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Territorio desconocido

El Atlético cuajó un gran partido anoche en Moscú ante el Lokomotiv en una noche de lo más atípica para el cuadro rojiblanco, siempre acostumbrado a partidos rácanos de ocasiones pero con el botín de los tres puntos. Tuvo un 70% de posesión, algo inédito, y durante los noventa minutos se dedicó a atacar y a tratar de crear ocasiones. Y eso que se adelantó en el minuto veinte de partido, pero esta vez en vez de acularse como otras veces, continuó con su planteamiento ofensivo y de buen trato de balón. Sólo una decisión muy rigurosa del árbitro permitió al conjunto ruso empatar un partido en el que no creó ninguna ocasión sobre la meta de Oblak.

No es el primer partido que el Atlético juega de esta manera, llev encadenadas varias jornadas de buen fútbol, con clara vocación ofensiva, y esto es una gran noticia ya que hacía un par de años que no se firmaba una serie de partidos de este nivel ofensivo en el cuadro de Simeone, que lo achaca al tener que abastecer de juego a Suárez, pero que yo lo veo más al hecho de que Joao Félix ha dado ese paso adelante necesario para hacerse dueño del juego atlético.

Lo preocupante de esto, por poner un pero, es que los resultados en Champions no están acompañando como se esperaba, la dura (por excesiva sin merecerlo) derrota en Múnich se subsanó con una victoria de buen juego pero muy sufrida en casa ante el Salzsburgo que dejaba todo en su sitio, pero el empate de ayer, que visto la derrota de los austriacos tampoco es tan mal resultado, hace que los rojiblancos de ganar al conjunto ruso en el Wanda tengan medio billete de octavos en el bolsillo. Esperemos que esta sea la línea del conjunto madrileño porque así si da gusto ver a este atlético, aunque haya perdido solidez defensiva (7 goles recibidos en 3 jornadas).

Mismos vicios pasados

El Atlético de Madrid ha mostrado en estas tres primeras jornadas del campeonato liguero (tres para él que empezó la competición mas tarde) sus dos caras. La cara apabullante con presión alta, en la que de verdad es un equipo difícil de batir y que disfruta y muestra que de verdad tiene gol y la peor versión en la que tira una parte del partido y sólo espera a ganar en base a un arreón final flojo y sin confianza total. De la ilusionante primera jornada donde todo funcionó, a dos empates consecutivos sin marcar y con el preocupante dato ante el Villareal de ni un solo tiro a puerta en todo el partido, un bagaje inadmisible para este equipo.

Ante el Villareal volvieron a tirar la primera parte, con un partido soporífero donde el Villareal se sintió muy cómodo y sin un dominio aplastante jugó el partido que más le interesaba. Simeone no favorece al equipo rotando tanto en estas jornadas, y el equipo pierde en exceso sin Carrasco en el campo, el jugador con más ganas más versátil junto a Joao Felix. Saúl dio además muestras de necesitar un descanso y un reseteo mental, el juego del equipo sin presión y corriendo haca atrás no favorece sus muchas virtudes, pero un encuentro de presión alta llegadas constantes de sorprender desde la segunda línea es lo que necesita el alicantino, y no tanto ritmo lento y ataques estáticos constantes sin movimiento de la gente de arriba.

Ahora quedan un par de semanas de pensar y analizar los errores, el año pasado jugando igual de mal ganaron los tres primeros partidos, pero tras la reanudación comenzó la debacle de resultados, comenzando por el desastre de Anoeta. El año pasado tuvo dos rémoras el equipo, los empates (y este año en tres jornadas ya lleva dos) y la sangría de puntos que se dejó en su estadio, otrora un fortín, y que este año de seis sólo ha sumado cuatro ante rivales asequibles. Sus perseguidores han entrado a la competición mejor y le toca ponerse las pilas si no quiere descolgarse ya desde el principio, aunque Simeone siempre ha sido de encontrar el tono y juego del equipo con la temporada rodada, pero este año tan atípico no hay tiempo para eso.

Descartes necesarios

El Real Madrid empató ayer ante la Real Sociedad en el REALE Stadium en un partido que tuvo dos caras, la primera parte con un dominio absoluto del equipo de Zidane, aunque sin ocasiones manifiestas, pero con el control absoluto del tempo y del balón. La Real sufrió mucho en esos primeros 45 minutos donde no pudo mas que replegarse atrás y achicar agua ante el dominio del equipo blanco.

Pero en la segunda parte con los cambios todo cambió, el Real, presa de su primer partido liguero decayó físicamente, pero también es cierto que los cambios no ayudaron en absoluto, al no contar con Isco, Asensio o Hazard, se echó en falta recambios de garantías, y más sabiendo que Bale y James están en la Premier a coste 0 por cabezonería de Zidane. Pero ahí no acaba la cosa, como Benzema se lesione este equipo va a sufrir ya que ninguno de los dos recambios cuenta para el entrenador, ni Jovi, por el que se desembolsó 60 millones hace un año, ni Mariano, que se hizo la recompra para dinamitar el fichaje por el Sevilla, parecen que vayan a tener ni un solo minuto esta campaña, y el Madrid en partidos atascados va a necesitar de ambos por cambiar dinámica, o simplemente por tener a algún 9 que fije centrales pelee bien los balones por alto.

Ayer Zidane ante esa tesitura decidió hacer debutar a dos canteranos inéditos, y casi le cuesta el partido si Isaak no hubiese fallado el mano a mano ante Courtois de los últimos minutos. Queda mucha liga y había varias bajas, pero ante la perspectiva de no fichajes salvo la vuelta de Odegaard tras su cesión, quizás ha sido un poco valiente prescindir de dos jugadores que no parece que estén para regalar, especialmente un James que todavía está en un momento importante de su carrera. Veremos si no se le hace larga la liga a este Madrid, y si no tiene que tirar de algún 9 a parte de contar más con Borja Mayoral que con los dos 9 suplentes que tiene en el prrimer equipo.

Carrasco ha vuelto

El Atlético demostró ayer en el Camp Nou su excelente momento de forma con un empate que supo a poco a los rojiblancos, que dominaron el partido y que quizás sólo la falta de finura en la zona de tres cuartos de campo les privó de marcar algún gol de más que mereció el equipo. Pero si alguien destacó por encima del resto ese fue Yanick Carrasco. El extremo belga jugó un partido descomunal, tanto en ataque como en defensa, dando una exhibición física y siendo una verdadera tortura para la defensa blaugrana, que además de los dos penaltis que le cometieron, le realizaron infinidad de faltas para parar las arrancadas de pura fuerza que realizaba. Simeone le premió además dejándole hasta a falta de seis minutos para el final del partido cuando en su enésima incursión en el área se vio que ya estaba con lo justo.

Carrasco no lo ha tenido fácil. tras su exilio en China de dos años, volvió al Atlético en navidades dispuesto a demostrar que sigue siendo el jugón que ya era cuando se marchó, pero quizás ahora con algo más de cabeza. Le costó como a casi todos entrar en la dinámica del equipo, venía además del parón en China por lo que le faltaba coger el ritmo de la competición, pero con el parón del COVID todos los jugadores han vuelto a la casilla de salida, y ya desde el primer partido en San Mamés fue titular y de los mejores del equipo una vez más. Quizás su talón de aquiles sea que cuando no es titular le cuesta entrar en la dinámica del equipo y su entrada suele resultar intrascendente para el equipo, pero ante el Osasuna entró de suplente y se le vio con muchas ganas, además de marcar su primer gol en su segunda etapa en el Atlético en ese partido.

El Cholo confía mucho en él, y di luz verde a su vuela cuando surgió la oportunidad, para el tipo de partidos de anoche Carrasco es el jugador perfecto, gran zancada, máxima velocidad y aprovechamiento de los espacios libres para dar respiro al equipo y estirarlo cuando toca recular. Ayer hizo todo bien, ayudó en la banda izquierda a Lodi para parar a Messi cuando arrancaba desde ahí, e incluso un detalle que llamó mucho la atención, cuando robó un balón a Messi para salir el mismo a la contra y le pitaron falta, protestó hasta que le sacaron la amarilla, demostrando que está muy metido en el equipo y con el objetivo claro. El Carrasco de antes no protestaba y parecía distante del partido con sus gestos y actitud, pero este nuevo Carrsaco post confinamiento ha vuelto para ser titular en un equipo que poco a poco y sin que nadie lo esperara está cogiendo velocidad de crucero.

Un Barcelona ‘desnaturalizado’

El Barcelona cumplió en Vigo para llevarse un empate que le mantiene como invicto en esta liga y que le hace haber podido rotar a todos los titulares salvo Ter Stegen para la final de Copa de este sábado. Pero lo hizo con una alineación en la que por primera vez en 16 años ningún jugador de la Masía era de la partida, lo que deja clara la nueva política de una directiva desnortada desde el aterrizaje del presidente Bartomeu.

El Barcelona, sin canteranos pero con jugadores pagados a base de talonario, fue zarandeado por un Celta que cuando Iago Aspas y Wass están en buena forma es un equipo temible, sobre todo en Balaídos. Así la primera parte el Barcelona se sostuvo sólo por el gran estado de forma de su portero, y por un Coutinho que parece que es el único empeñado en justificar que sí fue acertado su fichaje por el Barcelona pese a su alto precio.

Aún así el Barcelona se puso por delante con ese alma en pena que vaga por el campo llamado Dembélé, que pese al gol sigue dejando muestras preocupantes de desconexión y de apatía. Tras el descanso al que se llegó con justicia con 1-1 con gol de Jony, llegó el momento Messi. Durante los diez minutos en los que entró y que el Barcelona se mantuvo con 11, el Celta se vio sobrepasado totalmente por la figura de un jugador que cambió a todo el equipo e inició la gran jugada colectiva que terminó con el 1-2 de Alcácer (aunque el gol es 99% de Paulinho ya que su tiro iba dentro y Alcácer la toca en la línea para asegurar).

Pero entonces llegó el momento de Aspas, con un desmarque de libro le ganó la espalda a Sergi Roberto y Yerry Mina y el primero lo agarró descaradamente cuando se disponía al mano a mano con Stegen. Roja directa para el recién entrado (que no le priva de la final de Copa) y el Celta que volvió a dar un paso adelante. Empató en los últimos minutos por medio de Aspas, quién si no, con ayuda de su mano de manera involuntaria. Pero el Barcelona dejó claro que cuando se desnaturaliza no tiene norte, y al final los de casas deben arreglar el desaguisado.

Simeone no arriesgó

El Atlético se fue del Bernabéu este domingo con la sensación de que en sus mejores minutos su entrenador dio un paso atrás. Tras el buen gol de Cristiano Ronaldo, los de Simenone dieron un paso adelante para empatar a los cuatro minutos del gol local, y tener en la siguiente jugada la victoria en los pies de Koke, que disparó centrado un mano a mano con Keylor Navas. Y ahí, con el Real Madrid aturdido tras las dos buenas llegadas rojiblancas, fue cuando Simeone rompió a su equipo.

Quitó a Vitolo, el jugador junto con Griezmann más incisivo y peligroso de los atléticos, desestabilizando al equipo y dando un mensaje contradictorio. Y más cuando cinco minutos después y tras haber retirado el Madrid a Ronaldo, quitó a Diego Costa para meter a Gabi. El atlético no volvió a asomarse por la meta blanca lo que quedaba de partido salvo en una acción de superclase aislada de Griezmann. Se tuvo que encerrar atrás por la falta de referencia arriba, y porque con la amplitud de plantilla blanca Zidane introdujo a Modric y Isco de golpe para dar el golpe de gracia a los colchoneros.

Aguantó el Atlético, gracias a un Oblak magnífico una vez más, aunque salvo la falta del último minuto de Sergio Ramos, el Madrid dominó claramente aunque sin ninguna ocasión clara. El Atlético finalizó satisfecho tras dejar a los vecinos a cuatro puntos de distancia, pero con la sensación de que de haber apretado un poco más en sus buenos minutos el botín podría haber sido mayor.

El riesgo del 1-0

El Atlético tenía en mente otro final para el partido del sábado ante el Girona. Se adelantó con un gol de Griezmann y se dejó llevar durante el resto del encuentro en otra tediosa tarde de fútbol para los rojiblancos. El Cholo intentó subsanar la evidente falta de fútbol del equipo desde haca ya varias jornadas alineando un equipo bastante ofensivo, pero ni por esas el equipo era capaz de crear fútbol ni ocasiones a un Girona que sólo tuvo que estar ordenado para no sufrir en exceso ante el Atlético.

Se acabó adelantando el equipo de Simeone merced a un gran pase de Thomas a Costa que habilitó a un Griezmann que cada vez interviene menos en el juego y cuya participación cada vez es más inadvertida. Aún así el Girona dispuso de una ocasión clara en las botas de un Portu que fue un dolor de muelas por la banda izquierda para los de Simeone. Y ya con el 1-0 tras el descanso el equipo rojiblanco volvió a dar tres pasos atrás y dejar que pasaran los minutos sin tener ninguna necesidad de tocar el balón ni armar una jugada, algo que esta temporada se está elevando a su máxima expresión.

Así, tras quitar a Costa (por lesión) y a Griezmann se encontró tras una jugada horrorosa en defensa con un gol en contra. El Atlético demostró que su déficit es que no sabe atacar y se encontró con veinte minutos para poder volver a adelantarse en el marcador en los que no fue capaz siquiera de crear una sola ocasión clara ante la meta de Gorka Iraizoz. Fue un paso atrás en las aspiraciones de un Atlético que sigue arrastrando los problemas de cara a portería del año pasado y a los que ha sumado este año una fragilidad defensiva desconocida hasta la fecha.

Cavani arregla la niñería de Neymar

Ayer se disputó el clásico francés entre PSG y Olimpique de Marsella en un Velodrome hasta la bandera que por momentos pareció intimidar a la constelación de estrellas del PSG. Los marselleses empezaron el partido muy fuertes, con un ritmo de presión altísimo y que a los veinte minutos, mereced a un zapatazo de 30 metros de Luis Gustavo vieron recompensada en ventaja. Así replegaron un poco y bajaron la línea varios metros para confort de un PSG que acechaba pero sin ocasiones claras.

Pero entonces apareció Neymar al borde del descanso para enmudecer al estadio y dejar un partido que se podía complicar mucho para los capitalinos más que abierto. Pero el Marsella aguantó muy bien toda la segunda parte, bien agazapado, y con cambios que funcionaron. Y en un error de Rabiot al intentar sacar un balón, el Marsella volvió a adelantarse cuando quedaban apenas diez minutos de partido. Entonces el show de niño malcriado al que ya nos tiene muy acostumbrados Neymar. Se autoexpulsó en menos de cinco minutos, dejando a su equipo por debajo en el marcador y con uno menos, y con una actitud muy chulesca (sonrisa y aplausos incluidos) ante el árbitro que lo expulsó de manera más que justa.

Así el PSG se disponía a sufrir su primera derrota de la temporada, en el clásico francés, y ante un rival que no había conseguido ganarle en los últimos 12 enfrentamientos directos. Pero en la última jugada apareció Cavani, él mismo sufrió la falta, y él mismo se encargó de materializarla con un golpeo excelente, en el último instante que dejó helado a todo el Velodrome. Un final muy cruel para los marselleses que se vieron con los tres puntos y que al final se fueron con un empate que sabe a derrota tras realizar todo un partidazo, merced a un planteamiento táctico de Rudy García que de nuevo se comió al plan de un Emery cuya aportación al equipo cada día es menos visible.

Ziganda con la soga

El empate ayer in extremis de Iñaki Williams en Suecia pudo haber salvado el puesto del «cuco» Ziganda, una vez que los resultados del Athletic están siendo muy malos. Salvo la victoria del fin de semana pasado ante el Sevilla, los leones llevaban una racha de cuatro derrotas consecutivas. Sus opciones en Europa League se esfuman, a pesar de tener un grupo más que asequible, y las alineaciones del técnico están sorprendiendo a toda la parroquia rojiblanca que asiste sin explicación alguna a ver cómo algunas de sus estrellas no cuentan para el técnico.

Sorprende mucho ver en el banquillo constatntemente a jugadores del nivel de Iñaki Williams o Beñat. Ninguno de los dos está contando para Ziganda pese a haber sido fijos los últimos años en el once, y ser de los que más calidad y renombre tienen de la plantilla. Sorprende además que hace escasamente un par de semanas Beñat Etxebarría renovó su contrato con el Athletic tras no estar jugando prácticamente ningún partido. Williams también desechó una suculenta oferta del Dortmund para suplir a Dembélé para seguir creciendo en Bilbao pero tanto el medio como el extremo están viendo los partidos desde el banquillo.

Veremos lo que ocurre este fin de semana pero una derrota podría suponer el fin de Ziganda al frente de los leones, tras poco más de mes y medio de competición. Parece que el ex entrenador del Bilbao Athletic no se ha amoldado al primer equipo y que o mucho cambia la cosa o acabará sin comerse el turrón. Mala pinta esta situación del Athletic que ayer, que empató en el 92, pudo ser incluso peor.

Pitos a Bale, Benzemal y Asensio colosal

Partidazo el que se vivió ayer en el Santiago Bernabéu entre Madrid y Valencia. Los dos equipos lo dieron todo y acabaron llevándose un punto pero pudiendo ambos haberse llevado los tres puntos perfectamente. El Valencia volvió a ser un equipo sólido y ordenado por primera ve en mucho tiempo y pudo salir incluso con un botín mayor del estadio del líder, tras ponerse 1-2 a falta de tan sólo quince minutos para la conclusión. Marcelino alineó a los dos nuevos fichajes del equipo y la jugada le salió a la perfección, sobre todo en el caso de Kondogbia que corroboró su partidazo con un gran gol llegando desde la segunda línea.

En el Madrid se le escaparon dos puntos en parte gracias a los fallos inverosímiles de un Benzema que acabó con el partido con algunos pitos. Tuvo hasta tres claras ocasiones mas un palo que pudieron cambiar el final del partido, pero no fue su noche y desperdició de manera increíble todas. Otro que tampoco tuvo su día y acabó más pitado que el propio Benzema fue un Gareth Bale que cada día desentona más en el equipo y cuya aportación cada vez es menor en el juego y todo apunta a que en cuanto Cristiano finalice su sanción deberá ser relegado al banquillo en favor de un Asensio en estado de gracia.

Y por supuesto el nombre propio de la noche, Marco Asensio, que anotó dos golazos y se echó a todo el Real Madrid en la espalda para estar a punto de culminar otra remontada express para los blancos. Parece ya todo un veterano por las decisiones que toma y con el cambio de Isco en el banquillo llevó todo el peligro del equipo en ataque. Fue un dolor de cabeza para toda la zaga che y acabó anotando un doblete. Ahora mismo es quizás el jugador del Real Madrid más en forma y ya ha derribado la puerta de la titularidad en el equipo, creando un serio problema para Zidane que tendrá que ingeniárselas para tener a todos contentos y con minutos.