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Derrota crítica

Crítica derrota la del Atlético este domingo que deja al equipo muy tocado y con la posibilidad de perder el liderato a manos del Barcelona este mismo jueves. Un mal inicio del Atlético, que incomprensiblemente no salió a por el partido, sabedor del tropiezo del Madrid y de que el Barcelona, ganando su partido entre semana le podía igualar o pasar en caso de no ganar. Es inadmisible la actitud del equipo, e incluso la reacción del entrenador, donde en otros partidos ajustó con cambios antes del descanso, o incluso en el mismo descanso, sabiendo que el equipo no estaba funcionando y tiró toda la primera mitad.

Aún así, consiguió el empate a diez minutos del final y cometió el inexcusable error de bajar revoluciones al partido, en vez de aprovechar la inercia del gol y la euforia para buscar una victoria trascendental en el campeonato. Pero lejos de eso, dio la sensación del que el gol sentó mejor a los locales, que volvieron a dominar el partido y marcaron en un córner tras un despiste total de la defensa colchonera. Así es muy difícil conquistar campeonatos, pero la única noticia buena para los de Simeone es que siguen dependiendo de ellos mismos.

También ahora deben acudir con la urgencia de ganar en el Camp Nou al Barcelona, algo que parece complicado y más cuando llevan quince años sin hacerlo en feudo barcelonista. Peor el Atlético rinde mejor cuando tiene que ir a por el partido que no cuando especula con el resultado, algo que le pesó sobremanera en San Mamés. La diferencia enorme que tenía sobre el Barcelona se ha dilapidado, pero quedan cinco jornadas para la redención de una liga que han tenido muy cerca y parece que la han dejado escapar por realizar una segunda vuelta en la que han repetido todos los errores de la temporada pasada.

Situación complicada

La suplencia de Joao Félix anoche ante el Sevilla no fue casualidad, el joven futbolista portugués comienza por segunda jornada liguera consecutiva en el banquillo, y esta vez en un duelo decisivo para el cuadro colchonero. Es una realidad que Lemar y Correa le han comido la tostada al menino, y ahora mismo, y tras el nivel que vienen mostrando ambos, el 7 va a tener muchas dificultades para entrar en el once titular. El partido en Valdebebas dejó claro para Simeone, que lo evidenció con un prematuro cambio, que Félix no es su principal opción en los partidos donde hay que meter la pierna y el equipo necesita defensa pro parte de los once jugadores.

Pero la situación se puede revertir, el inicio liguero del fichaje más caro del Atlético de Madrid fue brillante, pero se ha ido diluyendo conforme emergían las figuras de Carrasco (el hombre más en forma del equipo sin duda alguna), Llorente, Lemar y ahora Correa. Todos ellos han adelantado por la derecha al mediapunta gracias al trabajo e implicación defensiva, algo que sigue siendo una asignatura más que pendiente para Félix. Habrá que ver si deja atrás su carácter mohíno y apático y saca algo de rebeldía ante esta situación que ahora mismo es complicada para él.

La temporada es larga y el riesgo de lesiones es alto, algo que corre a su favor, pero tampoco se le ve en los minutos que entra al campo ganas de querer cambiar su situación. Ante el Huesca es verdad que dio la asistencia de la victoria a Suárez, pero fue un destello de su calidad más que implicación durante el partido. Ya son muchos periodos que atraviesa así Joao, que sigue con la asignatura pendiente de la constancia y la regularidad, parece que tras el partido ante el Leipzig en Lisboa y el inicio liguero iba a dar el paso adelante necesario, pero ha vuelto a otra etapa de ostracismo mientras sus competidores por el puesto están en su mejor momento.

Cambio de estilo

Importantísima victoria la cosechada anoche por el Athletic Club en Balaídos con un fútbol y un estilo totalmente distinto al practicado históricamente por el club vasco a lo largo de su historia. Y todo porque su nueve ya no es un jugador fuerte de área que caza todo por arriba, ahora es un velocista que disfruta más cayendo a banda y encarando con espacios a la defensa. También le ayuda que haya un mediapunta habilidoso como es Iker Muniain que está jugando sus mejor fútbol tras la grave lesión de rodilla que sufrió el año pasado. Aún así el equipo todavía está aclimatándose a ese estilo y sufre sobremanera con el fantasma del descenso de fondo constantemente.

Garitano ha conseguido en las cuatro jornadas que lleva al frente del equipo dos empates dos victorias, más victorias que en toda la estapa de Berizzo al frente de los leones, que con el argentino sólo ganaron un partido de liga. El equipo ahora mismo es un flan por la situación en la que se encuentra y son conscientes de lo que supondría un descenso en un club con la historia y la tradición del Bilbao, y con la victoria que consiguieron ayer salieron del descenso en una jornada en la que era muy importante ganar ya que tanto Huesca como Rayo Vallecano habían ganado sus partidos, convirtiendo el partido de Balaídos en vital.

Veremos si con esta victoria la afición, que tradicionalmente ha sido muy fiel al equipo, se reengancha ya que últimamente no se llena San Mamés. Ya en las elecciones presidenciales hubo poca participación en el voto con menos del 46% de los socios votando al nuevo presidente. El mercado invernal además puede abrir una vía de esperanza con jugadores como Llorente o Ander Herrera marcados en rojo en la agenda bilbaína. Mucho queda todavía pero parece que el conjunto vasco muestra señales de vida, aunque sea con un estilo diferente.

Gran fichaje el de Merino

La Real Sociedad necesitaba dar un golpe de efecto en su plantilla después de una temporada con más decepciones que alegrías. Con la salida en navidad de Carlos Vela y la ya anunciada para verano de Xabi Prieto, junto con la de Carlos Martínez (aunque esta última en menor medida), dejaban falta de referentes a una plantilla a la que le faltaba algo de mordiente para aspirar de nuevo a puestos europeos. La marcha de Odriozola rumbo al Bernabéu tampoco ha ayudado al equipo.

Pero en estas los canteranos con calidad como Oyarzábal (que ha asumido el dorsal 10 del capitán Prieto) o Illarramendi deben dar un paso adelante. Además y siendo un fichaje poco sonado han traído al navarro Mikel Merino, un jugador desconocido en España pero que se fue al Dortmund como promesa para acabar triunfando la temporada pasada en el Newcastle y convertirse en la gran esperanza txuriurdín de esta temporada.

Merino lo tiene todo para triunfar en el fútbol español, clase, visión de juego, y una velocidad en conducción con el balón que le hacen desequilibrante para cualquier defensa y que le permiten abrir espacios y opciones de ataque para el resto de compañeros. Le falta madurar todavía algo su juego, pero estamos ante un jugador muy joven que viene con muchas ganas de demostrar lo gran futbolistas que es y que fue petición expresa del nuevo entrenador donostiarra Garitano que puede sacar la mejor versión del medio como ya hiciera el año pasado con Gabriel Pires en el Leganés. Mucha calidad ha fichado para su centro del campo la Real, solo hace falta que encaje tan bien como se prevee.

Un Barcelona ‘desnaturalizado’

El Barcelona cumplió en Vigo para llevarse un empate que le mantiene como invicto en esta liga y que le hace haber podido rotar a todos los titulares salvo Ter Stegen para la final de Copa de este sábado. Pero lo hizo con una alineación en la que por primera vez en 16 años ningún jugador de la Masía era de la partida, lo que deja clara la nueva política de una directiva desnortada desde el aterrizaje del presidente Bartomeu.

El Barcelona, sin canteranos pero con jugadores pagados a base de talonario, fue zarandeado por un Celta que cuando Iago Aspas y Wass están en buena forma es un equipo temible, sobre todo en Balaídos. Así la primera parte el Barcelona se sostuvo sólo por el gran estado de forma de su portero, y por un Coutinho que parece que es el único empeñado en justificar que sí fue acertado su fichaje por el Barcelona pese a su alto precio.

Aún así el Barcelona se puso por delante con ese alma en pena que vaga por el campo llamado Dembélé, que pese al gol sigue dejando muestras preocupantes de desconexión y de apatía. Tras el descanso al que se llegó con justicia con 1-1 con gol de Jony, llegó el momento Messi. Durante los diez minutos en los que entró y que el Barcelona se mantuvo con 11, el Celta se vio sobrepasado totalmente por la figura de un jugador que cambió a todo el equipo e inició la gran jugada colectiva que terminó con el 1-2 de Alcácer (aunque el gol es 99% de Paulinho ya que su tiro iba dentro y Alcácer la toca en la línea para asegurar).

Pero entonces llegó el momento de Aspas, con un desmarque de libro le ganó la espalda a Sergi Roberto y Yerry Mina y el primero lo agarró descaradamente cuando se disponía al mano a mano con Stegen. Roja directa para el recién entrado (que no le priva de la final de Copa) y el Celta que volvió a dar un paso adelante. Empató en los últimos minutos por medio de Aspas, quién si no, con ayuda de su mano de manera involuntaria. Pero el Barcelona dejó claro que cuando se desnaturaliza no tiene norte, y al final los de casas deben arreglar el desaguisado.

Otro sopor de Simeone

El Atlético se marchó de Málaga con los tres puntos en el saco y a la espera de lo que sucediese el domingo en el Camp Nou para recortar puntos al Barcelona en esa lucha por el título de liga. Pero lo que realizó durante los 90 minutos de partido en la Rosaleda dejaron mucho que desear. Otro partido soporífero e impropio de un segundo clasificado de la Liga Santander, pero que al traducirse en tres puntos parece que no importa demasiado.

Es cierto que el juego de Simeone siempre ha sido aprovechar los errores del rival, adelantarse en el marcador, y, una vez por delante, defender con uñas y dientes el resultado. Pero este año el juego del equipo está siendo el pero desde que desembarcó el argentino en el club colchonero allá por Enero de 2012. Este partido, lo triste es que no desentona con los vividos este mismo año en Vigo, en Coruña, en Sevilla (ante el Betis) o en Eibar. Y lo peor de todo es que todos acabaron con el mismo marcador, un 1-0 rácano y sin ningún merecimiento.

La inversión en el equipo ha sido fuerte este verano pese a no poder inscribir hasta Enero, el club aguantó hasta navidades a la espera de que Diego Coasta y Vitolo pudiesen formar parte del equipo. Y una vez pasado el subidón de Diego Costa con el equipo, se ha vuelto al ritmo lento, cansino, sin fútbol ni ocasiones y en el que ya sólo Oblak mantiene a un equipo que vive de una acción a favor e intenta que no ocurra nada más reseñable durante 90 minutos. Muy poco para un equipo que debería por nombre e inversión desplegar un fútbol dominante.

A Marcelino le sale mal el planteamiento

La temporada del Valencia está siendo más que buena. Por fin ha salido el equipo de ese ostracismo que le hacía deambular por la zona media de la tabla sin ningún tipo de aspiración año tras año. Pero desde que llegó Marcelino el equipo es otro. Por fin se ve a un equipo serio, ordenado y que no se viene abajo al primer revés y que de verdad compite contra los equipos grandes.

Y así llegaba el equipo a un tramo más que exigente con las visitas al Cam Nou y al Metropolitano y recibir al Madrid en Mestalla. En los tres partidos Marcelino varió el estilo y el esquema para hacer un partido más pensando en no perder que en ganar y en los tres casos la apuesta le salió mal, ya que perdió los tres. Es cierto que la baja de su jugador más en forma, Guedes, le ha hecho mucho daño al equipo, pero su planteamiento en el Camp Nou en Copa y en el Wanda Metropolitano en Liga fue más para no perder que para ir de verdad a por el partido, y en ambos escenarios se marchó sin realizar una sola ocasión de gol clara.

Pese a esto todavía le queda la vuelta en Mestalla en Copa de este jueves, donde puede dar un giro de 180 grados y revertir esta situación, clasificándose para la Copa, pero lo que está claro es que su objetivo es volver a entrar en la Champions y afianzar un proyecto que por fin parece que tiene futuro. El propietario Peter Lim tendrá que realizar fuertes inversiones para mantener el nivel de la plantilla, ya que tanto Kondogbia como Guedes como Vietto están en calidad de cedidos.

El riesgo del 1-0

El Atlético tenía en mente otro final para el partido del sábado ante el Girona. Se adelantó con un gol de Griezmann y se dejó llevar durante el resto del encuentro en otra tediosa tarde de fútbol para los rojiblancos. El Cholo intentó subsanar la evidente falta de fútbol del equipo desde haca ya varias jornadas alineando un equipo bastante ofensivo, pero ni por esas el equipo era capaz de crear fútbol ni ocasiones a un Girona que sólo tuvo que estar ordenado para no sufrir en exceso ante el Atlético.

Se acabó adelantando el equipo de Simeone merced a un gran pase de Thomas a Costa que habilitó a un Griezmann que cada vez interviene menos en el juego y cuya participación cada vez es más inadvertida. Aún así el Girona dispuso de una ocasión clara en las botas de un Portu que fue un dolor de muelas por la banda izquierda para los de Simeone. Y ya con el 1-0 tras el descanso el equipo rojiblanco volvió a dar tres pasos atrás y dejar que pasaran los minutos sin tener ninguna necesidad de tocar el balón ni armar una jugada, algo que esta temporada se está elevando a su máxima expresión.

Así, tras quitar a Costa (por lesión) y a Griezmann se encontró tras una jugada horrorosa en defensa con un gol en contra. El Atlético demostró que su déficit es que no sabe atacar y se encontró con veinte minutos para poder volver a adelantarse en el marcador en los que no fue capaz siquiera de crear una sola ocasión clara ante la meta de Gorka Iraizoz. Fue un paso atrás en las aspiraciones de un Atlético que sigue arrastrando los problemas de cara a portería del año pasado y a los que ha sumado este año una fragilidad defensiva desconocida hasta la fecha.

Valverde y el triunfo del trabajo bien hecho

Ernesto Valverde ya ha firmado el mejor inicio de temporada en la historia del Fútbol Club Barcelona. El equipo está invicto en todas las competiciones y marcha con nueve puntos de ventaja sobre el segundo clasificado en Liga además de haber pasado de ronda en Copa y terminado como primero de grupo en Champions. Y lo ha hecho todo tras uno de los veranos más complicados (si no el que más) de la historia del Barcelona. El txingurri se encontró con el terremoto veraniego de Neymar y lo supo gestionar como mejor sabe. Sin levantar una palabra pero teniendo claro la idea de juego y de equipo que quería.

Acertó cuando fue el único que apostó por Paulinho, ha sabido sobreponerse a no poder contar con Dembélé en todo lo que llevamos de temporada prácticamente, y ha jugado en todos los campos complicados del campeonato salvo en el Pizjuán sin haber perdido uno solo. Y todo en un clima de calma que hacía mucho que no se vivía en Can Barça. Es el triunfo de un hombre tranquilo que merecía la oportunidad de entrenar a un equipo grande y que la está aprovechando al máximo.

Y el Sábado fue otra exhibición. Poco a poco, Valverde ha cambiado la estructura del juego del Barcelona para hacerle un equipo más rocoso, más difícil de atacar y menos vulnerable en defensa, algo de lo que llevaba años adoleciendo el equipo. Y todo ello sin que Messi (pichichi del campeonato) o Suárez (al que le ha costado entrar en dinámica por molestias en su rodilla), se hayan resentido en sus cifras goleadoras. Ambos marcaron en el Bernabéu para dejar la liga sentenciada prácticamente y para dar un golpe sobre la mesa dejando claro que este Barcelona sabe competir ante cualquier rival y en cualquier estadio.

El Madrid obligado a ganar

El ‘Clásico’ llega este sábado con urgencias máximas para el Real Madrid que ve como el Barcelona está a 11 puntos de distancia ahora mismo (con un partido más) y con la tranquilidad de que pase lo que pase seguirá siendo líder destacado del campeonato. El Madrid por su parte tendrá que hacer frente al cansancio que le ha supuesto el Mundialito de Clubes y que puede provocar bajón físico durante el trascendental partido.

El Madrid parte como favorito, tiene la necesidad de ganar, con el público a su favor, y con una plantilla bastante superior a la del Barcelona, por mucho que la clasificación diga lo contrario. Pero en el Barcelona juega Messi, que tiene tomada la medida al Madrid (es el máximo goleador de la hsitoria de los clásicos) y al Bernabéu y puede cambiar él solo el devenir del partido. Pero en condiciones normales el Madrid es favorito total para un partido que puede dejar fuera de la liga al Madrid cuando no se lleva disputado ni la primera vuelta del campeonato. Valverde es muy consciente de eso y alineará a cuatro centrocampistas para intentar hacer frente al poderío blanco en la medular y marcar con especial atención a un Isco que a día de hoy es el elemento diferencial del Madrid con diferencia.

Zidane se guardará la carta de Gareth Bale para la segunda parte para intentar aprovechar el cansancio de los titulares y aprovechar los posibles espacios que puedan aparecer. Valverde perdió a su principal revulsivo arriba que era Alcácer, y Deulofeu se lesionó esta misma semana por lo que unidos a la baja de Dembélé deja con muy pocos efectivos el frente de ataque de un Barcelona que con Messi y Suárez recuperando su mejor nivel tratarán de asaltar por segundo tercer año consecutivo el Santiago Bernabéu y dejar al Madrid fuera de la lucha por la Liga.