Marcha atrás de la marcha atrás

Se confirmó el secreto a voces de la marcha atrás de la decisión de Xavi de dimitir del cargo de entrenador del Barcelona. Una controvertida decisión, que pone en tela de juicio la honestidad del propio Xavi, la dirección del equipo por parte de Xavi, y sobre todo el plan de futuro y la toma de decisiones de un Laporta más en entredicho que nunca. Esta continuidad de Xavi al frente del equipo deja la sensación de casa de los líos en el Barcelona, donde lo económico está apretando hasta límites insospechados, alargando la continuidad de un entrenador y de un proyecto que no parece que pueda crecer mucho y en donde no va a haber mucho ayuda en forma de fichajes. Este año se ha demostrado que de la mano del tolosarra este equipo no puede dar más, que ha alcanzado su techo y no le ha dado para conquistar ningún título este año (ni ha estado cerca siquiera) por lo que las expectativas para la temporada que viene son escasas.

Bien es cierto que la temporada pasada, la conquista de la Liga y la Supercopa fueron un gran logro por parte del técnico, pero todas las virtudes de esa temporada se han desvanecido este año, convirtiendo en oasis esos logros a día de hoy, viendo como se va a armar el Real Madrid este verano. Esto va a provocar además que la distancia entre ambos equipos sea mayor que nunca, por lo que el Barcelona puede vivir otra temporada donde no pueda ni acercarse al Real Madrid, este año ha perdido todos los duelos directos, con sonoras y dolorosas derrotas, en especial el 4-0 de Arabia en la Supercopa. Xavi va a tener además muchas patatas calientes, sabedor de que el año pasado sus peticiones no pudieron ser concedidas por lo económico en el club, este verano el problema vuelve a ser el mismo, pro lo que la solución de tirar con lo que hay no parece viable, y menos con las grietas internas que parece tener el equipo con declaraciones de Gündhogan partiendo el vestuario y dejándolo muy tocado.

Desde la marcha de Mateu Alemany el club no parece tener un rumbo fijo, decisiones erráticas, muy comprometidas, pocos aciertos en cuanto a fichajes, y la nula capacidad de venta de una institución que se auto devora por momentos están haciendo que las palancas que se están tomando no estén ayudando demasiado en el presente y siga comprometido el futuro. Las únicas noticias buenas son las irrupciones de los imberbes Cubarsí y Lamine, a los que se le es exige que se echen al hombro al club sin ser siquiera mayores de edad, y esperamos que no se quemen antes de tiempo y cumplan las expectativas depositadas. Muchísimo trabajo para un equipo la que las lesiones han hecho que Laporta «obligue» a Xavi a cambiar su staff médico, con lo que la estancia de Xavi en el banquillo habrá que ver con cuantos poderes ha sido.

Otro proyecto nulo más

Kevin Durant, un jugador generacional como pocos ha habido, quizás la mejor arma ofensiva de la historia de la NBA, un hall of fame de manual, que no ha sabido gestionar una carrera que va a ser mucho menos «glamurosa» de lo que debería por un carácter indolente que siempre le ah penalizado, incluso cuando estaba en la cima llevando a los Warriors a dos anillos consecutivos siendo el MVP de ese equipazo plagado de estrellas.

Desde su llegada a la NBA se vio que era un jugador diferente, viviendo la última temporada de los Sonics en la NBA se proclamó sin discusión como Rookie del año, y forjó, merced a los espectaculares picks de la dirección de los nuevos Thunder, uno de los equipos más prometedores que se recuerdan. En ese equipo estaban a parte de KD, Westbrook, James Harden, Gerald Green y Serge Ibaka. Casi nada. Un auténtico equipazo que cambió la pieza de Green por Perkins para optar por un anillo que acariciaron ante los Heat de LeBron y Wade, pero que Harden dinamitó para mal de los Thunder al no rendir por no asumir su rol de sexto hombre y tener la mente en los Rockets donde finalmente recalaría al término de esa temporada.

Luego, la dinastía de los Warriors, a los que forzó a un durísimo séptimo partido que acabó perdiendo, unido a su deslealtad a Westbrook (al que llegó a confirmar su continuidad en Oklahoma en una cena íntima que no acabó cumpliendo) le hizo ser el villano de la NBA durante una época. Una fama que borró de un plumazo con su rendimiento en playoffs, siendo el factor diferencial para recuperar la corona para los de la Bahía tras su estrepitoso batacazo en las anteriores finales ante los Cavs.

Pero tras su sonada ruptura con intento de agresión por parte de Draymond Green, y su ruptura del talón de aquiles, firmó por un proyecto nuevo en los Brooklyn Nets, pero de nuevo eligió mal a sus compañeros de viaje, y junto con Kyrie Irving y con James Harden de nuevo fracasó en su asalto a un nuevo anillo. Tras el desembarco de todos se marchó a unos Phoenix Suns al alza, finalistas el año anterior de la NBA y nada está saliendo como se esperaba. Ni siquiera un verano movido, con movimientos arriesgados como fichar a Bradley Beal para forjar un nuevo big three. Pero las lesiones y la 0 cohesión de un equipo que no ha jugado nunca como equipo con el potencial que tiene, ha dejado de momento un bagaje de 2-0 a favor de los Timberwolves en la primera serie de playoffs, al borde de la eliminación, con muy malas sensaciones para los de Arizona en ambos partidos. Y todo esto con un Kevin Durant camino de los 36 años ya.

Tecnología necesaria

El Clásico dejó de nuevo la evidencia de la falta de tecnología en el fútbol español. La implantación del VAR no ha venido acompañado por la tecnología de gol y ya no es la primera vez que se hace necesaria y que se salda la jugada sin poder certificar si de verdad fue gol o no. En los tiempos que corren, y con las grandes ligas que compiten con la LFP, como la Premier, la Bundesliga o la Serie A con el sistema de línea de gol instalado, no se puede permitir otra temporada sin él. La jugada dejó en evidencia que con las cámaras no llega para estas situaciones, y ha quedado retratada ante todo el mundo en el Clásico, el partido más seguido en todos los rincones del mundo.

Lo más triste es que se ha tomado una decisión en base a que no se puede demostrar una cosa u otra, por lo que deja claro que la tecnología que hay ahora mismo no sirve de nada. Más de dos minutos de espera para no poder tomar una decisión ya que no había una toma clara para tomar una decisión. Una jugada que sea gol o no es muy determinante, y no es la primera vez que ocurre en esta liga ya. Si se quiere ser la mejor liga del mundo estos escándalos son evitables, además de ser una tecnología que no es ambigua, te avisa al momento y sin posibilidad de fallo, como el ojo de halcón del tenis.

Tebas ya ha salido con excusas para justificar la no compra de esta tecnología, pero para el año que viene no hay excusa que valga. Ha quedado demostrado la necesidad de la misma desde hace dos años y en el resto de competiciones ya está implementada, por lo que no tiene sentido que no esté funcionando actualmente. Eso y el fuera de juego semiautomático debería ser «obligatorio» a partir de la próxima temporada para acabar con tanta revisión tardía, haciendo líneas sobre el monitor sin tener claro del todo en muchos casos si la línea trazada es la correcta, y que la mano humana puede cometer errores.

Bochornoso

Se acaban los calificativos con el Atlético de Madrid. Su actuación de ayer roza la penuria y no da buenas sensaciones para los seis partidos ligueros que quedan (y jugándose la clasificación para la Champions todavía). Una derrota ante un Alavés que hizo lo un partido sencillo, sin alardes, y que superó en todo a un Atlético que compareció en Vitoria en cuerpo, pero no en alma. Una vez más la meritocracia de Simeone no la entiende nadie, que sigan jugando de titular jugadores como Nahuel, Savic o de Paul, todos en un estado lamentable y siendo señalados en la dolorosa derrota de Dortmund, especialmente sangrante es el caso de Nahuel, sin oportunidades para los jugadores de piernas frescas, los jóvenes no entran en los planes de inicio de Simeone, y la poca rotación de l aplantilla levaron a una nueva exhibición de equipo cansado, sin capacidad de ataque ni defensa, arrastrado por el campo e incapaz de ganar ningún duelo directo durante todo el partido.

Nos ha acostumbrado el Atlético a algún partido de este tipo a lo largo de la temporada, un partido en el que no se genera nada de peligro, ante un rival de la zona más baja de la tabla, y que le supera en todos los aspectos del juego. No se debería permitir, ni tapar un partido así porque la sensaciones son malísima, la indolencia es máxima, y la sensación de que no pasa nada, que la hinchada llenará el campo el siguiente sábado contra el Athletic se da por sentado, cuando no debería de ser así. El club debería dar un toque serio a unos jugadores acomodados, muy alejados de su mejor versión la gran mayoría, y con un conformismo ya que asusta de cara a futuros proyectos.

Pero no solo el problema es de los jugadores. La confección de la plantilla, con fichajes que no suman, en busca siempre de gangas gratuitas pasados de edad, y con ventas de jugadores importantes como Carrasco, provocan una devaluación de la plantilla que cada año es más evidente y aleja la lucha por los títulos cada vez más pronto en la temporada. Pero la parte de preparación física cada vez es pero en el equipo, este año será el último de un Profe Ortega que lleva varios años bajo lupa por el flojo nivel físico de la plantilla y por la cantidad de lesiones musculares sufridas, además de por la lenta recuperación de todos (Griezmann casi dos meses después sigue renqueante de un esguince sufrido en el Meazza). Un profunda reconstrucción y limpieza urge en el club si quieren volver a competir de verdad por la temporada, o de lo contrario se conformarán con seguir quedando entre los cuatro primeros y penar desde Febrero/Marzo todas las temporadas.

Tocado y Hundido

El Atlético naufragó de manera absoluta en una noche para el olvido en Dortmund, ante uno de los peores Borussia que se recuerdan por nombres, y con las peores sensaciones que se recuerdan del equipo colchonero en mucho tiempo. Intentar pasar a semifinales de la Champions y recibir 4 goles es un bagaje que da mucho que pensar a un equipo que está pidiendo a gritos una renovación urgente desde hace ya dos años, y que se está resistiendo el club a hacerla merced a acomodarse con el objetivo mínimo año tras año. Entrar en Champions es un logro importante para el Atlético, pero lleva dos años consiguiéndolo sobre la bocina y cada vez con más coste. No se puede maquillar esta derrota, que está muy cerca de poder considerarse fracaso, con la ya más que usada justificación de la contundencia. Esa matraca ya huele desde hace dos años, para justificar fracasos y no entonar un mea culpa muy necesario desde arriba hasta abajo en toda la organización. Ni Simeone ha estado acertado desde la banda (no reaccionó a tiempo con cambios en la ida, y su planteamiento inicial de ayer le llevó a hacer tres cambios en el descanso con el 2-0 ya encajado) ni los jugadores han rendido al nivel mínimo exigido. No se salva ni un Griezmann, que desde que se lesión de tobillo en el Meazza, no ha vuelto a rendir al 100%.

Debería hacerse autocrítica de una vez, y ver que de verdad hay que hacer una estructura nueva de equipo, o probar con otra dirección en los banquillos. Este equipo no da para más actualmente, y uno o dos fichajes en verano no van a solucionar un problema endémico que empieza por el bajón en la portería de Oblak (lleva casi cuatro años siendo una sombra de sí mismo), una defensa que no rinde y que ha batido el récord de goles encajados en la era Cholo (y con una media de edad de más de 30 años), un centro del campo inoperante y en que Koke, que no puede ser medio defensivo al más alto nivel por sus condiciones físicas, no tiene un solo partido de descanso, y una delantera en la que Morata y Correa no son delanteros ninguno de primer nivel (no solo por las claras ocasiones falladas, sino por su impacto en los partidos importantes) y un Memphis que se lesiona cada tres partidos que juega. No todo son malas noticias, hay jugadores que están para rendir al primer nivel y que son muy útiles si el resto del equipo estuviera a su nivel, Llorente, Lino o Barrios son el futuro para un equipo que necesita una limpia estructural importante si no quiere tener otra temporada igual, sin disputar títulos los últimos meses de competición y autocomplacerse con que quedar entre los 4 primeros es lo que hay que lograr.

Ojo a la vuelta

El Barcelona dio un paso importante para la clasificación a semifinales de la Champions League de este año con una meritoria victoria en el parque de los príncipes. Un resultado para afrontar la vuelta con muchas mas garantías. Pero la eliminación del valor doble de los goles fuera de casa hace que el resultado sea engañoso, un solo gol del PSG manda el partido a la prórroga, y viene herido tras una decepcionante ida en su estadio.

Mbappé además ha sufrido duras críticas y querrá resarcirse en un estadio donde ya anotó un hat trick en su única visita, y sabedor que puede ser su último partido europeo con el equipo parisino. El resultado de la ida además es un poco engañoso, pese a la superioridad blaugrana el PSG con empate en el marcador dio dos veces al palo, pudiendo cambiar completamente el resultado, y unido a fallos claros de Donnarumma (sobre todo en el tercer gol), hicieron posible la victoria de los de Xavi.

Y el mayor error que puede cometer el Barcelona es creerse superior, creer que la victoria de la ida supone ventaja en la vuelta, y que el equipo es superior al de Luis Enrique. Sacar pecho tras la victoria no ayuda, y más recordando el historial de remontadas en contra que han sufrido los blaugranas últimamente en la competición, además estar en cuartos por primera vez tras cuatro temporadas, mucho tiempo para un club que quiere alzarse con el trofeo desde 2015. Si controlan el partido y no permiten correr al rival, tendrá mucho ganado, pero que nadie crea que esto está hecho porque se prevé un partido tenso y que se va a decidir por pequeños detalles, y esos pequeños detalles decantaron el duelo a favor de los azulgrana, pero puede que la suerte sea más esquiva esta vez.

Tardó en reaccionar

Simeone y el Atlético perdieron una oportunidad clarísima de dejar sentenciada una eliminatoria que tuvieron durante muchos minutos muy de cara, y que terminaron pidiendo la hora para no perder toda la ventaja acumulada. El partido se resolvió por un solo gol de diferencia, pero pudo pasar de todo, desde una victoria aplastante del Atlético, merced a los errores infantiles del Dortmund, o incluso un empate, con dos remates finales al palo de los alemanes, que se sobrepusieron a su mal inicio. Una eliminatoria que está muy abierta para ambos y que el Atlético afrontará con más apuros de los que debería si hubiera gestionado mejor un partido que se puso más de cara de lo esperado.

Ya se vio que desde el inico de la segunda parte y con los cambios realizados por Terzic (especialmente las entradas de Brandt y de Haller) el conjunto borusser dio un paso adelante y el Atlético, con poca intervención de un Simeone que tardó en exceso en refrecar al equipo, dos para trás. Cambió totalmente la tendencia de un partido que se atisbaba como un funeral para los de la cuenca del Rhür y un paseo para los colchoneros, pero nada más lejos de la realidad. Una buena reacción de los alemanes unida a la inoperancia atlética y a un bajón en lo físico (tras 9 días seguidos de descanso sin competiciones) dejaron volver a meterse en el partido y la eliminatoria a los visitantes.

Ahora el Signal Iduna Park dictará sentencia a una eliminatoria que se preveía igualada en el inicio, pero que el Atlético ha dejado escapar vivo a un rival que inesperadamente (siendo el conjunto menos goleado de la fase de grupos) concedió demasiadas ventajas. En la máxima competición cuando perdonas lo acabas pagando y habrá que ver si el Atlético no se acuerda de las ocasiones y la ventaja perdidas, porque el estadio del Borussia, como el Metropolitano, es de los que más aprietan de Europa. Un ambiente difícil y un rival herido que ya sabe el camino para hacer daño a unos colchoneros que llevan varias temporadas sin ser fiables atrás y con su rendimiento fuera de casa este año dejan todo en el aire pese a la ventaja de un gol.

El mejor partido posible

Hoy se juega el primer asalto de los cuartos de final de la Champions League, y este maravilloso torneo nos va a regalar en cuartos de final el mejor partido posible a día de hoy. Un Real Madrid Manchester City, el duelo más recurrente en los últimos años, los dos últimos ganadores de la Champions League y máximos favoritos a revalidarla. Guardiola contra Ancelotti, Guardiola de nuevo en el Bernabéu, Haaland pisando el estadio del club por el que anhela fichar. El partido tiene todos los alicientes posibles para generar la mayor expectación el año.

Y lo bueno de tanto enfrentamiento es que hay muchas venganzas pendientes, el 4-0 del Etihad Stadium del año pasado todavía escuece en el Madrid, que querrán resarcirse con una buena actuación en su estadio para dejar encarrilada la eliminatoria. Por su parte el City, volverá al estadio de sus fantasmas, donde se vio remontado hace dos años con dos goles en el descuento de Rodrygo cuando el Madrid estaba virtualmente eliminado. Muchas cuentas pendientes tras muchos duelos cruzados que deben empezar por resolverse hoy.

Se huele ya la tensión de partido importante desde ayer que aterrizó la expedición citizen en la capital española, y la igualdad entre ambos equipos hace esperar al partido de vuelta para resolver del todo la eliminatoria. Se espera un partido de mucho control por parte de Guardiola y un Madrid que intente dinamitar con transiciones rápidas el centro del campo skyblue. Mucho cuidado con los 4 apercibidos por parte del Madrid (Vinicius, Camavinga, Bellingham y Tchoumaeni) que en caso de ver amarilla se perderán el partido de vuelta. Partidazo que nos espera y contando las horas para que empiece a rodar de nuevo el balón de las estrellas sobre el Bernabéu.

«Fichajes de selecciones»

Con la confirmación por parte de Brahim Díaz para jugar con Marruecos tras haber debutado con España acrecienta la sensación de mafia que comienza a haber en las federaciones para «fichar» jugadores para su país. No es la primera vez que Marruecos hace esta jugada, con Munir lo hizo igual, y todo para no acabar llevándole al mundial de Qatar finalmente. Iñaki Williams es otro caso de esos fichajes de federaciones que cada vez restan más valor a las nacionalizaciones y quitan emoción a las mismas. Con Ansu Fati ocurrió lo mismo, con España, Portugal y Guinea-Bissau peleando para poder llevarse el si del jugador a la llamada de su selección. Es algo que la FIFA está permitiendo cada vez más, con leyes que permiten cada vez más esto y que hacen que el sentimiento de patriotismo y la competición entre naciones se esté «mercenarizando» con todo lo malo que ello conlleva, a parte del ridículo de ver a jugadores representando a países por los que no sienten ni siquiera casi han llegado a visitar.

Hay que dar un giro de tuerca a este asunto, no se puede permitir casos así de carreras de fondo para ofrecer llamadas prematuras a jugadores jóvenes para atarlos a selecciones que jamás han mostrado interés por ellos hasta su explosión. Lamine Yamal es otro de los casos más recientes que han surgido. Hay que tener en cuenta que ya la globalización no es la misma que hace años, correcto y lo comparto, pero no puede ser estas batallas por «fichar» jugadores por parte de selecciones, con «favores» incluso del estado para esa nacionalización, como ocurrió con Fati por el que se batieron todos los récords de tiempos de concesión de los papeles de la nacionalización.

Esta tendencia debe comenzar a cambiar, representar a tu país es un honor, sea cual sea el nivel de la selección, y los fichajes off the record que se están realizando están quitando lo bonito que es el fútbol de selecciones, y la trascendencia que tiene detrás. Hay que meter mano a esto porque además de ser ilícito, es algo que deja en mal lugar a la FIFA por permitirlo. Si se quiere representar a una selección por la que no has participado y no ha tenido nada que ver nunca, se deberían cumplir unos requisitos mínimos, para que si se toma esa elección sea con consecuencias, no elegir una selección porque a la que quiero ir no me llaman o no es seguro que lo hagan.

Alarmante Puntería

El Real Madrid cerró con victoria su jornada liguera en su estadio ante la U.D Las Palmas, en una buena primera parte que dejó patente un problema que puede hacer que su temporada se que lejos de las expectativas. La puntería mostrada por la delantera blanca dejó mucho que desear, se contaron infinidad de ocasiones claras en la portería de los isleños, que el Madrid no supo convertir hasta la última acción de la primera parte. En especial Joselu estuvo muy desafortunado de cara a puerta, con signos evidentes de desesperación tras fallos claros y disparos al muñeco en hasta tres mano a mano contabilizados para el gallego.

Brahim, el único rayo de luz en el naufragio del Metropolitano, fue el más destacado del equipo anoche de nuevo y marcó el tanto de la calma. Una buena acción que allanó un partido que de seguir con el empate a 0 en el marcador iba a traer consigo un run run que se estaba empezando a formar ya en el estadio. El partido finalmente se pudo subsanar, pero la evidencia en los últimos partidos (Union Berlín incluido) es que la falta de un 9 de talla mundial puede dejar al Real Madrid muy cojo en los partidos importantes y de ocasiones más escasas.

No es la primera vez que surge este debate, pero Ancelotti lo zanjó rápidamente diciendo que el mercado estaba cerrado y que este año con el dibujo del rombo para favorecer a Bellingham era suficiente la plantilla que tenía. Pero el trasfondo de la marcha de Benzema y que las figuras de Vinicius y Rodrygo no son delanteros puros van a dejar esa duda constantemente durante toda la temporada, y más con la sequía que está atravesando el 11, que lleva varios partidos consecutivos sin ver puerta y solo ha anotado un gol en lo que llevamos de temporada.

donde se forjan los sueños