Hay que darse prisa con Lucas

Tras la convocatoria de Laporte con Francia se esfuma la posibilidad de llamar al central del Athletic ya con la absoluta española, pero sigue quedando un central mejor y más joven con posibilidad de jugar con la roja y que ha declarado que irá con quien primero le convoque. No es otro que Lucas Hernández, quizás el mejor central menor de 21 años que hay a día de hoy en el mercado y que de seguir su progresión será un referente en esa posición.

Los que crean que estoy loco es porque no habrán visto jugar a este zaguero que aúna velocidad y contundencia, además de ser zurdo y poder jugar también de lateral. Se trataría de un refuerzo espectacular para la selección y más ahora que los Sergio Ramos y Piqué no tienen un relevo claro. Sería un puñetazo sobre la mesa ya que el nivel de Lucas es muy superior la de Laporte y además estaría encantado de jugar con el combinado nacional.

Nacido en Marsella pero criado en Madrid ha jugado con las categoría inferiores de Francia, pero la alta competencia en su posición en la selección (Varane, Zouma, Laporte, Koscielny, Shako…) facilitaría su llamada y ganaríamos a un central para los próximos diez años. Me consta que Lopetegui lo tiene en su agenda y todo apunta a que este domingo será titular en Mestalla, buena prueba para ver xomo sigue evolucionando este pedazo de central al que Simeone está dosificando su talento para que sea el central del futuro del Atlético y herede la posición de Godín.

El Atlético va en serio

La victoria de ayer del Atlético frente al Bayern no fue una gran victoria sin más, fue una muestra del gran potencial que tiene la plantilla del Cholo este año. Se acabó lo de jugar con cuatro centrocampistas defensivos, ayer el Cholo apostó por Carrasco, que realizó un despliegue físico descomunal, y Griezmann acompañando a un Torres que sólo le faltó el gol para rubricar un partido redondo. La filosofía de ceder la posesión para hacer daño cuando se roba sigue siendo la principal, pero ahora tiene grandes momento de dominio de balón y acoso sobre el área rival.

Esto da muestras de las grandes variantes que tiene la plantilla del Atlético este año, donde tras el empate en el Camp Nou y la victoria de ayer deja entrever que va a volver a ser ese rival incómodo y difícil de superar. Su fútbol ha mejorado respecto a la racanería del año pasado, pero su esencia sigue siendo la misma, solo que ahora los cambios y variantes aportan más que nunca. Ayer fuera del once estaban jugadores como Gameiro, Correa o Gaitán, lo que da muestras de las posibilidades tácticas de las que dispone el argentino.

Y eso que el partido ayer comenzó con un serio dominio alemán hasta el minuto 20, a partir de ahí el Atlético comenzó a apretar al Bayern hasta acosarlo con varias ocasiones claras, incluyendo un remate de Torres a puerta vacía que incomprensiblemente mandó al palo. hasta que al filo del descanso Carrasco aprovechó un error de Xabi Alonso para poner por delante a los rojiblancos. Una vez hecho lo difícil el equipo del Cholo se supo cerrar y salir con mucho peligro, y pudo ser más plácida la noche si el árbitro hubiera expulsado a Thiago Alcántara que con amarilla realizó dos entradas claras de tarjeta.

Muy contento con el resultado Simeone dijo que había sido el partido más completo de su equipo en esta competición desde que entrena a este grupo, pero matizando que esto no significa nada si no se clasifica el equipo para las eliminatorias directas. Lo que está claro es que este equipo ya se ha afianzado en la élite y no tiene pensado bajarse de ella, al menos este año.

Zidane peca de inmadurez

El partido de ayer en Dortmund del Madrid dejó algunas conclusiones para el análisis, el Madrid mejoró su imagen de los últimos dos partidos y sobrevivió a las bajas de Casemiro y Marcelo, pero se le escapó una victoria que no merecía en absoluto. Los primeros minutos del Dortmund fueron un vendaval y sólo el exceso de regates de Dembélé frenó algún tanto inicial de los alemanes. En ese asedio surgió una contra comandada por un Modric que no se cansa de hacer todo bien y terminó en el gol de Ronaldo tras un rechace.

Sin merecerlo el Madrid se puso por delante del marcador y a partir de ahí gestionó el partido muy bien y a su antojo. El Dortmund tenía la posesión pero no tenía las ocasiones que tuvo con el empate y el Madrid estaba cómodo con sus salidas a la contra (James falló un pase que dejaba a Ronaldo solo con el 0-1 que podía haber matado el partido definitivamente), pero con éstas al borde del descanso una falta absurda de Ramos acabó en el empate del Borussia tras un mal despeje de un Navas que anoche despejó en vez de blocar más balones de la cuenta.

Y con esas empezó el segundo tiempo donde se preveía más de lo mismo de la primera, pero el Madrid controló la salida de los alemanes y consiguió ponerse por delante de nuevo sin crear excesivas ocasiones en un centro perfecto de Cristiano. Y a partir de ahí Zidane se equivocó en todo, metiendo a Kovacic por James nada más adelantarse, y no realizar ningún cambio más hasta el empate de Schürrle en el 87 teniendo a Lucas Vázquez, Morata o Asensio en el banquillo y viendo lo flojos que estaban la BBC en la segunda mitad. Pero quizás la polémica del cambio de Cristiano (al que se vio más activo que otros días) provocó que el galo no quisiese cambiar a ninguno de sus atacantes y acabó pagando el pato. Su equipo se encerró atrás y terminó por ahogarse en un estadio que se le atraganta año tras año.

El Madrid a remontar el vuelo

El Real Madrid disputa esta noche un partido trascendental en su rumbo después de dos empates consecutivos que dejaron al equipo con mal sabor de boca. El equipo cuando está concentrado y enchufado es temible pero las desconexiones que padece sobre todo al comienzo de los partidos hacen que sea un equipo imprevisible y no acabe de mostrar su mejor versión.

Tras dos empates consecutivos en liga que han apretado el campeonato y con sensaciones contradictorias afrontan esta noche el partido ante un Borussia Drtomund que ha empezado la temporada como un tiro, sobre todo de cara a la portería, y eso que este verano han tenido las bajas de Ghundoghan y Hummels, más la baja por lesión de un Reus al que su tobillo está martirizando las tres últimas temporadas. Pero los fichajes veraniegos, en especial Dembélé, unidos al buen estado de forma de nuevo de Aubameyang hacen que el partido de hoy sea una prueba de carácter para el Madrid.

El Signal Iduna Park aprieta mucho, es de los campos más ruidosos y no es un campo propicio para el Madrid donde sólo ha ganado una vez, y el Dortmund es un equipo que siempre ha puesto en problemas a los blancos. Pero la Champions es la competición fetiche del Madrid y no hay mejor escenario para despejar las dudas que han asaltado al equipo tras dos inesperados tropiezos. Las críticas hacia la actitud de Cristiano tras su cambio en las Palmas hacen además que el máximo goleador histórico de la competición esté con ganas de resarcirse, lo que le hace aún más peligroso si cabe. Huele a partidazo esta noche entre dos clásicos de la competición.

¿El fin de Fábregas?

La llegada de Conte ha revitalizado a un Chelsea que el año pasado navegó a la deriva toda la temporada. El italiano ha traido ese fútbol de presión alta y contra ataque que tan buen resultado le ha dio en la Juventus y en la selección italiana, pero con esos cambios y este nuevo esquema hay un nimbre que no esntra en sus planes, y no es otro que Cesc Fábregas. El español no ha entrado de titular en ninguna de las tres jornadas disputadas de la Premier y la pareja Matic-Kanté parece inamovible por lo que el hueco en el once para el catalán parece esfumarse. Esto unido a una mala temporada el año pasado pueden provocar que estemos viviendo las últimas horas de Cesc en el Chelsea.

La no convocatoria del media punta en la primera lista de Lopetegui tampoco ha ayudado a la confianza del jugador que se estaría planteando seriamente su futuro en la liga china, donde el nivel es precario pero el sueldo es de súper estrella. La noticia sería muy triste teniendo en cuenta la edad de Fábregas que no llega  a la treintena, pero visto lo visto y viendo cómo poco a poco se va devaluando en el mercado europeo supondría una jubilación de oro. Se perderán así los últimos grandes años de un jugador que siempre pareció prometer más de lo que realmente llegó a ser finalmente.

El doble número de Barry

Hablar de Rick Barry es hablar de un jugadorazo con mayúsculas de la historia de la NBA. Sus logros hablan por sí solos y si algo le caracterizaba a parte de su fuerte carácter era su mítico dorsal 24 que vistió durante toda su carrera tanto en la NBA como en la ABA. Tras una larga carrera en los Warriors (donde consiguió el único anillo para la franquicia hasta la llegada de Curry) y un paso intermedio por la ABA disputó su última temporada profesional en los Houston Rockets.

Allí Barry se encontró con el problema de que la máxima estrella del equipo era un tal Moses Malone, y su dorsal era el 24. Entonces Rick, que tenía en el dorsal 24 su dorsal de la suerte, decidió realizar una de las peticiones más extrañas a la liga. Pidió jugar todos los partidos de casa con el dorsal 2 y todos los partidos de fuera de casa con el 4, portando sutilmente el dorsal 24 de manera indirecta durante toda la temporada.

La liga accedió a la petición y Rick Barry se convirtió en el único jugador en tener distinto número de local que de visitante en la historia de la liga. Años más tarde cuando fue preguntado por esto dijo que ni se planteó pedir a Malone el dorsal 24 (las historias de los dorsales en jugadores NBA tienen siempre un halo de misterio y superstición que traspasa muchas veces el entendimiento humano), pero el pívot durante toda su carrera llegó a utilizar hasta ocho número distintos. Es probable que le hubiera cedido a Barry el dorsal ahorrándose toda la parafernalia del doble número, aunque nos hubiese privado de una de las historias más curiosas de la NBA.

Que pasa con Bélgica

Ayer se enfrentaban el proyecto de España con Lopetegui y el proyecto Belga con el también español Roberto Martínez. Y de nuevo la selección de Bélgica volvió a defraudar, se trata de un conjunto joven sobrado de calidad y que lleva varios años para despegar pero que está comenzando a estancarse, acercándose peligrosamente al estancamiento. Es difícil de entender como una selección con jugadores de la talla de Hazard, De Bruyne o Courtois (por sólo nombrar tres) jueguen tan mal y no sean capaces de dar ese salto cualitativo para llegar a ser consideradas una potencia mundial.

Lo más triste es que por esa pantomima de coeficiente FIFA los dragones rojos ocupan ahora mismo la segunda posición en el ránking sin haber hecho nada del otro mundo. Tras el fracaso de la Eurocopa donde les eliminó Gales en cuartos tras haber empezado ganando ese partido la federación belga quiso dar un giro y despidió a Wilmots para dar las riendas a Roberto Martínez, un entrenador curtido en la Premier League y que ya tuvo a Lukaku como delantero en su etapa en el Everton. Pero su debut anoche no fue esperanzador, fue superada durante todo el partido por una España en busca de su nueva identidad, y no se vio mucho atisbo de cambio de la anterior etapa.

Las estrellas belgas son ya estrellas en los mejores equipos de Europa y ya la excusa de la inexperiencia o la juventud no sirve, y es el momento de que den un aso adelante y se conviertan en una de las selecciones más temibles del continente, porque es probable que estemos ante la mejor generación del fútbol belga y no han hecho nada reseñable todavía a nivel internacional. Es el momento de dar un paso adelante y volver a poner a Bélgica en el mapa futbolístico tras mucho tiempo desaparecido.