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Movimientos extraños

La NBA ya ha coronado los Nuggets como campeones del 2023 y se ha abierto el mercado de traspasos de nuevo de cara al siguiente curso. Ya ha tenido lugar la ceremonia del draft, sin sorpresas con Wenbayama como número 1 por parte de los Spurs, y los equipos ya han realizado los primeros traspaso. Y no por ser los primeros son poco interesantes o trascendentes. Los Phoneix Suns se hacen con Bradley Beal en lo que les convierte en el frontcourt más anotador y más acaparador de balón posible con todas las ventajas y desventajas que ello conlleva. Mucho desequilibrio para una plantilla que ya evidenció problemas de cohesión y de jugadores de banquillo en la eliminatoria definitiva ante los a la postre campeones Nuggets.

Los Warriors se hacen con Chris Paul en sus filas, un jugador cuyos mejores años ya han pasado y que su velocidad ha bajado dos revoluciones, provocando que los Suns no quisieran contar con él mas debido a que ralentizaba demasiado el juego. El problema en los Warriors es que va a tener que imprimir incluso más velocidad que en Arizona, y sus posibilidades de dar minutos de calidad el poco tiempo que Curry pase en el banquillo determinará si se ha sabido acoplar a su nuevo rol. Este supone el enésimo intento de Paul de conseguir el primer anillo de su carrera después de haber jugado ya en hasta 5 franquicias sin éxito quedándose siempre sin el premio final.

Y por último y quizás el más sorprendente de todos ha sido la llegada de Porzingis a los Celtics, a priori buen refuerzo, pero a costa de Marcus Smart. El base/escolta de 29 años deja toda una carrera en los Celtics, siendo el verdadero corazón y bastión defensivo del equipo (hace un año fue el mejor defensor de la NBA). Acabará jugando en los crecientes Grizzlies que dependen todavía de las posibles sanciones a Ja Morant para ver si van a poder competir este año. Porzingis refuerza el juego ofensivo interior de los Celtics e intentará abrir el campo para las penetraciones de Brown y Tatum y ser un arma ofensiva poderosa para los verdes. Mucho movimiento a priori dudoso que tendrá que demostrar que las franquicias que apostaron por ellos no se equivocaron, y dejar un recado a sus anteriores equipo dejando claro el error que cometieron.

Gloria para Denver

43 años después de expansión de la NBA con los equipos provenientes de la ABA (al intuir la adhesión los Denver cambiaron el nombre de Rockets por Nuggets para no tener problemas con el equipo de Houston) los Nuggets se han proclamado campeones de la NBA. Un premio justo y merecido ya que han sido el mejor equipo de la temporada regular y el mejor equipo de los playoffs sin discusión ninguna. Han cosechado un balance final de 16-4 que es el mejor balance desde los Lakers de Shaq y Kobe y han dejado por el camino a los alicaídos Timberwolves, a la conjunción de estrellas de los Suns, barrido sin discusión a los renacidos Lakers y finiquitado sin miramientos a los pujantes y sorprendentes Heat. No han dado opción a ningún contendiente, no han estado por detrás en ninguna serie y sólo han cedido un partido en su estadio en todas las series. Una muestra de la solidez y de la seriedad que han mostrado en su camino al primer anillo de la franquicia.

Si hay que destacar a alguien en este camino es a Nikola Jokic. El pívot serbio ha demostrado todos los fundamentos que hay que dominar en el baloncesto. Ha dado un clínic en cada partido de cada serie, promediando casi un triple doble en todas las series disputadas. Su superioridad ha sido abismal respecto a cualquier rival y ha puesto en entredicho la elección de MVP de la temporada regular de Embiid, no se lo dieron a él ya que sería el tercero seguido (hecho que sólo han conseguido Bill Russel, Wilt Chamberlain y Larry Bird) pero fue merecedor absoluto. Quién lo iba a decir cuando los Nuggets en el lejano 26 de Junio de 2014 le seleccionaron en la posición 41 del draft (elección que ni se televisó ya que en ese momento pusieron un anuncio de Taco Bell mientras era seleccionado) la carrera que iba a tener un jugador atípico en todos los sentidos en la NBA. Su cuerpo nada musculado, su físico lento y torpe en principio, pero que ha dado una nueva lección y ha llevado a una franquicia perdedora como Denver al olimpo de la NBA.

Mención especial a todo el trabajo del equipo también, con un Jamal Murray excepcional tras un año lesionado de gravedad, un Aaron Gordon que ha encajado y ha sabido aprovechar la facilidad de visión y pase de Jokic para anotar canastas fáciles bajo el aro con simples cortes en la zona que daban mucha vida al equipo, un Porter Jr que también volvió tras varios problemas musculares la temporada pasada y que han hecho que sea un equipo sin fisuras, muy difícil de meter mano y que ya ha entrado en la historia tras 43 largos años, el equipo que más ha tardado en ganar un anillo por primera vez hasta hoy (hay muchos equipos que si algún día lo ganan le superarán como Clippers, Magic o Suns). Jokic habrá sido el MVP de la final, pero todos y cada uno de los miembros del roster han sido partícipes activos de este anillo que da fuerza a franquicias outsiders de que si hacen las cosas bien se puede tocar la gloria.

Séptimo en el Garden

Esta madrugada en Boston se juega el determinante game 7 en la NBA para acceder a la gran Final. Los Denver Nuggets esperan al vencedor de la serie entre Miami Heat y Boston Celtics que hace unos días parecía decidida con el sorprendente 3-0 a favor de los de Florida, pero que Boston, con una canasta de White mediante salvadora, han sabido igualar para decidir el último en un TD Garden que estará a reventar para rematar una machada nunca vista, remontar un 3-0. Nunca en la historia se ha levantado una serie así, y los Boston sobrevivieron en el sexto con una jugada milagrosa tras haber dominado cómodamente todo el partido. Los Jays están dando su mejor versión en los últimos tres partidos, tras haber sufrido un bajón muy fuerte en números y rendimientos al comienzo de la serie, especialmente Tatum, metrónomo de estos Celtics que ya se están acostumbrando a jugar siempre al filo de la navaja. Ya superaron a Philadelphia en el séptimo tras ir perdiendo la serie 3-2, y e año pasado ganaron los dos séptimos que tuvieron que jugar ante Milwaukee y Miami otra vez.

Por su parte los Heat, con los que nadie contaba al quedar octavos y jugar play in, han sido la gran sorpresa de esta postemporada. El nivel de Jimmy Buttler ha sido excepcional dejando a los favoritos Bucks (con lesión de Antetoukompo mediante) en la estacada. Spoelstra dio con la tecla los tres primeros partidos, pero está viendo como los Celtics le están devolviendo todo con su misma fórmula, mucha defensa, juego colectivo e intensidad. Su postemporada ha sido maravillosa, por mucho que la remontada afee y mucho el resultado final. Nadie contaba con ellos, y por momentos han estado pisando las finales que ya visitaron en la famosa temporada de la burbuja de 2020 donde cayeron ante los Lakers. La presión por perder es muy grande, la sombra de la remontada final puede ser demasiado pesada para un equipo que se crece también en lo adverso, que en los momentos calientes juega mejor y que ha demostrado que no le teme a nadie y que puede dar el susto final a unos Celtics que se quedaron el año pasado a las puertas de la gloria en la Final y que parece que tras casi estar eliminados han olido sangre y van a por todas. Que nadie se pierda el partido porque promete ser apasionante.

Algo tiene que cambiar

Bochorno absoluto el que ha provocado Ja Morant con su Live de Instagram portando una pistola y apuntándose en la cabeza con ella en un reservado de una discoteca a altas horas de la madrugada. La propia franquicia ha apartado de momento al jugador para no exponerle más mediáticamente, pero se espera una sanción importante por parte de la liga. No es la primera vez que Morant copa las noticias por una actitud más propia de un gángster, cosa que nunca ha sido, ya que procede de una familia de nivel medio y nunca ha pasado por problemas, que de un jugador de baloncesto profesional. Su actitud sobre la cancha siempre ha sido provocadora, no sólo con sus mates, sino con un trash talk totalmente innecesario, que no hace para cambiar el partido, sino para intentar demostrar que es un jugador duro (Ridículo).

Espero que se corte de raíz este tipo de comportamientos, que se dé un toque desde la NBA a todas esas nuevas estrellas que se creen dioses del baloncesto por firmar los contratos más elevados jamás vistos merced a acuerdos televisivos globales estratosféricos. Franquicias pequeñas como Memphis sufren los caprichos de las pocas estrellas que pueden tener, y sufren los vaivenes de jugadores que se creen intocables y hacen y deshacen a su antojo franquicias enteras, sabedores del poder que tienen sobre una franquicia entera. Ya basta de jugadores de poca monta con contratos desorbitados, con gestos y actitudes ridículas que se dedican solo a jugar cuando les apetece y que en los momentos de la verdad no dan la cara ni la talla.

Espero sinceramente que haya una fuerte sanción para Morant, y que sirva de ejemplo para cortar de raíz este tipo de actitudes que nunca deben tener cabida en el deporte. Se está dando un ejemplo equivocado a los jóvenes, y es cada vez más común esa filosofía en la NBA. Hay que volver a valorar los esfuerzos defensivos, jugar todos los partidos de temporada regular sin dosificarse ni darse descansos, tener una ética de trabajo aceptable y un estilo de vida acorde con un deportista de élite. Quitar poder de decisión en las franquicias a los jugadores y que se centren en jugar al baloncesto de la mejor manera que saben, centrarse menos en redes sociales, y en temas extradeportivos y volver a hacer del baloncesto el deporte que tanto nos gusta, no un show que cada vez parece menos un deporte y más un espectáculo de circo.

Salvajada histórica

Se confirmó por fin el récord de LeBron James como el máximo anotador histórico de la NBA. Hito histórico, que hace no mucho parecía algo inalcanzable, pero que ha sido pulverizado por un jugador de otra galaxia. A sus 38 años LeBron mantiene intacto su amor por el basket y sus ganas de superarse cada noche. Su rendimiento en esta, su 19 temporada en la NBA, es descomunal, como si no pasar el tiempo por él. El balance de sus Lakers es ya otra cosa. Ante los Thunder en su primera intentona batió el récord, con un Kareem en pista para cederle el testigo y felicitarle por una hazaña que habla de la dimensión de un jugador de otro planeta, que ha sido el único capaz de soportar esa comparativa con Jordan (aunque no le haya llegado a superar salvo en números totales acumulados).

Lo más importante de LeBron James es que ha sido capaz de evolucionar enormemente desde que llegó a la liga. De ser un finalizador de contraataques a ser un jugador total capaz de jugar en todas las posiciones y capaz de defender en todas las posiciones ( no hay que olvidar que fue ninguneado como mejor defensor en 2013). Ha tenido una consistencia increíble en todas sus temporadas en la liga, y pese a que sólo ha completado en dos ocasiones los 82 partidos de liga regular, las lesiones graves le han respetado mucho, algo muy importante para estos récords y para llegar con ese nivel de frescura a esta etapa de su carrera.

Una vez superado el récord, la vuelta a la realidad es dura, en un equipo diseñado para más, no está ni clasificado para el play in, algo que es un lunar y gordo de una temporada muy mala a nivel colectivo de nuevo. Pese a grandes actuaciones de James, no está siendo capaz de llevar a su equipo a puestos que den acceso a la lucha por el anillo en la postemporada. Es momento de que vuelva a ponerse la capa de superhéroe y hacer actuaciones estratosféricas que metan de nuevo a los Lakers entre los equipos que luchen por el anillo y por lo menos no terminar antes de tiempo una temporada que debería ser histórica para James pero que puede acabar en pesadilla.

Nuevos tiempos Nulas defensas

Donovan Mitchell realizó la machada de anotar 71 puntos ante los Chicago Bulls hace un par de noches. Una cifra altísima, que se sitúan en la cima (hasta el momento) de las altísimas anotaciones que se están produciendo durante esta temporada y que está provocando una peligrosa tendencia. Se están reproduciendo actuaciones salvajes en cuanto a números por parte de muchos jugadores, y empieza a dejar de ser noticia y ser más una evidencia de la poca capacidad defensiva que practican los equipos a día de hoy, y más en regular season, donde es habitual defensas más laxas, pero lo de este año no tiene nombre. Se han producido anotaciones cercanas a los 50 puntos en varios partidos sin necesidad de prórroga, y no es cuestión de haber mejorado porcentajes en los tiro o el excesivo uso del triple (que ayuda pero no lo justifica). La temporada regular se está convirtiendo en un pasatiempos sin emoción en la que jugadores muy lejos de ser grandes estrellas se dedican a lanzar como si no hiubiera mañana y a hacer cifras estratosféricas que dejan en evidencia la competitividad de muchos partidos regulares.

Es muy habitual ya el que varias estrellas se reserven en partidos, la NBA tiene ya mucho control sobre los informes médicos y realiza seguimiento de la evolución, no tolera esto porque las audiencias y afluencias a los estadios se estaban viendo resentidas, pero es que aún así cada noche se produce alguna actuación casi histórica, lo que hace que se cuestione el nivel actual de implicación defensiva y nivel de competitividad en los partidos. La temporada regular se está convirtiendo en una exhibición tras exhibición mostrando un nivel que luego están muy alejado del rendimiento de la mayoría de jugadores en los playoffs, donde de verdad se defiende y las competitividad es máxima. Es momento de que la NBA tome serias medidas en el asunto, al igual que ya está haciendo con el tanking, porque el nivel medio de cada partido está siendo cada vez menor y las actuaciones en cuanto a números es cada vez mayor. Un problema que se debe de cortar de raíz para el bien del deporte, del aficionado, del espectáculo y de las estadísticas.

El trade del siglo

La mala temporada pasad de los Lakers que se convirtieron sin ninguna duda en la mayor decepción del año al quedar fuera incluso de la disputa del play in. Por eso la franquicia californiana, que junto con los Celtics es la franquicia más galardonada de la historia con 17 títulos, se ha puesto manos al obra para revertir esa situación. Tras la anunciada extensión por un año de contrato de Westbrook, la duela Jeannie Buss está tanteando todas las posibles opciones para agitar el avispero. Y por lo que parece salvo Anthony Davis nadie es intocable, incluido un LeBron cuya relación con la franquicia es cada vez más distante.

Y en esas aparece otro equipo con grandes estrellas en problemas, los Brooklyn Nets. Cuyo mega proyecto de big three ha fracasado estrepitosamente, y que tras haberse confirmado la renovación de Irving se han encontrado con la petición de salida de Kevin Durant. Y en esas aparece la posibilidad de trade de los dos mejores jugadores de la actualidad en la NBA. Un trade que jamás se había dado de esa magnitud y que puede cambiar totalmente el devenir de la liga y reactivar ambas franquicias. La llegada de Lebron a Brooklyn sería una de las dos opciones de juntar a Irving y LeBron, algo que ambos llevan buscando tiempo y que este verano parece que va a poder suceder finalmente. Unido a estos dos estaría un Ben Simmons que todavía no ha debutado desde que llegó vía traspaso de Philadelphia tras la marcha de James Harden y que con LeBron sería un jugador más que compatible. Pasaría a ser un gran distribuidor de balón sin acapararlo y sin necesidad de generar tiros, centrándose en aprovechar ventajas generadas por James e Irving, y dando ese punto de defensa que tanto ha hecho falta en unos Nets que no han llegado si quiera a una Final de Conferencia en los 4 años con las estrellas en su plantilla.

Por su parte Lakers juntaría de nuevo a las estrellas de Oklahoma, que tras la marcha de Durant protagonizaron sonados piques durante un par de años, con Durant conquistando dos anillos y siendo el líder de aquellos Warriors imparables, y Westbrook coleccionando triples-dobles partido a partido para ser MVP de la liga. Pero eso es agua pasada, y su relación sería óptima para, contando con un Davis sano de interior poder ser un equipo totalmente temible si deciden colaborar en equipo. Todo esto siguen siendo habladurías y es mu difícil que se de, pero si el río suena es por algo, y los cromos se han llegado a poner sobre la mesa, ahora solo falta que las franquicias estudien la viabilidad de este movimiento, pero sería algo histórico de producirse sin duda alguna.

Confirmadas las Player Option

Esta semana se han confirmado las dos player options de la NBA más esperadas. Tanto Kyrie Irving como Russel Westbrook han ampliado por un año contrato con sus respectivas franquicias (Nets y Lakers) por el máximo posible(sólo Stephen Curry cobrará más que Westbrook la temporada que viene). Y digo esperadas por motivos diferentes, el cisma que podía provocar la no renovación del conflictivo base de origen australiano con los Nets llevó a las especulaciones de que Durant solicitaría el traspaso en caso de su no extensión de contrato. El proyecto de los Nets, que ya va a comenzar su cuarto año no ha dado los réditos esperados, el big three formado el año pasado con Harden fue un absoluto desastre, su química con Irving fue nula, y llevó al cambio con Philadelphia por el que los neoyorquinos obtuvieron a un Ben Simmons que todavía no ha podido debutar con la franquicia debido a sus problemas de espalda. Pero esta ampliación de Irving deja la posibilidad de un último asalto a un anillo del que han estado muy muy lejos cada año por un motivo u otro.

La de Westbrook era más esperada que la del imprevisible Irving, debido a que el base californiano no iba a cobrar esa cantidad ya en ningún nuevo contrato que consiguiera en caso de salir a la agencia libre, y más tras su desastrosa campaña, tanto individual como colectiva con unos Lakers que fueron el gran fracaso de la temporada. Ahora habrá que ver si el equipo de Jeannie Buss consigue un trade para mover un jugador y una ficha que será una losa tremenda. Solo algún equipo que quiera liberar masa salarial de cara a la temporada que viene podría estar interesada en la contratación del base que por su parte no tiene mucha intención de moverse. Un traspaso del 0 podría devolver a los Lakers a la vitola de favoritos y dar un vuelco de nuevo a la estructura de la NBA, y todo sabiendo que el verano que viene LeBron será agente libre de nuevo.

Barrido a la pantomima

Boston ha ganado por la vía rápida a los Nets. La pantomima que había intentado crear Kyrie Irving durante toda la serie no ha descentrado al ahora equipo más en forma de la NBA. Quién iba a decirlo a los Celtics cuando tras el primera tercio de la temporada eran octavos en su conferencia, y el equipo navegaba a la deriva. Pero con Udoka han revertido la situación de manera increíble, convirtiéndose en la mejor defensa de la liga con diferencia, con Marcus Smart coronado como mejor jugador defensivo de la temporada, y con un bloque que sabe a lo que juega y que a base de defensas asfixiantes puede ganar a cualquiera ahora mismo.

Es cierto que la diferencia total de los cuatro partidos ante los Nets ha sido de 20 puntos (1, 7, 6 y 6), pero en todos ha tenido la situación controlada y la sensación de superioridad sobre su rival. La mejor definición de cómo ha sido la serie ha sido el rendimiento de un Durant que se ha visto incapaz de superar la alternada defensa de los verdes con hasta tres ayudas en momentos determinados. Un trabajo de equipo que ha sabido llevar otro entrenador salido de la mano del gran Pops, un Udoka que ha estado durante muchos años aprendiendo del mejor como tantos otros antes que él.

Ahora queda el proyecto de los Nets muy tocado, con la incógnita de un Ben Simmons que ni siquiera ha llegado a debutar todavía con los de Brooklyn, y del que le quedan todavía varios años de contrato máximo firmado. Un equipo muy veterano, sin grandes piezas de recambio y con nulo margen de maniobra salarial para afrontar un verano que se prevé complicado y que pese a las grandes esperanzas que había en el equipo no se divisa gran futuro. Steve Nash además queda muy en entredicho tras dos años en los que no ha sabido hacerse con un equipo plagado de talento, pero muy poco comprometido en el colectivo, demostrando una vez mas que el talento acumulado sin sacrificio no augura éxito.

Tiempo del Este

Si había una tónica general en la NBA desde la retirada de Michael Jordan allá por 1998 era la de que la conferencia Oeste era la gran dominadora, con los equipos más fuertes del campeonato. Las dinastías de Lakers, Spurs y más tarde Warriors así lo confirman, ya que ningún equipo del Este ha sido capaz de dominar la competición (salvo quizás los Heat de Wade y Lebron, aunque con un balance de 2-2 en las Finales). Pero este año eso parece haber cambiado. Pese a que los Suns son el mejor equipo de la NBA, la batalla por ser primero en el Este ha sido descomunal, con los Celtics, Bucks y Sixers empatados en balances entre la segunda y la cuarta posición, y a tan sólo dos victorias de los líderes Heat. Una carrera de fondo que en la última semana tuvo su punto álgido con hasta Raptors y Bulls con posibilidades de llegar a esa segunda posición.

Pero lejos de quedarse ahí el peligro, los Nets, uno de los favoritos a principios de campaña, ha entrado desde la séptima posición al play in, por lo que tendrá que jugar partidos extra para entrar en los playoffs finales, y ser uno de los cocos para los equipos que han quedado primero. La igualdad entre todos es muy fuerte y las predicciones se hacen muy complicadas, aunque si tengo que poner la mano en el fuego, diría que las Finales de Conferencia serían entre Sixers y Bucks, con ligera ventaja para los de Philadelphia, que tras el trade de Harden han mejorado notablemente sin perder prestaciones de un Embiid que si nada se tuerce se proclamará MVP de la temporada tras convertirse en el único pívot de la NBA en ser máximo anotador de la temporada tras Shaquille O´Neal. Muchos alicientes para no perderse unos playoffs en una conferencia que tras la marcha de LeBron al Oeste ha crecido notablemente para subir el nivel y dar por fin el espectáculo esperado.