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10 años de felicidad

Hoy hace exactamente diez años que el Cholo Simeone se hacía cargo como entrenador del Atlético de Madrid. Recogía un equipo que dirigido por Gregorio Manzano estaba a dos puntos del descenso, acababa de ser eliminado a doble partido por el Albacete (en ese momento en segunda división b), que incluso venció por 0-1 en el ya demolido Vicente Calderón. La situación en el equipo era insostenible, la crispación y los paralelismos con la temporada del aciago descenso del club colchonero eran cada vez más evidentes y con este ambiente llegó Simeone que puso todo de su parte por llegar y hacerse con las riendas del club.

Tras haber sido campeón en Argentina con Estudiantes de la Plata y River Plate, dio el salto a Europa en el Calcio italiano, haciéndose cargo de un Catania en descenso en el mercado invernal y salvándolo. Pese a tener una temporada más de contrato decidió rescindirlo para estar disponible par el club de sus amores. Y tras no haber fraguado su contratación en verano, los malos resultados y la necesidad de un salvador ante esta situación le llevaron al banquillo del club rojiblanco como último recurso para reconducir la situación de un club en ese momento a la deriva tras haber perdido ese verano al Kun Agüero y Diego Forlán de golpe.

Y ya desde su primer día al mando del equipo mostró su personalidad, no le tembló la mano para deshacerse de Reyes tras conversar con él y ver si estaba involucrado en el proyecto, y pese a comenzar con un empate a 0 ante el Málaga (que luego acabaría llegando a cuartos de la Champions) se veía que algo había cambiado. Y tanto había cambiado que ganó la Europa League al Athletic de Bilbao, favorito en aquella final. Y así año a año fue superándose, logrando objetivos que ni el propio club esperaba, convirtiendo su mandato en la mejor época del club rojiblanco de su historia (con permiso de los años 70). Su mayor legado no es sólo los títulos (el entrenador más laureado de la historia del club), sino haber cambiado una mentalidad perdedora y derrotista del Atlético, que se escudaba en denominarse el pupas para justificar sus fracasos, y lo ha convertido en lo que es hoy, un equipo reconocido y respetado en Europa, incómodo para cualquier rival y al que nadie se quiere enfrentar porque sabe que le va a exigir al máximo.

Y aún así y con todo hay algún aficionado rojiblanco pide su marcha o dimisión, ahora que está en el momento más delicado desde que llegó, habiendo ganado la Liga apenas seis meses antes, y tras encadenar cuatro derrotas consecutivas en liga pro primera vez en el Atlético. Su temporada hasta el momento es decepcionante, pero si hay alguien que es capaz de levantar esto es él, como ya hizo cuando llegó, como lleva haciendo los últimos diez años., y como esperemos que haga por lo menos otros diez más.

Qué hacer con Joao

El Atlético vive unos momentos críticos de cara a esta temporada tras descolgarse de manera alarmante en la liga tras encadenar su tercera derrota consecutiva (algo que no había ocurrido nunca desde que Simeone llegó al conjunto rojiblanco en diciembre de 2011). La alarmante inseguridad defensiva del equipo se ha unido a un atasco severo en la parcela ofensiva que provoca que el conjunto rojiblanco esté a 14 puntos del líder en la liga. Simeone no consigue dar con la tecla, y por más que prueba composiciones, hay un factor común en todos, no se fía de Joao Félix. Para el técnico argentino el nulo trabajo defensivo del portugués pesa mucho a la hora de darle la titularidad en estos momentos.

Muchos claman por la suplencia de Joao, asegurando que es el jugador con más calidad del equipo (algo bastante evidente), pero el jugador portugués no se ha quitado la etiqueta de irregular y de blando en los tres años que lleva en el Atlético. Sus andares siempre trotando, y su actitud desgarbada y poco implicada no ayuda. Sus pinceladas de calidad son siempre con cuentagotas y a la mínima desaparece. Quizás tampoco el fútbol atlético es el que más pueda favorecer su fútbol, pero Griezmann en su momento se adaptó y se convirtió en un futbolista total, codeándose con Messi y Cristiano en el podio del Balón de Oro durante años a las órdenes del Cholo.

Quizás lo mejor para ambas partes es una venta, recuperando la inversión por parte del Atlético, y a un destino donde se pueda sentir más cómodo jugando más ofensivo. Pero en el Atlético no parece que vaya ya a explotar el 7. Son ya tres años en el club y ahora mismo está en el mismo punto que cuando llegó. Suplente, sin la total confianza de su técnico, con ese aúrea de estrellita sin haber demostrado nada todavía, y sin tener dos partidos consecutivos buenos. Podría pensarse que es solo cosa de Simeone, pero como bien recalcó el técnico, en Portugal su situación es la misma o incluso peor (llegó a no ser convocado por Fernando Santos durante un par de parones de selecciones), por lo que no es algo que sólo vea el argentino. Situación complicada que enrarece aún más el ambiente en un Atlético donde sólo se necesita a gente implicada, y Joao no parece estarlo.

Más es menos

La confección de la plantilla del Atlético de esta temporada es la más variada y con más alternativas de la era Simeone (y probablemente de la historia del club). Pero de momento eso no ha significado que haya dado con la tecla el técnico argentino. El mal momento físico de Suárez (pese a sus dos goles en Getafe) unido a que está intentando que todos entren en el ciclo del equipo está provocando que el Atlético haya pasado tres partidos consecutivos sin anotar un gol y que ante el Getafe sólo la rebeldía y la calidad en el área de su delantero Suárez le salvaran de otro partido para olvidar, en especial por una primera parte para hacérsela mirar.

Es pronto todavía, al equipo le faltan automatismos y velocidad de crucero, que seguro que la alcanza pronto y vuelve a ser ese martillo pilón qu acostumbró durante buena parte de la temporada pasada y que le llevó a ser campeón de liga. De momento las figuras de Griezmann, Cunha o Suárez están muy lejos de su nivel, y unidas a las lesiones de Lemar Koke y Kondogbia provocan que el equipo quedé expuesto a su poca preparación debido a los juegos Olímpicos, Eurocopa y Copa Oro a la que se han tenido que enfrentar sus jugadores dejándoles casi sin margen de preparación. Difícil jugar peor, pero la mejor de las noticias es que tanto ante el Espanyol como ante el Getafe se llevó los tres puntos por luchar e intentar hasta el final.

Dupla esperada

Ayer se produjo el esperado regreso a Majadahonda de Antoine Griezmann, pero sus compromisos con la selección y haber jugado el partido el día antes nos privó de ver al delantero compartiendo ya balón y minutos, aunque sean de entrenamiento, con Luis Suárez, una relación con morbo tras coincidir en el Barcelona y no terminar de tener la química esperada en la ciudad condal. Su relación, siempre hablado por la prensa como mala, y desmentida por acciones que realizó Suárez para ayudar la adaptación del francés fuera de los terrenos de juego, es uno de los morbos este año para la delantera atlética, que en caso de funcionar puede ser devastadora y con diferencia la mejor del campeonato español a día de hoy.

El primer partido que tiene el Atlético es el domingo ante el Espanyol, con muchos jugadores llegando justo de tiempo, con Joao ya entrenando con el grupo después de dos meses tras su operación de tobillo, y con Correa y Cunha llegando el mismo viernes de sus compromisos internacionales, hay muchas papeletas de que la dupla franco uruguaya se postule como titular ya desde su primer partido. Es un partido importante tras el tropiezo ante el Villareal en casa y viendo que los principales competidores han comenzado igual de fuertes, los cuatro aspirantes están empatados a siete puntos, es importante no bajar el ritmo ahora en el comienzo para no quedar descolgado.

La papeleta ahora es para Simeone que a día de hoy tiene claro que el once titular del equipo es el que comenzó ante el Villareal, y el resto debe ganarse el puesto. Van a tener muchas oportunidades ya que se avecina tormenta de partidos para los rojiblancos con el inicio de la Champions ya esta semana que viene y teniendo el grupo más complicado del sorteo pese a ser cabeza de serie, por lo que las rotaciones serán constantes en los onces. La idea del argentino es que la competencia interna potencie al grupo y el rendimiento de todos, pero a veces puede ser contraproducente según el carácter de algunos jugadores, veremos como es capaz de manejar esta situación y si nadie se queda descolgado en el proceso o perdido por el camino.

Cambiar la opinión

Se confirma una de las renovaciones más necesarias sino la más necesaria en el Atlético de Madrid. Marcos Llorente ha plasmado su firma para unir su futuro al del club hasta 2027, alejando posibles fantasmas de la Premier. El jugador refrenda así su posición de indiscutible en el once y pone la firma a una historia de superación pocas veces vista y que deja claro que con esfuerzo las opiniones se revierten.

Soy el primero en reconocer que el fichaje de Marcos Llorente por el Atlético no me agradó en absoluto, me pareció un desembolso más que excesivo (entre 35 y 40 millones) por un jugador residual del Real Madrid que sólo había tenido un año decente en el Alavés dos temporadas atrás. Un jugador que en aquel momento sólo era un medio defensivo con buen físico y nada más. Su pasado madridista además no ayudaba a empezar con buen pie en el Atlético. Sus inicios además fueron malos, con minutos residuales y cuando era titular no pasaba de jugar sólo los primeros 45 minutos.

Pero la noche de Anfield todo cambió, su salida para oxigenar los últimos minutos del partido le hicieron refrendar el cambio de posición que Simeone ya estaba ensayando con él en los entrenamientos. Ese llegador con disparo certero y físico muy superior al resto. Y a partir de ese momento ha entrado en un estado de gracia del que no se ha bajado desde entonces, con una temporada descomunal de por medio y una afrenta escandalosa en la selección por parte de Luis Enrique colocando al medo más en forma de España como lateral.

Ahora su situación es otra, reconocido como uno de los mejores jugadores de la liga, titular absoluto en y pieza fundamental en el actual campeón de liga y con una renovación y un sueldo acorde a sus méritos. Nada que no se haya ganado un jugador que ha encajado a la perfección y ha derribado todas los muros que ha tenido por delante, y todavía tiene 26 años y mucho que recorrer y parece que seguirá siendo de rojo y banco.

Griezmann ¿si o no?

La más que posible vuelta de Antoine Griezmann al Atlético de Madrid está llenando de controversia a los aficionados atléticos. Muchos todavía no perdonan al francés por la manera en cómo se marchó, por tenerlo ya firmado antes del partido más importante del año (antes de la vuelta de octavos ante la Juventus), y por terminar despidiéndose en vídeo tras el paripé de su documental el año anterior. Todo ese bagaje pesa y mucho en el aficionado colchonero. Hasta el punto de olvidar que ha sido el mejor jugador de los últimos años del club, ha sido el jugador que estando en el Atlético más cerca ha estado de ser Balón de Oro (en el año 2018 fue un auténtico escándalo que no lo lograra), llevó al club a la segunda Final de la Champions en Milán, fue en sus cinco temporadas en el club el máximo goleador en todas ellas, llegó por 35 millones de euros y se marchó dejando 120 millones, fue el primero en ponerse el mono de trabajo en cada partido, siendo la única estrella a nivel mundial que defendía sin rechistar y haciéndolo a la perfección, se acopló a los métodos de Simeone sin rechistar cuando le tocó en el banquillo y amoldó completamente su juego para convertirse en el jugador total que es a día de hoy., siempre que se enfundó la rojiblanca lo dio todo y cumplió como el que más, pese a tener un último año y medio mezclado entre pitos de la afición y cánticos a su favor, elevó el estatus del club a lo más alto merced a su fama y a ser la estrella de la campeona del Mundo en aquel momento. Y la sola posibilidad de su vuelta, con 30 años, con ganas de volver a demostrar el jugadorazo que es debería ser suficiente para que el Atlético se lance a por él. La única pega que veo es desprenderse de un emblema como es Saúl, un jugador que jamás debería abandonar la disciplina rojiblanca a menos que lo solicite él, pero si es cierto que el año anterior fue un jugador residual para Simeone y la llegada de De Paul le cierra definitivamente las puertas a la titularidad. Yo valoro los méritos deportivos y me parece que salen ganando por goleada en el fichaje de Griezmann, y los atléticos deberían frotarse las manos imaginando una delantera formada por Suárez al lado del principito, creo que desde Forlán-Agüero no se ha visto nada parecido en el club colchonero.

Aquí se sufre Siempre

Victoria importantísima del Atlético de Madrid anoche en el Wanda Metropolitano ante la Real Sociedad que le mantiene líder y le permite seguir dependiendo de sí mismo a falta ya sólo de 180 minutos para que finalice la Liga. Pese a realizar probablemente el mejor partido de la segunda vuelta y disponer de ocasiones claras para la goleada, el Atlético de Madrid se complicó la vida los últimos diez minutos del partido, dejando que la Real anotara un gol tras un córner mal defendido y sufrió sobremanera, más por el miedo a que le empataran que por alguna ocasión clara de los donostiarras.

El equipo de Simeone salió desde el comienzo a por el partido y ya en el minuto 20 había anotado dos goles y fallado otras dos ocasiones clarísimas. A partir de ahí controló el partido a su antojo y sólo un disparo peligroso de Isaak (que se lesionó) puso en riesgo la portería de Oblak. Con la reanudación los rojiblancos gozaron incluso de ocasiones más claras que en la primera parte, Luis Suárez, autor de una asistencia en el segundo, estuvo excesivamente fallón en la definición y se le vio ansioso por tanto tiempo sin marcar, ya que falló ocasiones impropias de un delantero de su categoría.

Tras las ocasiones desperdiciadas la Real, sin nada ya que perder fue al ataque y dispueso de una clara ocasión de Portu, que estrelló contra el palo, y a partir de ahí reinó el desconcierto entre los locales, que recibieron un gol tras un balón parado mal defendido, y que acabó pidiendo la hora merced a un botín demasiado preciado como para perderlo. Finalmente salió victorioso el Atlético y ya sólo piensa en su siguiente compromiso ante Osasuna, que en caso de que esta noche el Real Madrid no gane, podría proclamarse campeón de liga en caso de ganar a los navarros. Partido a partido y sufriendo en cada uno.

Derrota crítica

Crítica derrota la del Atlético este domingo que deja al equipo muy tocado y con la posibilidad de perder el liderato a manos del Barcelona este mismo jueves. Un mal inicio del Atlético, que incomprensiblemente no salió a por el partido, sabedor del tropiezo del Madrid y de que el Barcelona, ganando su partido entre semana le podía igualar o pasar en caso de no ganar. Es inadmisible la actitud del equipo, e incluso la reacción del entrenador, donde en otros partidos ajustó con cambios antes del descanso, o incluso en el mismo descanso, sabiendo que el equipo no estaba funcionando y tiró toda la primera mitad.

Aún así, consiguió el empate a diez minutos del final y cometió el inexcusable error de bajar revoluciones al partido, en vez de aprovechar la inercia del gol y la euforia para buscar una victoria trascendental en el campeonato. Pero lejos de eso, dio la sensación del que el gol sentó mejor a los locales, que volvieron a dominar el partido y marcaron en un córner tras un despiste total de la defensa colchonera. Así es muy difícil conquistar campeonatos, pero la única noticia buena para los de Simeone es que siguen dependiendo de ellos mismos.

También ahora deben acudir con la urgencia de ganar en el Camp Nou al Barcelona, algo que parece complicado y más cuando llevan quince años sin hacerlo en feudo barcelonista. Peor el Atlético rinde mejor cuando tiene que ir a por el partido que no cuando especula con el resultado, algo que le pesó sobremanera en San Mamés. La diferencia enorme que tenía sobre el Barcelona se ha dilapidado, pero quedan cinco jornadas para la redención de una liga que han tenido muy cerca y parece que la han dejado escapar por realizar una segunda vuelta en la que han repetido todos los errores de la temporada pasada.

Eliminatoria para olvidar

Malísima eliminatoria la que ha protagonizado el Atlético de Madrid en los octavos de la Champions League ante el Chelsea. Ha sido superado en todo por le conjunto inglés que de la mano de Tuchel parece otro equipo totalmente diferente al que deambulaba sin espíritu ni plan con Frank Lampard. Desde el partido de ida el equipo de Londres fue muy superior y tuvo un control aplastante sobre la eliminatoria. Desde la llegada del técnico alemán, no ha perdido ningún partido y sólo ha recibido dos goles en trece partidos, lo que indica el buen trabajo que va realizando el técnico bávaro.

Por su parte Simeone no tuvo grandes reacciones como en otras eliminatorias, el cambio de Suárez al poco de comenzar la segunda parte confundió y mucho al equipo y las decisiones de que no jugara Lemar desde el inicio condicionó mucho el juego del equipo, intentó imponer físico en el medio con la entrada de Saúl, pero a la hora de salida de balón el equipo no tuvo ideas y el Chelsea recuperó muy fácilmente cada vez que lo perdía. La presión arriba de los de Tuchel y las salidas a la contra rapidísimas con un Werner que volvió loco a la zaga maniataron a toda la defensa colchonera.

Lo más preocupante de esta eliminatoria es que el Atlético no ha tenido una sola ocasión clara en 180 minutos de eliminatoria, y eso sí que es algo que no es normal. Con los problemas en la portería que ha tenido el Chelsea este año, el lío de Kepa, que pone más presión sobre el portero Mendy, y ni por esas. Sólo se contabilizó un disparo a puerta de Joao Félix mordido tras tocar en un defensor y poco más bagaje en una vuelta en la que el conjunto rojiblanco tenía que ir a marcar un gol. Ahora sólo queda centrarse en la Liga que sería un título que haría que la temporada fuese muy buena para los de Simeone, pero habrá que ver si esta decepción les afecta en el próximo partido del domingo ante el Alavés.

Momento inoportuno

El Atlético de Madrid perdió una gran oportunidad el domingo en el derbi de dar un puñetazo en la mesa y escaparse más en la carrera por conseguir la Liga. Dominó el partido desde el comienzo, con una gran primera parte, y unos veinte minutos de la segunda donde mereció más premio para llegar con más ventaja a los minutos finales. Justo a raíz de los desafortunados cambios de Simeone el Atlético cedió los últimos veinte minutos de su juego a su rival y acabó pagándolo con un empate in extremis que dejó sabor a derrota.

Cuando la tablilla de cambios señaló a Thomas Lemar y minutos después a Yannick Carrasco el mensaje que dio el entrenador al equipo es de replegar atrás y ceder el balón, cuando lo estaba acaparando y el vendaval ofensivo era muy grande sobre la portería de Courtois. Eran los mejores momentos del conjunto rojiblanco y su técnico trastocó al equipo y le hizo perder todo el dominio y control que tenía sobre el mismo, provocando que el Madrid pudiera dar un paso adelante y empezar a tocar más en el medio.

Pese a todo el Atlético en el global del partido fue superior, se recuperaron las buenas sensaciones con su once de gala (quizás sólo falta Giménez en el centro de la defensa de tres) y sigue dependiendo de sí mismo con un buen margen si no sufre otra pájara como la de Febrero pasado. Viene ahora un tramo complicado, con la vuelta en Stamford Bridge, donde tendrá que ir a remontar el 0-1 cosechado en Bucarest, y la visita al Pizjuán en dos semanas. Ese periodo es clave para ver las aspiraciones finales del conjunto rojiblanco que parece recuperarse del serio bache que pasó por las lesiones y Covid que atravesó su plantilla.