Qué difícil es defender bien

El Liverpool dio anoche una nueva exhibición de poderío físico y de fútbol total en una temporada que está acabando absolutamente a tope. No es descabellado decir que es el equipo más en forma de Europa ahora mismo, todo el equipo llega a tope al tramo decisivo de la temporada, y opta a cuatro títulos en una misma temporada, tiene encarrilada la llegada a la final de la champions, es segundo en liga a un punto del City, ha ganado la Carabao Cup al Chelsea, y está en la final de la FA Cup. Casi nada.

Ante este miura llegaba un Villareal con el plan claro de salir lo menos dañado de Anfield posible, como ya hizo contra Juve y Bayern, sobrevivir en la ida y jugar con eso a la vuelta. Pero ayer el rival fue superior en cada minuto del partido y el submarino no realizó ningún disparo a puerta en los 90 minutos. Un planteamiento lógico que sin embargo no ha recibido las mismas críticas que si recibe el Atlético de Madrid cuando lo hace, y con mejor resultado por cierto.

Cuando se critica ese estilo de saber aguantar en estadio ajeno cuando la diferencia de equipo es tan superior, hay que valorar que si de verdad ha salido vivo el equipo que defendía merece gran mérito. Todo aquel que haya jugado al fútbol sabe lo desagradecido que es perseguir un balón durante todo el encuentro, no hay nada más cansado en el fútbol que perseguir balones y cerrar huecos defensivos. Por tanto los resultados cosechados pro el Atlético en campos imposibles merecen más mérito que la basura que están intentando crear alrededor de la figura de Simeone. Y si siguen creyendo que no lo tiene, que midan a todos los equipos con el mismo baremo.

Quedó vivo

El Manchester City se anotó el primer partido de las semifinales de la Champions ante el Real Madrid siendo muy superior al conjunto blanco y dando una lección de superioridad durante todo el partido. La única pega para el equipo sky blue es que tras su exhibición y partidazo dejó vivo en la eliminaotira al Real Madrid. Y ya se sabe lo que pasa cuando no rematas al conjunto blanco en una eliminatoria europea. Lo sufrieron el PSG y el Chelsea mismamente este año, y el Manchester City va camino de volver a repetir la historia. Su soberbio partido da una mínima ventaja para una vuelta en el Bernabéu que se prevé taquicárdica para ambos equipos y donde se verá por fin si el Manchester City es ya un equipo grande de verdad, o si simplemente sigue siendo sólo un club rico más.

El planteamiento de Guardiola fue bueno, y superó al Madrid en todas las líneas, bien es cierto que encontró el gol antes que el fútbol ya que en el minuto diez de partido los citizens ya dominaban por 2-0 el marcador, y llegaron a tener a los de Ancelotti contra las cuerdas con dos mano a mano de Mahrez y Foden que desaprovecharon de manera incomprensible. Y el Madrid haciendo gala de su bien merecida fama le hizo pagar esos fallos con un gol de la nada de un Benzema que este es sin duda su año y todo lo que toca va para adentro. Y así hasta en dos ocasiones que el City puso la renta de los dos goles, el Madrid supo reponerse para dejar una eliminatoria que debería de estar más que sentenciada a tenerla a tiro del Bernabéu. Peor no hay que recordar que por mucho que celebre el Madrid lo de ayer, sigue siendo una derrota.

Barrido a la pantomima

Boston ha ganado por la vía rápida a los Nets. La pantomima que había intentado crear Kyrie Irving durante toda la serie no ha descentrado al ahora equipo más en forma de la NBA. Quién iba a decirlo a los Celtics cuando tras el primera tercio de la temporada eran octavos en su conferencia, y el equipo navegaba a la deriva. Pero con Udoka han revertido la situación de manera increíble, convirtiéndose en la mejor defensa de la liga con diferencia, con Marcus Smart coronado como mejor jugador defensivo de la temporada, y con un bloque que sabe a lo que juega y que a base de defensas asfixiantes puede ganar a cualquiera ahora mismo.

Es cierto que la diferencia total de los cuatro partidos ante los Nets ha sido de 20 puntos (1, 7, 6 y 6), pero en todos ha tenido la situación controlada y la sensación de superioridad sobre su rival. La mejor definición de cómo ha sido la serie ha sido el rendimiento de un Durant que se ha visto incapaz de superar la alternada defensa de los verdes con hasta tres ayudas en momentos determinados. Un trabajo de equipo que ha sabido llevar otro entrenador salido de la mano del gran Pops, un Udoka que ha estado durante muchos años aprendiendo del mejor como tantos otros antes que él.

Ahora queda el proyecto de los Nets muy tocado, con la incógnita de un Ben Simmons que ni siquiera ha llegado a debutar todavía con los de Brooklyn, y del que le quedan todavía varios años de contrato máximo firmado. Un equipo muy veterano, sin grandes piezas de recambio y con nulo margen de maniobra salarial para afrontar un verano que se prevé complicado y que pese a las grandes esperanzas que había en el equipo no se divisa gran futuro. Steve Nash además queda muy en entredicho tras dos años en los que no ha sabido hacerse con un equipo plagado de talento, pero muy poco comprometido en el colectivo, demostrando una vez mas que el talento acumulado sin sacrificio no augura éxito.

19 de 30=Bochornoso

Otro partido más en el que se deja puntos el equipo de Simeone y ya van 19 de los 30 posibles ante los rivales que ocupan las cinco últimas posiciones del campeonato, un dato sonrojante que deja en evidencia las carencias de un equipo que claramente ha naufragado estrepitosamente en el campeonato liguero y que lucha jornada tras jornada por complicarse a sí mismo el acceso a la Champions del año que viene sin remedio alguno. Ayer como ante Levante o Mallorca no supo ni someter ni siquiera lastimar al rival. Ni un solo gol en ambos partidos (y con el de ayer es el cuarto partido de los últimos 5 del equipo sin anotar) y lo peor, la sensación de inoperancia en ataque que flota en el ambiente, y que hizo que salvo un disparo de Cunha al palo a quemarropa, no generara una sola ocasión clara ni acercamiento de verdad en los últimos veinte minutos de partido. Es la misma piedra otra vez, venían advertidos de los resultados anteriores ante este tipo de equipo y con el partido del Espanyol, que se solucionó con un gol en el descuento (y ya van cinco partidos este años solucionados así), todavía flotando en el ambiente. Ni por esas, ni el cambio de entrenador en el Granada, que debutaba Karanka con un solo entrenamiento en su haber con el equipo, ni la pequeña revolución en el once que montaba Simeone sirvieron para espolear a un equipo que están entrando de nuevo en la mala dinámica que le ha condenado toda la temporada y que con el famoso pacto de la liga de 14 parecía se había dejado atrás. Es momento de apretar dientes, sacar el objetivo de entrar entre los cuatro primeros y una vez concluya la temporada habrá que hacer balance y ver si hay mimbres y si el equipo va en la dirección adecuada o es el momento de hacer un cambio.

Liga cerrada

Exhibición de poderío del Real Madrid anoche ante el Sevilla en un Sánchez Pizjuán a rebosar, que no conocía la derrota en todo lo que iba de liga y al que llegaba el club blanco tras una durísima prórroga ante el Chelsea cuatro días atrás. Y el primer tempo fue un paseo del Sevilla, que tuvo contra las cuerdas al Real Madrid con un 2-0 en el marcador y los de Ancelotti a su merced. No aprovechó su superioridad durante muchos minutos de la primera parte y dejó ir con vida al Madrid, y ya se sabe que se paga caro y más esta temporada.

La vuelta de vestuarios del Madrid fue ya determinante, a los dos minutos Rodrygo, otra vez de máximo revulsivo, ya había marcado el gol que daba alas y esperanzas al Madrid y terminó de acular a un Sevilla que se le vio superado hasta en lo físico por el conjunto de Ancelotti, tras haber tenido una semana entera sin partidos para preparase. A partir de ahí el Madrid volvió el campo y tuvo el empate en un gol anulado a Vinicius de forma inexplicable, tras revisión de VAR por parte del árbitro y todo. Aún así Nacho y Benzema, quién sino, dieron la vuelta al marcador para dejar la Liga totalmente sentenciada para desgracia de un Barcelona que perseguía una utopía.

Machada histórica

Pocos adjetivos quedan para calificar lo que hizo el Villarreal anoche en el Allianz Arena ante todo un Bayern de Munich. Se clasificó en casa de uno de los máximos favoritos, tras haber dejado fuera antes a la Juventus, y afronta sin complejos unas semifinales de Champions ante seguramente el Liverpool que traerán los recuerdos del duelo ante el Arsenal de hace años. Y mérito también para Unay Emery, que sigue sin saber lo que es perder una eliminatoria de competición europea con el Villareal.

Lo hizo además tras una nueva exhibición de soberbia del Bayern, al que como últimamente le pasa la boca y la soberbia le han perdido y queda muy tocado. No así el Villarreal, que pese a su irregular temporada liguera, en la que está difícil que entre a la UEFA incluso, en Europa ha dado siempre su mejor versión. Ya ante el United en fase de grupos fue superior en ambos partidos y en ninguno pudo siquiera puntuar. El equipo llega muy ilusionado y sin nada que perder, pero su nuevo rival a priori será un Liverpool (junto al City el equipo más en forma ahora mismo) que no querrá verse superado por la sorpresa de esta edición de la Champions.

Gloria eterna para un equipo que tras haber ganado el año pasado su primer título oficial, no quiere despertarse de este sueño que ya es más de lo que muchos imaginaron. Con mucha ilusión pero sin nada que perder afrontará un equipo de una localidad de 50.000 habitantes que por segunda vez en su historia se encuentra en unas semifinales de la competición de fútbol más importante del mundo. Algo que no muchos equipos pueden decir y eso ya es mucho. Y más en estos tiempos de petrodolares y equipos estado.

Tiempo del Este

Si había una tónica general en la NBA desde la retirada de Michael Jordan allá por 1998 era la de que la conferencia Oeste era la gran dominadora, con los equipos más fuertes del campeonato. Las dinastías de Lakers, Spurs y más tarde Warriors así lo confirman, ya que ningún equipo del Este ha sido capaz de dominar la competición (salvo quizás los Heat de Wade y Lebron, aunque con un balance de 2-2 en las Finales). Pero este año eso parece haber cambiado. Pese a que los Suns son el mejor equipo de la NBA, la batalla por ser primero en el Este ha sido descomunal, con los Celtics, Bucks y Sixers empatados en balances entre la segunda y la cuarta posición, y a tan sólo dos victorias de los líderes Heat. Una carrera de fondo que en la última semana tuvo su punto álgido con hasta Raptors y Bulls con posibilidades de llegar a esa segunda posición.

Pero lejos de quedarse ahí el peligro, los Nets, uno de los favoritos a principios de campaña, ha entrado desde la séptima posición al play in, por lo que tendrá que jugar partidos extra para entrar en los playoffs finales, y ser uno de los cocos para los equipos que han quedado primero. La igualdad entre todos es muy fuerte y las predicciones se hacen muy complicadas, aunque si tengo que poner la mano en el fuego, diría que las Finales de Conferencia serían entre Sixers y Bucks, con ligera ventaja para los de Philadelphia, que tras el trade de Harden han mejorado notablemente sin perder prestaciones de un Embiid que si nada se tuerce se proclamará MVP de la temporada tras convertirse en el único pívot de la NBA en ser máximo anotador de la temporada tras Shaquille O´Neal. Muchos alicientes para no perderse unos playoffs en una conferencia que tras la marcha de LeBron al Oeste ha crecido notablemente para subir el nivel y dar por fin el espectáculo esperado.

La mayor publicidad del mundo

Ayer en el Etihad Stadium de Manchester se jugaba gran parte de la Premier League de este año, primero contras segundo con un punto de diferencia entre ambos, City contra Liverpool, Guardiola contra Kloop, fútbol control contra fútbol directo. Se vendía como casi todo en esta Premier como el mejor partido del año, y nada más lejos de la realidad.

El partido estuvo entretenido, con momentos de ida y vuelta, muy igualado, aunque con el City algo superior a su rival en el cómputo global de los 90 minutos. Pero por muchos alicientes, por mucho que nos quieran vender que la Premier League es el hogar de los mejores difiero y mucho ante esa afirmación, prácticamente me atrevería a decir que salvo 2 jugadores entre ambos equipos jugarían en Real Madrid o Barcelona actualmente.

La Premier siempre se ha caracterizado por sobrepagar fichajes medios y darles un bombo sobremedida, y más después de su último supercontrato televisivo donde es imposible competir contra ellos y lo contratos que ofrecen (sin hablar de los clubes estado o magnates que han copado los grandes clubes en estos últimos tiempos. Por mucho que quieran hacernos creer que es la mejor liga del mundo, su publicidad se desmorona cuando de verdad ves la calidad de los jugadores durante un partido y cuando se enfrentan a equipos fuertes de fuera de las islas.

1+9=Doblete

Exhibición de poderío y contundencia la del miércoles del Real Madrid ante el vigente campeón de Europa en su propio estadio. Un partido redondo donde prácticamente ha dejado cerrada una eliminatoria que se preveía durísima a priori y que gracias al partidazo blanco se quedará en una eliminatoria con la vuelta intrascendente.

El partido fue de nuevo una exhibición de los dos hombres que están manteniendo a este Real Madrid con más que serias aspiraciones de hacer un doblete con una plantilla con la que no deberían de ganar holgadamente ninguna de las competiciones en las que participan. Se trata de Benzema y de Courtois, os jugadores que están en el mejor momento de su carrera sin duda y que partido tras partido superan sus actuaciones anteriores.

Ver ahora mismo a Benzema sobre el campo es ver la función de jugador total, ese que inicia las jugadas y las culmina, que su sola presencia cambia por completo al equipo y que mejora y potencia a un equipo que sin él ha demostrado que no tiene prácticamente gol. Desde la marcha de Cristiano ha ido mejorando sus números campaña a campaña, pero esta ya es la de la explosión definitiva de su fútbol, que ha culminado con dos hat tricks seguidos a PSG y Chelsea nada menos.

Y si Benzema está a otro nivel qué decir de Courtois, pese a que personalmente Oblak me sigue pareciendo el mejor portero del mundo, la temporada de Courtois está siendo infinitamente mejor que la del esloveno, colocándose claramente como mejor portero de esta temporada con mucha diferencia sobre el resto. Sus paradas en Stamford Bridge hacen que la renta del Madrid sea definitiva y no dejaron engancharse al Chesea a una eliminatoria que desde el minuto 20 iba perdiendo por 0-2.

Mientras ambos sigan a este nivel el Madrid suela con un doblete (la Liga prácticamente es suya salvo hecatombe de última hora) que a principio de temporada tildarían de loco a cualquiera que lo sugiriera. Mucho mérito para dos hombres que están haciendo historia partido tras partido.

El mismo error de siempre

Otra temporada más, y ya he perdido la cuenta con Guardiola, intenta afrontar los partidos decisivos de la temporada sin delantero centro. Con su obsesión en la busca del falso 9 que salvo con Messi, nunca le dio rendimiento en los partidos grandes. No es consciente de que en partidos a vida o muerte, es necesario siempre un jugador que pise área, que aproveche los desbordes y las ventajas que sacan los compañero, y sobre todo que sea una amenaza constante para las defensas con su sola presencia.

Ayer volvió a verse, pese a tener el dominio y el monopolio del balón, no inquietó la portería de Oblak salvo en la jugada aislada del gol. Por mucho que insista que es difícil atacar a equipos como el Atlético, es improbable ganar la Champions sin un nueve al uso. Ya se tropezó en la final del año pasado, cuando en un nuevo ataque de entrenador desconfiguró su equipo, probó a de Bruyne de falso 9 y el resultado es el ya sabido, dominio infructuoso durante toda la final y victoria para el Chelsea.

Por mucho que se siga autojustificando, ha tenido a Agüero, con el que nunca llegó a congeniar, se ha gastado millonadas en Gabriel Jesús para escorarlo a la banda y querer usarlo ahora de moneda de cambio para el fichaje de Haaland, y en invierno se concretó el fichaje del prometedor Julián Álvarez al que supongo que pese a ser el 9 de River lo acabaremos viendo caído a banda perdiendo muchas de sus virtudes. Y pese a todo falta la vuelta en el Wanda donde seguro que no pasará un buen rato.