Otro palo más a Boston

Boston Celtics es la franquicia más laureada de la historia e la NBA. Cuenta con 17 anillos en la mejor liga de baloncesto del mundo, y construyó la mayor dinastía ganadora de la historia de los deportes con once anillos en trece años de la mano de Read Auerbach y Bill Russell. Pero también la franquicia ha vivido el lado opuesto de la fortuna. La muerte de Len Bías, considerado el mejor jugador salido de la NCAA desde Michael Jordan, que murió de sobredosis a los pocos días de haber sido drafteado por los de Massachusetts, les hizo vagar por un desierto de malos resultados y ausencias en playoffs hasta la llegada de el siguiente mesías Paul Pierce.

Pero lejos de ser Bias el único, también sufrieron la desgracia de Reggie Lewis. El alero que estaba dispuesto a llevar a los Celtics a la senda más competitiva de nuevo tras la retirada de Larry Bird, también falleció cuando aún faltaban sus mejores años por dar a la tierna edad de 27. Tras estas dos muertes se empezó a hablar incluso de una maldición en los Boston Celtics. Pero con el paso del tiempo y sobre todo con el último anillo de Pierce-Garnett-Rondo esos tiempos ya pasaron.

Con eso llegamos ya a este verano, donde los Celtics volvían a moverse a la perfección en el mercado de agentes, comandados en lso despachos por un Danny Ainge que es un auténtico maestro en esos escenarios. Así llegaron a Boston Kyrie Irving vía traspaso, y Gordon Hayward como agente libre. Las expectativas en torno a la afición eran altísimas de nuevo. Tras haber sido el mejor equipo del Este la pasada campaña y haber llegado a las Finales de Conferencia ante los Cavs de LeBron, se esperaba que con los fichajes el equipo diese un paso a delante y pisase de nuevo las Finales de la NBA.

Y con estas nos situamos en la madrugada de anoche, el esperado partido entre los Cavs y los Celtics en el Quickens Loan Arena de Cleveland, en lo que suponía la vuelta de Irving a su ex casa. Pero a los pocos instantes de comenzar se producía una nueva desgracia. Gordon Hayward se rompía la tibia para decir adiós a la temporada en el primer partido y el primer cuarto con su nuevo equipo. La mala suerte se ha cebado con el de Indiana que ya el año pasado había conseguido ser All Star y se esperaba que siguiese con su curva de evolución como jugador. Los Celtics tendrán que suplir todo el año esta baja y rezar por que el jugador vuelva en las mejores condiciones el año que viene. El resultado fu victoria ajustada de los Cavs por tres, pero eso era lo de menos en una nueva noche más aciaga para los de Boston.

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