Peligra la carrera de Jesé

Canal + Francia está realizando un documental sobre el misterio de la no participación de Jesé en el PSG. Deseo expreso de Emery cuando llegó no ha contado con los minutos que buscaba tras su salida del Real Madrid. Comenzó como un tiro pero una inoportuna apendicitis lo apartó del equipo, y una airada discusión con el técnico vasco tras una sustitución lo ha condenado al ostracismo. Ya no participa ni en las convocatorias y pese a que Unai asegura que todo va bien, las sensaciones son muy malas para el canario.

Desde que se lesionara hace tres años cuando ofrecía su mejor versión, esa en la que era un jugador rápido, desequilibrante, potente y con gol, la carrera de Jesé no se ha relanzado, aguantó en el Madrid para seguir su recuperación y seguir entrenando con los mejores, pero este verano decidió probar que podía ser titular en un equipo grande de Europa y aceptó sin miramientos la llamada de Emery para el PSG. Todo indicaba que contaría con minutos y podría por fin ser el jugador que todos esperábamos de él cuando era la mayor promesa española del momento.

Pero un cuarto de campeonato después las sensaciones no pueden ser peores para él, sin minutos, sin adaptarse a la vida en París (todavía no ha encontrado casa y sigue viviendo en un hotel), y con la competencia de los Di María, Ben Arfa, Moura y comapañía parece difícil que vuelva a contar con esos minutos que tanto anhela para poder ser un jugador verdaderamente importante y no ser una de tantas promesas estrelladas a la que en su caso sólo se la recuerde por su «dudoso» grupo de música.

Ibaka se venga

Este verano ha sido muy movidito en Oklahoma, la marcha de Durant provocó una pequeña reconstrucción en el roster que acabó con el hispano-congoleño Serge Ibaka en Orlando. La franquicia había apostado varios años antes por el ala pívot cuando tuvieron que elegir la renovación por la restricción salarial entre él o James Harden y parece que no acabó de convencerles, y el agresivo esquema de Donovan de jugar con los dos cincos del equipo a la vez (Kanter y Adams) y que tan buen resultado le dio en los playoffs pasados, dejaba sin hueco al 9 Thunder.
Y llegó el partido de ayer, el primero de Ibaka ante sus ex y el que fuera su público durante nueve campañas, y no desaprovechó la ocasión para demostrarles al jugador que dejaron escapar. Dejó lo mejor de su antiguo repertorio (aportó cuatro tapones) y tuvo un 2/2 en triples para un 11/17 en tiros de campo, dejando claro su evolución desde que aterrizara en la NBA en este aspecto. Pero no contento con esto cerró el partido con una canasta ganadora sobre la bocina que escoció y mucho a los de Oklahoma.
Es cierto que los últimos años de Ibaka en Oklahoma fueron muy pobres, con lesiones que impedían su participación en momentos clave de la temporada, dejando muchas veces a su equipo huérfano en la zona. Su traspaso se entendió debido a que a cambio recibían a un joven Oladipo que se amolda a la perfección a la posición de escolta para ayudar en el peso ofensivo a un Westbrook que se encontraba huérfano en el frontcourt del equipo. Quizás su etapa en Oklahoma se hubiese acabado y el cambio fuese necesario, pero Ibaka quiso dejar claro que si pensaron que ya no podía aportar en el equipo se equivocaron.

La leyenda Sabonis (Parte III)

Así en su primer año en Madrid consiguió la liga para los blancos que hacía seis años ya que se les resistía, pero cayó eliminado en la Final Four. Al sño siguiente sin embargo el Madrid fichó a Joe Arlauckas dando lugar a la mejor pareja interior del equipo blanco de la historia. Juntos conquistaron la ACB otra vez más ese año y al año siguiente conquistaron por fin la tan ansiada por Sabonis Euroliga tras quince años de sequía blanca. Sabas había conseguido para el Madrid lo que no pudo Petrovic y ya sí que estaba preparado para dar el salto a la NBA tras haber conquistado el único título de Europa que le faltaba.

Llegó a la NBA con 31 años, dispuesto a demostrar que el físico no era fundamental para triunfar en la NBA, las expectativas en Portland eran altas ya que llevaban diez años esperando la llegada de Sabas al equipo, y el lituano no defraudó, en su primer año en suelo estadounidense promedió 14,5 puntos y 8,1 rebotes… en 23 minutos, cifras espectaculares por la edad y por el poco tiempo en cancha, y si no hubiese sido por la limitación de minutos probablemente se hubiese llevado el rookie of the year que fue a parar a manos de su compañero de equipo Damon Stoudemire, no estaba nada mal para su primer año.

Su siguiente año fue el mejor a nivel individual, pero Sabonis se vio rodeado en un equipo que rebosaba talento y problemas a partes iguales, se les conocía como los Jail Blazers y el pívot seguía rindiendo pero se sentía fuera de lugar en aquella borágine de posesión de drogas y armas que cada día llenaban los tabloide del periódico local Oregonian. Aún así estuvo muy cerca del anillo en el año 2000 cuando en el séptimo partido frente a los Lakers de Shaq y Kobe a falta de un cuarto desperdiciaron una renta de catorce puntos para acabar sucumbiendo y poniendo punto y final a las aspiraciones blazers del anillo. Sabonis se retiró en 2001 para volver en 2002 al equipo y retirarse en su Kaunas natal estando a un paso de llevarlo a la Final Four que le privó el todopoderoso Maccabi.

¿De quien es el verdadero problema de Argentina?

La derrota ante Brasil en el clasificatorio para el mundial de Rusia fue muy dura y deja muy tocada a la selección de Argentina que se jugaba mucho ante el eterno rival y salió vapuleada del partido. Pero lo que más me llamó la atención fue que tras el partido se hicieron encuestas entre los aficionados sobre quiénes eran los verdaderos culpables de la situación actual de la albiceleste y los datos dejaban que sólo el 13% creían que la culpa la tenía la AFA (el 60% los jugadores y el 27 Bauza).
Algo inhaudito debido a la situación que vive el mayor organismo del fútbol argentino, donde no tienen dinero prácticamente ni para tomar los aviones para los partido de su selección (jugadores se pagan muchas veces de su bolsillo todos los desplazamientos), y los retrasos en los vuelos son el pan de cada día para el conjunto de Bauza. La situación es precaria y el público sigue obcecado en que el problema es Messi y los que denomina sus amigos, entre los que destacan a Di María y Agüero, de los que dicen que no deberían volver a vestir la zamarra de Argentina, pero que me digan quién hay mejor que ellos (salvo Dybala ausente por lesión de esta convocatoria claro está).
El rendimiento de sus jugadores está claro que puede ser mejor, el seleccionador teniendo el nivel de los que tienen por Europa (Simeone, Bielsa, Sampaoli,…) no puede ser del nivel de un Bauza del que no se aprecia el más mínimo sello personal en el juego del equipo ni en los planteamientos. Todavía están a tiempo de cambiar las cosas, pero el siguiente partido es frente a la peligrosa Colombia y en casa, hecho que a día de hoy en Argentina y tal y como está el ambiente no se sabe si es un punto a favor o en contra. Lo cierto es que a día de hoy están fuera del mundial, tienen en su mano clasificarse pero la situación debe cambiar mucho desde la AFA hasta los jugadores o mucho me temo que veremos uno de los mayores descalabros de la selección argentina en mucho tiempo.

La leyenda Sabonis (Parte II)

Así llegaba Sabonis a los Juegos Olímpicos de Seúl, y nadie confiaba ya en el estado de aquel pívot que había deslumbrado con 20 años y que a los 23 era una sombra de sí mismo. La actuación de Sabonis fue buena, no tan espectacular como años anteriores pero sirvió para eliminar a la EEUU de David Robinson y Dany Manning en semifinales y a la Yugoslavia de Petrovic y Kukoc en la final (sería el último partido que perderían los balcánicos en 4 años). No era tan explosivo como antaño pero había sabido reciclarse con grandes movimientos de pies en la zona, lo que se convertiría en el comienzo de su renovación tras la lesión.

La victoria de la URSS sobre EEUU en semifinales provocó que el país decidiese dejar de enviar a jugadores universitarios a estas citas y comenzó a formar una selección con jugadores profesionales, que daría lugar a la formación del brilante Dream Team en Barcelona. Sabonis por su parte se había dado cuenta de que era el momento de extender su dominio fuera de la URSS donde había conseguido todo tipo de hitos. Y dado que desde su país el salto a la NBA estaba vetado por los conflictos políticos de la época, le surgió una oportunidad que nadie esperaba, tras un hábil movimiento el empresario y dueño del modesto Forum Filatélico de Valladolid, Gonzalo Gonzalo, consiguió llevar al gigantón lituano a pucela para jugar para su equipo.

Sabonis tuvo allí tres años magníficos, con su nuevo estilo ya no tan físico pero habiendo mejorado su tiro de tres y su pase era una amenaza igual de letal que antaño. Y tras tres años magníficos surgió la gran duda, era el momento de dar un salto en su carrera y no estaba seguro de si sus rodillas y su talón aguantarían la exigencia física de la NBA, por lo que optó por fichar por el Real Madrid para conquistar el único título que le faltaba en Europa, la Euroliga. En Madrid pasó otros tres años magníficos donde elevó su lectura de juego a niveles donde nadie ha llegado todavía. Dominaba todos los aspectos del juego y todos los ataques los dirigía él desde lo alto de la bombilla.

La leyenda Sabonis (Parte I)

Decir Arvydas Sabonis en Europa es hablar de dominio y de junto a Petrovic el jugador más dominante de la historia de el deporte de la canasta. Y lo más curioso es que toda esta consideración se la ganó a pesar de arrastrar graves lesiones desde los 22 años de edad. El gigante lituano comenzó a destacar en su Kaunas natal a la tierna edad de 17 años, donde fue titular en el equipo prácticamente desde el principio. Hay que recordar que en aquella época Lituania pertenecía a la URSS y por tanto jugaba en esa liga donde dominaba en la cancha y en los despachos el CSKA de Moscú. Comenzó a destacar tanto que formó parte del combinado nacional que ganó el oro en el mundial de Cali en 1982 frente a la EEUU de Doc Rivers y John Pinone, aunque su participación fue más testimonial debido a su juventud.

Esta experiencia le sirvió para hacerse mayor y con su Zalguiris puso fin a la dictadura en liga del CSKA ganando tres ligas consecutivas (85, 86 y 87), y tuvo tiempo de ganar con su selección el oro en el Europeo de Stuttgart de 1985 proclamándose MVP del torneo con tan sólo 20 años. En ese momento ofrecía su versión más dominante, con un físico privilegiado podía rebotear y correr el contraataque para acabar destrozando el aro rival, era sencillamente imparable. Tanto llamó la atención que ese verano los Atlanta Hawks le seleccionaron en el draft de la NBA, pero por la normativa que había vigente de no seleccionar a ningún menor de 21 años la elección se anuló, hecho que aprovecharon los Portland Trail Blazers para seleccionarlo al año siguiente ya sin problemas de edad.

Pero el verano de 1986 fue quizás el último en el que se vio la mejor versión de Sabonis, con sólo 21 años una misteriosa lesión en el tendón de aquiles a punto estuvo de provocarle la retirada, nunca quedó claro la forma de la lesión, pero lo que estaba claro y que más tarde reconoció el propio Sabas fue que se produjo por el hecho de haber disputado dos mundiales y dos europeos, no haber tenido el descanso necesario durante el verano y acusar el lógico aumento de peso y musculatura en sus articulaciones. Empeñados en negar la realidad los médicos soviéticos siguieron explotando al jugador para desesperación de los Blazers que veían peligrar el futuro de su elección, y sólo cuando su carrera realmente estaba en peligro, la Unión Soviética autorizó su viaje a Portland, donde se le operó, colocándole una prótesis que le acompañaría el resto de su vida y que dificultaba muchísimo sus movimientos.

Curry hace historia

Stephen Curry batió ayer el récord de triples anotados en un solo partido con trece, una cifra espectacular pero que todo el mundo esperaba más tarde o más temprano que sucediese con el pequeño base. El de Akron ha conseguido que sus cifras escandalosas en la linea de siete metros ya casi se asuman como naturales y no sorprenda que lleve tres años consecutivos batiendo la marca de más triples anotados en una temporada, marca que se supera a sí mismo año tras año claro está.

Lo que más mérito tiene del récord de Curry es que lo ha hecho tras el 0/10 que tuvo ante los Lakers, y lo que mejor habla del 30 de los Warriors es que sorprende más el partido en el que su casillero se queda a cero en triples que el hecho de que bata el récord de triples en un partido. Así es Curry, un jugador que ha hecho de la línea de tres su territorio y al que la NBA empieza a buscar maneras de dificultar esa suerte (se habla de que Adam Silver quiere alejar la línea de tres puntos o incluso instaurar el tiro de cuatro puntos).

Pero este récord no serviría de nada si no se hubiese conseguido la victoria, y los Warriors ganaron ayer a unos Pelicans que siguen sin levantar cabeza 0-7 en un flojo partido de ambos, que no maquilla que estos Warriors están lejos de su mejor versión y que de momento la calidad individual de la plantilla está consiguiendo victorias en fase regular, pero la falta de química todavía es evidente y es algo que con el paso de los partidos se irá adquiriendo y volverán a ser ese equipo que mueve tanto el balón hasta encontrar al tirador mejor situado, que en su caso podría ser cualquier jugador del quinteto prácticamente. Pero hasta que llegue ese día Curry sigue realizando noches de escándalo.

El Sevilla aguantó lo que aguantó el físico

El partido de ayer fue una obra de arte, la primera parte del Sevilla fue sublime, fue una apisonadora que tuvo al Barcelona contra las cuerdas en varias ocasiones y que se pudo ir al descanso con una renta de al menos dos goles y terminó empatando al borde del descanso merced a una obra de arte de nuevo de Messi. De no ser por ese gol sobre la bocina del descanso el partido hubiese cambiado mucho, el despliegue de los hispalenses fue enorme y verse a los vestuarios empatados a goles les hizo perder un poco la fe.

Aun así lo intentó al comienzo de la segunda pero ya el Barcelona se había hecho dueño del partido gracias a un Messi omnipresente que comenzó a repartir asistencias a todo el compañero que se desmarcara, Suárez anotó el segundo gol pero tuvo varias ocasiones clarísimas de gol que desaprovechó al igual que un Neymar que comenzó la segunda parte muy activo pero que fue desapareciendo poco a poco a medida que avanzaba el crono. Por su parte el Sevilla acusó el desgaste de la primera parte sin recompensa ya que acorraló al Barcelona no le concedió ni media ocasión y aun así iban empate (está claro que a Messi no se le puede dejar ni media ocasión).

Sampaoli planteó una encerrona perfecta que sólo un hombre pudo desatascar, pero está claro que con partidos así el Sevilla va a ser un rival temible y muy difícil de ganar, un equipo que presiona arriba sin descanso y que sabe salir rápido con la pelota para hacer daño cuando el rival está descolocado. Mucho mérito haber tenido al Barcelona 45 minutos contra las cuerdas y haber intentado un arreón final donde pudo haber penalti de Umtiti sobre Correa en la última jugada.

El desplome de Pochetino

La temporada pasada Mauricio Pochetino fue el único que aguantó el pulso en la Premier al sorprendente Leicester durante todo el año, y se preveía que este año fuese un buen año para los de White Hurt Lane. En la Premier fueron el primer equipo en derrotar al Manchester City de Guardiola y se afianzaban en los puestos de arriba de la tabla, pero llegó la Champions (hay que resaltar que tuvieron mucha fortuna en su grupo ya que se trataba de uno de los más asequibles) y llegó el descalabro.

No han sido capaces de ganar ningún partido como local todavía ante rivales como Leverkusen o Mónaco, que a priori son más inferiores que los Spurs. Es raro ya que si de algo se caracterizó el equipo de Pochetino es de fiabilidad en casa y de ser un equipo muy difícil de hacer un gol. Pese a todo está a dos puntos del segundo puesto que le arrebató el Leverkusen con su victoria a domicilio pero no deja de llamar la atención este dato.

Esta mala actuación como local hace que se tenga que jugar el todo por el todo en el Luis II de Mónaco para tener serias opciones finales. Es cierto que la baja de Harry Kane ha hecho mucho daño pero aún así no debería de ser excusa para que un equipo del potencial y presupuesto del Tottenham quedara fuera en un grupo tan asequible para el pase a octavos de la competición más importante del fútbol europeo.

Davis no significa victoria

La temporada ha comenzado para Anthony Davis como casi siempre, dominando la pintura en todos los partidos y siendo prácticamente imparable para cualquier defensa, pero a la hora de sumar victorias al casillero Pelican todavía no ha conseguido ninguna. El balance de 0-5 es desolador y augura otro año más sin playoffs para un jugador que debería jugarlos cada año. El equipo que le rodea no le ayuda a conseguir el objetivo y no parece que vaya a cambiar esta tendencia.

Davis renovó el año pasado con el equipo firmando el mayor contrato hecho jamás a un jugador de baloncesto, pero los malos resultados globales del equipo y un mal inicio como el de este año volvieron a provocar que se quedara sin playoffs y por culpa de lesiones sin disputar el All Star ni participar en las olimpiadas con el combinado nacional. Su rendimiento individual es intachable pero si no consigue victorias para su equipo con sus actuaciones puede acabar ganándose una etiqueta que no se merece.

Todavía está a tiempo, la conferencia oeste no es la más indicada para tener que realizar remontadas pero si Davis mantiene el nivel y el resto de la plantilla da un paso adelante esta situación puede cambiar facilmente (ahora mismo tanto Jazz como Kings esarían clasificados para playoffs) y ayudar así a Davis a aspirar al MVP que tarde o temprano debería ganar si mantiene este nivel (tiene el mejor PER de la liga desde hace dos años) y comenzar a ser unos fijos en unos playoffs que no deben perderse más mientras Davis esté en la plantilla.

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