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Valverde deja en evidencia a Neymar

La llegada de Ernesto Valverde a Barcelona no fue la deseada por el técnico vasco, ni en sus peores presagios se imaginaba que a su llegada se iba a encontrar con el culebrón que supuso la marcha de Neymar y el repaso del Real Madrid en la Supercopa de España. El momento del Barcelona era extremadamente delicado y los refuerzos tampoco ayudaban a ilusionar a una afición que se esperaba lo peor para esta temporada, unido además al culebrón de la renovación de un Messi que se retrasó cuatro meses en plasmar su firma en en contrato que le uniría con el Barcelona.

Pero ya con tres cuartos de la temporada disputados, el Barcelona tiene muy factible el doblete de liga y copa (en liga se aseguró esta tarde el título al dejar de nuevo al Atlético a ocho puntos, y en copa se medirá al Sevilla en la final) y en Champions, pese a no dar su mejor versión en Stamford Bridge, tiene resultado favorable para pasar a los cuartos de final de la máxima competición continental.

Y todo ello con un nuevo estilo, quizás no tan vistoso como anteriores etapas, pero más efectivo y que ha demostrado que Valverde es más que un entrenador, es un gestor de las situaciones, ha calmado los ánimos en ruedas de prensa tras los numerosos rifi rafes de Luis Enrique, ha sabido gestionar los descansos con Messi para sacar la mejor versión del argentino, ha recuperado el olfato de Luis Suárez tras la lesión de rodilla que mermó su rendimiento al comienzo de la campaña y ha aguantado el nulo renidmiento del fichaje estrella veraniego Dembélé, a la espera de la llegada del deseado Coutinho que desgraciadamente para el txingurri no podrá disputar la Champions con el conjunto blaugrana.

Si se ve cómo está el Barcelona ahora mismo contrasta con la situación de Neymar en el PSG, donde se están dando cuenta que pese a la calidad del brasileños, su contratación es casi más un problema que una solución, ya que en el momento importante no tuvo una actuación relevante en el Bernabéu, y tras su lesión ha pensado en el mundial antes que en su equipo, tomando decisiones a las espaldas del club generándose entre la directiva una profunda decepción con el jugador al que habían convertido en el fichaje más caro de la historia del fútbol.

Mourinho desprecia el valor doble

Una noche más de Champions, un equipo de José Mourinho jugó un partido insulso e inoperante en ataque. Volvió a buscar el 0-0 en casa ajena despreciando el valor doble que tienen los goles fuera de casa y jugándosela toda en su estadio, consciente de que cualquier empate beneficia al rival, y que tendrá que jugar al ataque, algo a lo que su equipo desgraciadamente no está acostumbrado.

Ya le salió el tiro por la culata en las semifinales de 2014 frente al Atlético, donde fue al Calderón a la ida a empatar y acabó sucumbiendo 1-3 en su estadio. A día de hoy desperdiciar la ventaja que te da marcar en casa ajena en un torneo tan igualado como la Champions marca la diferencia en las eliminatorias y es algo que el luso parece empeñado en desperdiciar.

Se intuyó desde el inicio con Pogba en el banquillo y con Matic, Ander Herrera, y el imberbe McTominay con la clara tarea de destruir el juego del rival, y sin ninguna intención de construir. Para eso dejó como un islote a Lukaku (al que no le llegó ni un balón decente) y puso a Mata y Alexis para aprovechar algún rechace de los balonazos al belga. Una propuesta muy pobre ante un Sevilla que mereció mucho más premio que el empate.

Veremos si en Old Trafford Mourinho cambia el plan o sigue con su propuesta pobre de fútbol pese a las inversiones multimillonarias en fichajes, o si de verdad hace honor al nombre del equipo al que dirige y da un puñetazo sobre la mesa. Pero como se descuide el Sevilla a poco que esté más acertado que anoche le hace un auténtico traje a los diablos rojos.

El Barcelona una incógnita como visitante

El Fútbol Club Barcelona se encuentra en un momento extraño de sensaciones, por un lado está brillantemente clasificado para la Final de Copa del Rey, en Liga sigue líder destacado con 7 puntos de ventaja sobre su actual perseguidor, y en Champions pasó como primero de grupo e invicto en un grupo con la Juventus como principal contrincante en la lucha por el liderato. El ambiente debería ser de euforia y de confianza, pero nada más lejos de la realidad, los últimos partidos ligueros de los blaugrana en Liga, donde han dejado escapar 4 de los últimos 9 puntos, unidos al rival de esta noche hacen que haya cierta preocupación en el entorno culé.

El Barcelona, pese a estar invicto esta temporada (sin contar la Supercopa de España), fuera de casa no está dando las mejores sensaciones. Salvo en el Clásico, no ha sido capaz de ganar ni a Atlético ni a Valencia, cosechando sendos empates con goles en el último tramo de los partidos, y en Champions la cosa no mejora, empate sin goles en Atenas ante Olimpiacos y en Turín ante la Juventus (cierto que en ambos Messi fue suplente y rotó), y ante el Sporting de Portugal ganó por la mínima merced a un gol en propia del conjunto lisboeta.

Por tanto, los números pueden maquillar algunas dificultades del Barcelona, que además tendrá en frente a uno de los pocos equipos a los que Messi no ha marcado jamás (y ya van ocho enfrentamientos), y uno de los campos que peor se le dan a los de Valverde, donde sólo han cosechado una victoria en todas sus visitas. Conte además lleva tiempo obsesionado con este partido y sabe los puntos débiles de un Barcelona que debe dar un golpe sobre la mesa para despejar todas las dudas que hay en torno al equipo.

A Xavi se le atraganta la jubilación

Xavi Hernández es uno de los mejores (sino el mejor) medio que ha tenido la selección española en toda su historia. Su carrera y sus títulos son incontestables y su estilo innegociable. Y es ese estilo (instaurado por Cruyff como copia del modelo del Ajax en Holanda) el que le está convirtiendo en un fanático, ahora que está en su retiro dorado en Qatar, incapaz de apreciar ningún otro estilo o planteamiento que no sea el suyo, despreciando al resto y menospreciándolo categóricamente, como si él siempre hubiese jugado a eso en la época de Van Gaal.

Todo esto viene a raíz de la última entrevista que ofreció el de Tarrasa, en donde afirmó categóricamente que no entendía cómo el Madrid podía haber ganado su duelo ante el PSG, en el que afirmaba que Neymar había sido muy superior a Cristiano, y en el que criticaba la manera de ganar del Real Madrid, por no ser comulgable con su estilo, o mejor dicho el estilo del Ajax que el Barcelona se ha apropiado como si ellos fuesen quienes lo hubieran creado.

No es la primera vez que pasa con Xavi, hace un par de meses en otra entrevista, puso de ejemplo a Simeone como el anti fútbol, como un jugador que tortura a sus jugadores obligándoles a jugar mal, sólo por el hecho de ir a por la victoria, Xavi en esa entrevista afirmaba que en un partido de Champions en el Calderón, veía a Simeone feliz cuando su equipo se encontraba sin la pelota, cuando eso es una gran mentira ya que en la Champions el Atlético eliminó las dos veces que se enfrentaron a los blaugrana con sendos repasos de fútbol en el Calderón.

En resumidas cuentas creo que Xavi debería tener más amplitud de miras, no cerrarse sólo a una idea de juego que sin un jugador desequilibrante total como lo fue Cruyff en Holanda o Messi en el Barcelona no es efectivo. Ya se ha visto los fracasos de Guardiola intentando instaurarlo en el Manchester City o en el Bayern durante tres temporadas, en las que por cierto, Simeone volvió a eliminar a su estilo tras pasar por encima del Bayern en el Calderón y de no ser porque Torres falló un penalti, haber ganado el partido del Allianz también.

Emery y la historia de siempre

Corría poco más del minuto 60 en el Santiago Bernabéu, el PSG tenía el control del partido, que sólo se alteraba con algún arreón del Madrid, más por la presión del estadio que por la ocasión generada en sí, y el entrenador de Irún volvió a mandar un recado contundente a su equipo. Quitó a Cavani, su único 9 de referencia, y metió en el campo a Meunier, un lateral para reforzar la defensa de la banda derecha. Movió a un Mbappé que entre los centrales fajándose pierde todas sus virtudes, y dejó al PSG con la posesión del balón sin ningún tipo de profundidad en ataque.

Por su parte viendo el panorama, y con un Madrid físicamente muerto en los repliegues defensivos, Zidane se la jugó con sus dos agitadores favoritos, Lucas y Asensio y le salió la jugada redonda merced a los rebotes en los goles y a una falta clara en el inicio del 2-1 de Cristiano. Emery al final del encuentro lamentaba las decisiones arbitrales, todas a favor de los blancos, sin reprocharse que de nuevo y un año después de la eliminatoria contra el Barça, que supuso quizás el mayor descalabro de un equipo en la historia de la Champions, volvió a cometer el mismo error de siempre, que hace que nunca haya ganado ni a Madrid ni a Barcelona en campo rival y que evidencia lo grande que le viene un club de esta envergadura.

Tuvo el partido controlado, con un Madrid rendido, con su equipo físicamente un punto por encima, y sólo jugó a llevarse un empate como botín, pudiendo ir a por el oro de verdad. Su estrategia como siempre salió mal, deja muy tocado al PSG que se automotiva diciendo que allí en París remontarán la eliminatoria, pero la realidad es la que es, que Emery sigue siendo un entrenador para partidos mediocres, y que el Madrid sin hacer nada se fue a casa con un 3-1 en el luminoso.

La fábula de la liebre y la tortuga

De pequeño a todos nos contaron la fábula de la liebre y la tortuga. En una carrera de velocidad, la liebre mucho más rápida que la tortuga, decide cuando le saca gran ventaja confiarse y echarse a dormir. Para cuando se quiere dar cuenta, la tortuga está en la línea de meta y ya no puede hacer nada para remediar perder la carrera. Algo parecido le ha sucedido al Real Madrid ante el Leganés en toda la eliminatoria. Siendo inferior en el partido de ida arrancó un botín muy valioso en el último minuto del encuentro con el gol de Asensio, lo que le llevó a confiarse en exceso para la vuelta.

Y el Leganés, sin hacer ruido, pero tomándose el partido con la seriedad que requería, se presentó en el Bernabéu dispuesto a hacer la machada. Y pronto se vio que iban en serio cuando en menos de cinco minutos ya había estrellado un balón en el poste de la portería de Kiko Casilla. El Madrid muy incómodo, se vio superado en todo por el Leganés, que vio como tras un error de Achraf, Eraso sacó un latigazo desde fuera del área para ponerla en la escuadra y adelantar al conjunto pepinero empatando así una eliminatoria que ya casi todos daban por sentenciada.

El Madrid lejos de espolearse con el gol en contra, siguió con su actitud indolente, carente de ganas y de fútbol que lleva arrastrando en todas las eliminatorias de la competición. Aún así, a los cinco minutos de la reanudación, Benzema culminó la única jugada de tiralíneas que se vio de los blancos en toda la eliminatoria, definiendo a la perfección ante el meta visitante. Pero fue sólo un espejismo, ya que tras el gol, y lejos de arrugarse el Lega acorraló al Madrid a base de córners hasta que obtuvo su botín de la mano de Gabriel Pires, el capitán y pulmón de un equipo que dio una lección de competitividad en uno de los escenarios más difíciles posibles.

Con todo, el Madrid tenía más de media hora para buscar un gol que evitara la eliminación, los incendios del gol del Lega no se iban a apagar tan fácil, pero ni por esas sufrió en exceso el Lega. Los cambios de Zidane, en especial el de quitar a Isco, fueron muy discutibles, no por quién entra sino por quién sale. Al final ni una ocasión clara que inquietara la portería del Leganés, salvo un disparo centrado de Benzema con todo a favor para marcar. Al final la liebre se confió, sacó el plan B y vio cómo la tortuga llamada Leganés les apeaba en su campo de la Copa del Rey y accedía por primera vez en su historia a las semifinales de la Copa del Rey.

Objetivo final en el Metropolitano

El Atlético afronta esta tarde la ida de los cuartos de la Copa con la idea en la cabeza de la final en el Wanda Metropolitano que será la primera en la historia del estadio. Ese es el objetivo claro para Simeone y los suyos que saldrán esta tarde con toda la artillería para intentar sacar la mayor ventaja posible en su feudo para ir con menos apuros al siempre peligroso Sánchez Pizjuán.

El Atlético contará con Costa y Griezmann arriba para aprovechar el mal momento anímico de un Sevilla que está más que hundido desde la derrota en el derbi ante el Betis. Ni la llegada de Montella ha podido cambiar la dinámica de un equipo en el que no ha funcionado prácticamente nada de los fichajes veraniegos, y muchos de los jugadores han bajado el nivel respecto al año anterior con Sampaoli.

Aun así el Cholo no se fía y sabe que la clave de la eliminatoria está en el Metropolitano y por ello sólo rotará a Oblak por Moyá (titular siempre en los encuentros de Copa) y ha hecho un nuevo llamamiento a la afición para que haya ambiente importante en el feudo rojiblanco ya que no sólo se juega el pase a las semifinales del torneo del ko, sino que se juega seguir soñando con levantar la primera Copa de su magnífico nuevo estadio.

El morbo de los dieciseisavos

El sorteo de los dieciseisavos de la Champions de este año no han sido favorables al Real Madrid. Le ha tocado el coco que todos querían evitar y con la vuelta en estadio rival para más inri. El PSG fue el gran animador del mercado veraniego con los dos fichajes más caros de la historia (Neyar 222 millones y Mbappé 190) y es un equipo que a día de hoy mete mucho miedo. Habrá que ver cómo se comporta este equipo en una cita grande (en el Allianz con la clasificación decidida fue vapuleado por el Bayern).

Quizás el único talón de aquiles del equipo sea su entrenador, Unai Emery, al que le viene muy grande este equipo, y que no es capaz de controlar un vestuario plagado de estrellas. Su gestión del lanzamiento de penaltis ha sido desastrosa, y además está comenzando a encadenar algún mal resultado que hace que el presidente ya esté sondeando el mercado en su posición. Pero el morbo lo pondrá el regreso al Bernabéu de un Neymar que este verano fue aclamado por los madridistas al salir del Barcelona y que ahora ven como es su máxima amenaza y su mayor quebradero de cabeza.

Otro que estará muy observado será el deseado por Florentino y todo el madridismo, Kylian Mbappé, el deseado ariete de 18 años que acabó firmando por el PSG en vez de por el Real Madrid querrá demostrar a la entidad blanca que se equivocaron al no apostar por él en verano. Aún con todo, yo sigo viendo favorito al Real Madrid, un equipo compacto, rodado, y que hombre por hombre es el mejor a día de hoy en el campeonato. Además con la liga muy difícil apostarán por esta competición con todo siendo además su competición fetiche, lo que les convierte en doblemente peligrosos. Además, tras haber ganado las dos últimas ediciones de la Champions ¿alguien se atreve a dudar de este equipo?.

Sólo jugó Thomas

Mal partido del Atlético ayer que vio como se le escapó el empate en su campo en el último minuto. Fue un partido malo del cuadro de Simeone en el que sólo jugó a su nivel (que últimamente es brillante) Thomas. El resto del equipo fue una sombra de sí mismo y estuvo a merced de un Chelsea que marcó el ritmo desde el primer minuto hasta el fatídico último minuto que dejó a todo el estadio cabizbajo y con la sensación de que no se pueden permitir más tropiezos en la competición tras el empate en el Olímpico y la derrota de anoche.

Y todo a pesar de que se puso por delante e incluso en la última jugada del primer tiempo Saúl, que está siendo una sombra de sí mismo en este inicio de liga, desperdició un rechace de Courtois que podría haber supuesto el 2-0 para los rojiblancos. Sin haber creado ninguna ocasión el equipo de Simeone estaba por delante del marcador, pero las sensaciones no eran buenas y Morata y Hazard hacían lo que querían ante la defensa atlética. Así hasta que el madrileño conectó un cabezazo perfecto ante el que nada pudo hacer Oblak. Una vez empatado y tras desperdiciar Cesc al minuto del empate una ocasión clarísima, los de Simeone no fueron capaces de enlazar dos pases seguidos, con un Griezmann especialmente fallón en cada acción que realizó. Ni siquiera los cambios pudieron mejorar la situación de los locales hasta que finalmente, y tras un despropósito de defensa en la última jugada, vieron como el Chelsea se llevaba los tres puntos.

Pero este partido sirve de lección. En Europa los errores se pagan y se debe tomar como una lección para aprender. Hayq eu ver el lado positivo también que jugando el peor partido del Atlético en la competición que se le recuerda estuvo a punto de empatar ante el Chelsea sin hacer prácticamente nada. También es cierto que venía de unas jornadas de máxima exigencia con la visita a San Mamés, el partido ante el Sevilla y el Chelsea anoche. Tres envites muy fuertes en una semana. Ahora solo queda seguir su buena racha en liga ganando su partido del sábado ante el Leganés para espantar posibles fantasmas.

Borussia: Enemigo conocido

El Real Madrid se medirá este martes ante el Borussia de Dortmund en el siempre complicado Signal Iduna Park, donde en los últimos años ha sufrido lo indecible a manos del Borussia. Desde los cuatro goles de Lewandowski, hasta el empate en el último suspiro de el año pasado con Schürle de protagonista, al Madrid no se le da nada bien este rival ni este campo. Nunca se ha sentido cómodo y encima ahora llega en un mar de dudas de juego tras malos resultados en liga que le han alejado a cuatro puntos del Atlético y a siete del Barcelona con tan solo seis jornadas ligueras disputadas.

Pero el equipo de Zidane llega a su competición fetiche, aquella en la que casi todo suelen ser alegrías y con la firme intención de recuperar las buenas sensaciones y el gol. Un gol por el que se está criticando de forma incomprensible a Cristiano Ronaldo, que ya marcó dos goles en la primera jornada ante el APOEL, y que vuelve a ver otro año más como pasar dos partidos sin anotar consecutivos es motivo para hablar de crisis goleadora y de final de carrera.

El Borussia llega como líder de la Bundesliga tras endosar seis goles en su último partido y con todos disponibles. Ya no está Tüchel ni Klopp pero el estilo vertiginoso del equipo se mantiene y sus contras con Aubameyang a la cabeza asustan. Además Pulisic ha dado un paso adelante en el equipo y el nivel de Weigl sigue siendo espectacular por lo que el Borussia presentará batalla sabiendo que tras la derrota ante el Tottenham en la primera jornada debe sumar si quiere pasar a los octavos de la competición.