sus apariciones ha conseguido ya varios títulos de suma importancia para el Madrid. Y para más morbo lo ha hecho esta vez ante el Sevilla de sus amores, con el que mantiene una relación amor-odio con la afición. Con su cabezazo de anoche en el descuento otra vez mandó el partido a la prórroga donde una gran jugada de Dani Carvajal acabó en gol del lateral para dar el título al equipo de Zidane y dejar a un Sevilla con un pobre bagaje de 1 de 5 Supercopas ganadas.

La historia se volvió a repetir, un Madrid con todo perdido rescatado por un cabezazo de Ramos en el descuento para en la prórroga volver a ganar un título. La verdad que los títulos sufridos se saborean más y pese a que el de ayer no es el trofeo más codiciado seguro que todo el madridismo cantó a pleno pulmón un nuevo milagro de su capitán.

Marvin Barnes talento desperdiciado

La historia de Marvin Barnes es la de un jugador que por condiciones y calidad apuntaba a lo más alto pero que por su mala cabeza, una dura infancia y sus malas elecciones de compañía llevaron a quedarse por el camino. Ya desde pequeño tuvo que soportar las contínuas palizas de su padre alcohólico a él y a su madre, hasta que según sus propias palabras «Un día me harte de sus golpes y de sus abusos. Lo recuerdo perfectamente. Cumplí los 16 años, así que cogí mi arma calibre 22 y le apunté a la cabeza, sin vacilar. Le dije no me vas a pegar más. Tú tienes tú arma, y yo tengo la mía, así que ahora estamos empatados, viejo». Bajo este ambiente familiar fue destacando en el high school de su Providence natal y por falta de recursos acabó en la universidad de Providence también donde destacó tanto por sus números en la cancha como por los líos en los que se metía fuera de ella. En su 2º año allí fue acusado de agredir a su compañero de equipo, Larry Ketvirtis, con una barra de acero, y terminó por declararse culpable teniendo que indemnizarlo con 10.000 dólares. Pero tras un tercer año magnífico en el que fue líder del país en rebotes además de ser el primer jugador en la NCAA en realizar un partido con 10/10 en tiros de campo, tocaba dar el salto con los profesionales, y en plena guerra entre NBA y ABA, fue elegido como número dos del draft de 1974 por los Sixers, pero paralelamente los St. Louis Spirits también como número dos del draft ABA le seleccionaron, decantándose finalmente por jugar con estos últimos el siempre problemático Barnes.

¿Su rendimiento con los Spirits? simplemente espectacular finalizando la campaña con el galardón Rookie of the Yearllegando a promediar 24 puntos y 16 rebotes de media por partido. Su segunda campaña mejoró incluso sus números siendo seleccionado para el All Star. Pero algo comenzó a torcerse en la cabeza de Barnes, muchos apuntan a que el hacerse rico de la noche a la mañana no ayudó, nada más fichar por los St. Louis, se compró dos coches, en los días soleados, conducía su Rolls Royce dorado, para que brillase aún más, y en los días oscuros conducía su Cadillac oscuro. Tras estas dos campañas fue traspasado a los Detroit Pistons en la NBA donde sus compañeros pronto lo conocerían como «bad news» por sus continuos problemas, a Barnes le fue encontrada una pistola en su mochila, en el Detroit Metropolitan Airport, y por ello tuvo que cumplir 152 días en prisión, en Rhode Island, tras volver de la cárcel, las agresiones a su novia borracho, eran continuas, y rápidamente fue acusado de consumo y tráfico de drogas. Marvin había perdido el norte. Tras esto fue traspasado a los Buffalo Braves donde sus problemas persistieron haciendo que al siguiente verano ningún equipo lo quisiera, pero el gran gurú de los Celtics Red Auerbach creyó poder aprovecharlo todavía.

Craso error ya que Marvin parecía ya irrecuperable, su comportamiento fuera de la pista era insostenible y su rendimiento dentro era muy pobre, en Boston, él mismo, reconoció que, durante algunos partidos con los Celtics, cuando era sustituido, se tapaba la cabeza con la toalla… para esnifar cocaína en pleno partido. Una de las historias más escalofriantes que he escuchado de un deportista. Tras esto fichó por los Clippers, tuvo una aventura en Italia donde fue arrestado por la policía por consumo y posesión de drogas, teniendo, con la ayuda del embajador estadounidense, que huir del pais en taxi por la frontera y coger un avión desde Alemania. Tras mucho tiempo tocó fondo y tras rehabilitarse por completo aconseja y ayuda en su Providence naal a gente con problemas como los que él tuvo. De lo que pudo ser a lo que ha quedado, una auténtica pena la historia de Marvin Barnes.

Un Madrid en cuadro

Zidane ha dado la lista de convocados para viajar a Noruega con motivo del partido de Supercopa que medirá al Madrid ante el Sevilla y las sorpresas han sido grandes. Ante las bajas ya sabidas de Cristiano, Pepe y Keylor, el francés se deja en casa a Bale y Kroos, dos piezas fundamentales para el equipo. Es cierto que el galés ha llegado hace pocos días pero sus primeros entrenamientos daban presagios de que estaba bien físicamente y que llegaba en buena forma de las vacaciones. El caso del alemán ha sido incluso más sorprendente, ya que si que ha estado completando ya entrenamientos completos con el grupo pese a no haber ido a la gira de Canadá.

Con esto Isco y Morata adquieren papeles protagonistas para el partido, el primero además debe demostrar que está enchufado desde el principio ya que están comenzando a circular rumores de que está en el mercado si llega una buena oferta debido al overbooking de centrocampistas en la plantilla blanca. El caso de Morata es diferente, el Madrid le recompró pensando en una futura venta a la liga inglesa, pero las lesión de Ronaldo, unido a la tardía incorporación de Bale le brindan una buena oportunidad y minutos en este primer torneo del campeonato, aunque si lo que busca son minutos está claro que cuando la plantilla vuelva a estar sana sus minutos serán los de la Copa del Rey y revulsivo en partidos atascados.

No creo que a los dos jugones les haya sentado bien la decisión de ni siquiera viajar de Zidane, pero está claro que al galo le gusta tener todo controlado y sus decisiones por controvertidas que sean se han de respetar, esa fue la clave que le llevó a conquistar la undécima champions en su primera media temporada, y ahora va a por la liga también.

El día del Pizzagate

La temporada 2002-03 será muy recordad por los hinchas del Arsenal ya que ganarían la Premier League sin perder un solo partido. Ese mismo año en su enfrentamiento contra el Manchester United en Old Trafford Ruud Van Nistelrooy desperdició un penalti en el último minuto que hubiera supuesto una derrota del Arsenal (en aquel momento era sólo la quinta jornada) y hubiera roto el récord y no se conocería a aquel equipo como los invencibles de Wenger. Pero un año más tarde y ya con el título bajo el brazo, los gunnners volvían a Old Trafford dispuestos a llevarse la victoria y a engordar así a 50 los partidos invictos del equipo. Pero Ferguson tenía otros planes, y el partido se convirtió en un vendaval de entradas duras e interrupciones del juego constantes que terminaron por desquiciar a los jugadores del norte de Londres.

Un penalti muy dudoso pitado a favor del United a 15 minutos del final y transformado por Van the Man (rearciéndose así del fallo de la temporada anterior) encaminó a la vicotiria a los red devils, victoria que cerraría un jovencísimo Wayne Rooney en el último minuto de partido. Como era previsible y con la tensión de estos duelos, el partido acabó en trifulca, una trifulca que se trasladó hasta dentro del túnel donde aconteció el esperpéntico hecho conocido como el pizzagate. En aquel momento de tensión entre jugadores y técnicos un trozo de pizza voló desde el vestuario del Arsenal y acabó impactando en la cabeza y traje de Sir Alex Ferguson (más tarde se supo que el que lanzó la pizza fue ni más ni menos que Cesc Fábregas) dejando uno de los momentos más surrealistas de la historia de la Premier, y bautizado como la batalla del buffet o el pizzagate.

Manigault el rey de Rucker´s Park (parte II)

Pero si destacó en algún playground ese fue en Rucker´s Park, donde llegó a compartir pista con leyendas como Julius Erving, Earl Monroe, o el mencionado anteriormente Kareem Abdul-Jabbar, se ganaba la vida con apuestas de los partidos y traficando con drogas, y su sueldo a final de mes no tenía nada que envidiar con los de la NBA a la que ya había descartado ir pese a tener aptitudes más que de sobra para ello (muy típico suyo era dejar el dinero de las apuestas en la parte de arriba del tablero a la que él llegaba con suma facilidad alegando que el que quisiera robarle el dinero tenía que ganárselo). Famoso era su mate a día de hoy no imitado por nadie conocido como double dunk que consistía en machacar el balón con la mano izquierda para posteriormente y sin que caiga el suelo cogerlo con la derecha y hundirlo, todo en el mismo salto. Un especialista de este tema como Vince Carter reconoció que es prácticamente imposible imitar semejante dunk. No está nada ma para alguien que no medía mas de 1´87.

Finalmente fue detenido varias veces y tras llegar a ser un verdadero adicto a la heroína que terminó destrozando su vida, acabó viendo la luz y volviendo a su Charleston natal donde se hizo presidente de un grupo importante anti- drogas, y realizó todo tipo de trabajos sociales en su pueblo. Finalmente, en 1998, a sus 53 años, fallecía, en el Bellevue Hospital Center de New York, debido a un ataque al corazón provocado por una vida de excesos con todo tipo de drogas. Aunque aún tuvo tiempo para dejarnos una frase para el recuerdo en una entrevista realizada por el New York Times: «Para todo Michael Jordan hay un Earl Manigault. No todos pueden conseguirlo, y algunos han de caer. Yo fui el fracaso».

Sin fichajes pero con renovaciones

El Real Madrid es este verano un remanso de paz, la llegada de Zidane con la conquista de la orejona ha dejado un poso de tranquilidad absoluta durante el periodo de verano que hacía tiempo que no se recordaba. Cierto es que siguen sonando de vez en cuando algún nombre como los Pogba, Lewandowski o Kanté, pero más por parte de la prensa que por pura intención del club. Zidane es consciente que tiene un bloque muy potente al que le hacen falta retoques, no galácticos que desestabilicen un vestuario ya de por sí propenso a los problemas. Tras la efímera etapa de Benítez (al que desde aquí ya se aseguró su fracaso desde su presentación) que dejó a jugadores enfrentados con la grada y dejándose llevar en los partidos literalmente (el bochornoso caso del 0-4 frente al Barcelona fue inaceptable) llegó Ziadane para conquistar con algo más que suerte en los cruces la undécima Champions League para los blancos.

Por ello el club va a afrontar las renovaciones de Cristiano y Bale para premiarles por la temporada pasada y hacerles ver que esto es un proyecto muy a largo plazo. El caso de Cristiano han sido un par de años de tiras y aflojas en los que el luso y el club parecía más que distanciados, y la sombra del PSG siempre acechaba. Pero tras otra buena temporada goleadora de Ronaldo el club va a ofrecerle la renovación para su retiro de blanco. El caso de Bale es distinto, otra temporada más su rendimiento cuando ha estado sano ha sido bueno, pero sus periodos de lesiones han sido otra vez grandes, su sóleo no deja de romperse cada cierto tiempo y eso es algo que preocupa seriamente al club de Concha Espina. Pese a todo y tras su gran Eurocopa donde llevó a Gales a semifinales en su primera participación en su historia, tendrá una recompensa que deberá refrendar sobre el césped. Keylor Navas también verá recompensada una temporada en la que ha demostrado una profesionalidad que el club no tuvo con él, siempre queriendo utilizarlo como moneda de cambio, pero el costaricense ha dado un ejemplo de profesionalidad y se ha ganado un contrato de estrella.

Y por último está el caso de James e Isco, parece que el colombiano y Zidane no tienen buena sintonía, y de no ser por el mercado sudamericano que aporta James ya estaría fuera del Madrid, pero una buena oferta que rentabilice lo pagado por él hace dos años quizás le abriera la puerta de salida. Lo del malagueño es diferente, a Zidane le gusta pero a día de hoy el trío Kroos-Modric-Casemiro es inamovible e Isco necesita de minutos para no quedarse más veces fuera de convocatorias nacionales, él es feliz en Madrid pero es consciente de la necesidad de minutos que en el Madrid a día de hoy están muy caros. Parece que Florentino ha cambiado de dinámica este verano aunque conociéndole seguro que hará algún movimiento en el mercado para hacerse notar y más si vende a alguno de sus estrellas.

Manigault el rey de Rucker´s Park (parte I)

Cuando en el homenaje que le realizaron los Lakers a Kareem Abdul-Jabbar por su retirada le preguntaron quien era el mejor jugador al que se había enfrentado, el pívot neoyorkino que había jugado frente a Bird, Magic, DR J o Jordan afirmó sin ningún tipo de duda «Si tuviese que nombrar a alguien, nombraría a «The Goat» (La Cabra).

Manigault nació en Charleston, en Carolina del Sur, aunque muy pronto se mudaría al famoso barrio de Harlem en New York. Allí, en el seno de una familia muy pobre decidió que su vida giraría en torno al baloncesto, sin una figura paterna (que los había abandonado y del que Manigault afirmaba que le pegaba sin piedad de peqeuño) las canchas y el baloncesto fueron su refugio. Montó un equipo callejero donde él era la estrella y poco a poco fue haciéndose famoso en el barrio. A los 12 años ingresó en Benjamin Franklin High School, donde su talento era indudable, pero era incapaz de convivir con el resto de sus compañeros, aunque eso no le impidió establecer un récord de anotación cuando en su año junior anotó la friolera de 57 puntos en un solo partido. Poco a poco fue más asiduo a las drogas que a asistir a clase por lo que finalmente fue expulsado del colegio por consumo de marihuana, teniendo que acabar su ciclo de High School en una institución privada en Carolina del Norte.

Pese a su carácter, muchas universidades habían detectado el talento descomunal del jóven, que terminó ingresando en la Johnson C. Smith University donde solo aguanto cuatro meses, tras los que decidió que lo suyo y hacerse famoso en el playground más famoso de los EEUU donde sería conocido como the Goat (la cabra). Ese mote tiene tres orígenes y ninguno está confirmado del todo. La primera teoría dice que se lo pusieron por sus orígenes en la rural Chaleston, otra que en el High School había un profesor que era totalmente incapaz de pronunciar Mani- Gault, y terminó pronunciando Mani- Goat, y la última que que el propio Manigault afirma es por las siglas The Greatest of all Time (el mejor de todos los tiempos). Su fama alcanzó tal nivel que el parque Happy Warrior Playground es conocido, a día de hoy, como Goat Park.

El fin de Balotelli

Quién iba a decir cuando Mario Balotelli debutaba con el equipo primer equipo del Inter de Milán siendo la mayor promesa del fútbol italiano que a los 26 años iba a estar en su situación actual. Una situación en la que está entrenando con el equipo juvenil de un Lieverpool que no lo quiere ver ni en pintura, y sus dos equipos el Inter, dolido por su traición de jugar en el terreno rival, y el Milán donde estuvo dos veces y las dos veces acabó peleado con entrenador y directiva, tampoco han hecho lo más mínimo por fichar al delantero italiano. Su única opción a día de hoy es la de un Ajax de Amsterdam que aceptaría de buen agrado la llegada de una estrella como SuperMario siempre y cuando se rebajara sustancialmente el sueldo, algo por lo que no parece muy por la labor el díscolo delantero.

Su mala cabeza le ha llevado a esta situación, ya que cuando estaba en el Inter, problemas con un Mourinho, que quería hacer de él una estrella, le llevaron a los brazos del entrenador que lo hizo debutar, Roberto Mancini y su Manchester City, pero allí el nivel de locura de Mario agotó la paciencia del técnico que lo acabó apartando del equipo y vendiendo al Milán. Allí si que se vio quizás en la primera temporada al Balotelli más implicado con el equipo y viendo un pequeño atisbo del jugador que toda Italia esperaba. Pero en su segundo año volvieron los problemas y terminó traspasado al Liverpool tras la marcha de Suárez al Barcelona. Brendan Rodgers confiaba en poder sacar la mejor versión del delantero sin que floreciera su carácter, pero éste nunca se adaptó a la ciudad ni al fútbol y su participación con el equipo red fue casi testimonial tardando una barbaridad de encuentros en anotar su primer gol oficial. A mitad de esa temporada se marchó al Milán de Mihailovic al que prometió que iba a estar centrado, pero una vez más su carácter le hizo ser apartado por el entrenador y tuvo otra temporada más una participación testimonial.

Y así está ahora mismo Mario Balotelli, prácticamente ningún equipo de Europa quiere oír hablar de él, todo el mundo da por perdido un talento inmenso encerrado en un carácter intratable, en el que el carácter se ha impuesto a la calidad privando al mundo de un gran jugador. Ya su carrera es difícil que vuelva a relanzarse y lo más triste es que al jugador de origen ghanés parece no importarle.