Séptimo en el Garden

Esta madrugada en Boston se juega el determinante game 7 en la NBA para acceder a la gran Final. Los Denver Nuggets esperan al vencedor de la serie entre Miami Heat y Boston Celtics que hace unos días parecía decidida con el sorprendente 3-0 a favor de los de Florida, pero que Boston, con una canasta de White mediante salvadora, han sabido igualar para decidir el último en un TD Garden que estará a reventar para rematar una machada nunca vista, remontar un 3-0. Nunca en la historia se ha levantado una serie así, y los Boston sobrevivieron en el sexto con una jugada milagrosa tras haber dominado cómodamente todo el partido. Los Jays están dando su mejor versión en los últimos tres partidos, tras haber sufrido un bajón muy fuerte en números y rendimientos al comienzo de la serie, especialmente Tatum, metrónomo de estos Celtics que ya se están acostumbrando a jugar siempre al filo de la navaja. Ya superaron a Philadelphia en el séptimo tras ir perdiendo la serie 3-2, y e año pasado ganaron los dos séptimos que tuvieron que jugar ante Milwaukee y Miami otra vez.

Por su parte los Heat, con los que nadie contaba al quedar octavos y jugar play in, han sido la gran sorpresa de esta postemporada. El nivel de Jimmy Buttler ha sido excepcional dejando a los favoritos Bucks (con lesión de Antetoukompo mediante) en la estacada. Spoelstra dio con la tecla los tres primeros partidos, pero está viendo como los Celtics le están devolviendo todo con su misma fórmula, mucha defensa, juego colectivo e intensidad. Su postemporada ha sido maravillosa, por mucho que la remontada afee y mucho el resultado final. Nadie contaba con ellos, y por momentos han estado pisando las finales que ya visitaron en la famosa temporada de la burbuja de 2020 donde cayeron ante los Lakers. La presión por perder es muy grande, la sombra de la remontada final puede ser demasiado pesada para un equipo que se crece también en lo adverso, que en los momentos calientes juega mejor y que ha demostrado que no le teme a nadie y que puede dar el susto final a unos Celtics que se quedaron el año pasado a las puertas de la gloria en la Final y que parece que tras casi estar eliminados han olido sangre y van a por todas. Que nadie se pierda el partido porque promete ser apasionante.

Justicia poética

Hablar de lealtad es hablar de Marco Reus. El que fuera muchos años el mejor jugador de la hornada alemana campeona del mundial, la mala suerte le persiguió para no poder obtener ningún título importante. Su lesión meses antes del Mundial de Brasil privó a Alemania de su mejor jugador y a él de coronarse campeón del mundo. Con el Borussia ha intentado año tras año ganar la Bundesliga o la Champions, se quedó a las puertas en 2013, perdiendo la final contra el Bayern en Wembley. También ha visto como todos sus compañeros de equipo se marcharon a los cantos de sirena de Bayern o Premier, quedando él como único superviviente. Y no fue por falta de ofertas, todos los grandes equipos trataron de convencerle, pero fue imposible, el sueño que tenía desde niño de levantar un título con su Dortmund era superior a cualquier cosa. Y ahora por fin puede hacerlo además como capitán, tras nueve años seguidos sufriendo la tiranía del Bayern en Bundesliga, viendo como siempre quedaba cerca, conformándose con alguna Supercopa alemana o la Copa Pokal. Títulos menores para la dimensión de un jugador descomunal, que de no ser por lesiones en los peores momentos posibles hubiera tenido una carrera de ensueño. El tiempo y quién sabe si la justicia poética hicieron que en la penúltima jornada un pinchazo del Bayern dejara la posibilidad al Dortmund de ponerse primero con una sola jornada por jugarse. El sábado el Signal Iduna Park, el templo negriamarillo, recibirá al Mainz para proclamarse de nuevo campeones dependiendo de ellos mismos. La oportunidad de pasar a la historia de un jugador que recordará y valorará más esta liga que cualquier otro título mayor con otro club. El sueño de un niño que se puede hacer realidad y que cada rara avis se ve en el fútbol moderno de hoy en día. Yo, como especial seguidor y admirador de Reus, espero ver cómo levanta el título el sábado y cierra el círculo de una carrera ejemplar. El premio al último romántico que pudiendo haber ganado en cualquier club prefirió jugar con el Dortmund.

Injustificable TODO

Mestalla ayer acogió uno de los espectáculos más surrealistas jamás vividos en la Liga. Vinicus Jr escuchó e identificó a un aficionado que le profirió un insulto racista y se encaró con él. No debería haber cabida en el fútbol comportamientos así y espero que sea multado económicamente con una cifra significativa, y con suspensión de por vida a espectáculos deportivos. Nada justifica un insulto así, pero la reacción de Vinicius y el tomarse la justicia por su mano no ayuda en nada. Encararse con toda una grada solo va a provocar más conflicto y más crispación, a parte de ser muy peligroso por posibles lanzamientos de objetos o invasiones de campo (como ocurrió la semana pasada en el campo del Espanyol). Es cierto que no es la primera vez que le ocurre y la eliminación en Champions es posible que le pasara factura, pero dentro de la dificultad del momento y la gravedad del insulto, hay que mantener la calma lo máximo posible. Dicho esto y viendo que ha habido reiteración de cánticos y ofensas (especialmente contra él, pero no siendo el único) la Liga deberá endurecer al máximo sanciones y posturas para cortar este problema de raíz. Tampoco se debe permitir que se insinúe que España (país del que Vinicius es nacionalizado) es enteramente racista como han hecho el propio Vini y Ancelotti (con los conflictos de este tipo que ha hay en Italia me sorprende que Ancelotti haya insinuado esto).

Pero por muy increíble que parezca no fue el único conflicto del partido. Diez minutos más tarde de aquello, una tangana entre ambos equipos, totalmente evitable, acabó con Vinicius desquiciado y agrediendo con un golpe a Hugo Duro. El VAR llamó a Iglesias Villanueva para expulsar al brasileño, que reaccionó de la peor manera posible. Primero se fue a aplaudir en la cara del árbitro su decisión de forma aireada, para luego retirarse del campo haciendo gestos a todo el estadio diciendo que se van a segunda. Un completo en cuanto a todo lo que no se debe hacer y que no se justifica con nada de lo anterior. No es la primera vez que con Vinicius pasa esto, ya en la final de copa o partidos contra el Mallorca o Barcelona (especialmente el de copa) sacaron lo peor de él y convirtieron el partido en algo personal entre su defensor y la grada contra él. Ancelotti ya le ha tenido que retirar en alguna ocasión con partidos decididos por sus idas y venidas, haciendo que la temporada colosal que haya hecho al final quede más representada por lo extradeportivo que por lo deportivo.

La final anticipada

No hay partido mejor actualmente que el Manchester City Real Madrid de esta noche. Tiene de todo, morbo, revancha y los mejores equipos de la actualidad con diferencia sobre el verde. Se repite el enfrentamiento por segundo año consecutivo, tras la maravillosa eliminatoria que ofrecieron el año pasado, con remontada inverosímil del Madrid incluida. Y tras el duelo de ida que acabó en empate con el Madrid mereciendo más, llega el desenlace esta noche en un Etihad que va a vivir el partido más importante de la temporada sin duda a tenor del nivel del partido y viendo que el Inter es el aspirante en la Final.

Mucho morbo hay de nuevo en ver si Guardiola es fiel a sí mismo o su miedo hacia el Real Madrid le hace plantear un partido conservador como en la ida, donde priorizó la posesión del balón sin riesgos hasta que el Madrid dinamitó el partido y cambió toda la dinámica. El City sabe que en su estadio debe dar un paso adelante como hizo en la ida del año pasado, donde realizó un partido perfecto prácticamente que le valió para ganar al Madrid, aunque sólo por un tanto. Como consuelo los citizens tiene que en el peor partido de Haaland tan solo empataron, con que a poco que el ciborg despierte tienen muchas opciones.

Pero que decir del rival que tienen en frente, el rey de la competición, ese equipo que se transforma en la mejor competición continental logrando imposibles como algo habitual. Para mi el Real Madrid es el favorito de esta eliminatoria, la eliminación del valor doble de los goles hace que parta en igualdad de nuevo al empezar el partido, y nadie sabe jugar mejor que ellos en el escenario de ganar o eliminarse, tiene la mejor plantilla hombre por hombre actualmente, y la mística que rodea al club les hace prácticamente invencibles últimamente. Se avecina partidazo donde se verá si hay nuevo rey o el Madrid sigue reivindicando su trono.

Respeto al fútbol

Lo vivido del domingo en el RCDE Stadium es uno de los bochornos más ridículos que he vivido. El Barcelona se proclamó campeón de liga al ganar al Espanyol en su estadio en el derbi, y cuando estaba en plena celebración pacífica del título, los jugadores tuvieron que huir en desbandada por la invasión de los ultras del Espanyol al campo. Dejando una de las imágenes más dantescos que recuerdo en la Liga sin lugar a dudas. Poniendo de manifiesto que algo tiene que cambiar en este deporte urgentemente.

Pero ya es momento de hablar del tema, de poner sobre la mesa los valores que antaño representaba el fútbol, con sus tradiciones caballerosas pese a la rivalidad, en las que la rivalidad era la misma, pero el respeto y la caballerosidad existía. Antaño, realizar un pasillo al campeón de liga, fuera tu máximo rival o no, no era una afrenta, era una muestra de respeto que dignificaba al que lo realizaba. Pero desgraciadamente a día de hoy ese gesto se ha tergiversado y utilizado como una humillación y una obligación, todo muy lejos de lo que representa el gesto y el fútbol.

Las nuevas generaciones están malinterpretando y terminando con todas las tradiciones que siempre han acompañado a este deporte. Hay que recordar que los equipos de Madrid sin ir más lejos se prestaron los estadios en casos de necesidad antaño, cosa ahora impensable (y que provocó gran revuelo tan solo plantearlo con las obras del Bernabéu). Es hora de que quede claro que no se es menos de un club por ser caballeroso y respetuoso, ni tienes menor rivalidad por mostrar respeto al contrario. Estamos alejándonos peligrosamente de la deportividad sana y acercándonos mas que nunca al radicalismo extremo y el odio que tan poco bien hacen al deporte.

Se destapó la colonia de nuevo

Partidazo entre el Real Madrid y el Manchester City en la ida de las semifinales de la Champions. Los a día de hoy mejores equipos del mundo con diferencia dieron un espectáculo majestuoso un día más tras la eliminatoria increíble que brindaron el año pasado también en las semifinales de la competición. Pero tras la ida quedó una sensación de superioridad del Real Madrid, merced a que el equipo estuvo mejor toda la segunda parte, especialmente en el último empuje del partido donde se puede decir que salió vivo el Manchester City al conservar el empate.

Parte de culpa de no revertir esa situación fue de Guardiola, el entrenador no realizó ningún cambio durante los 90 minutos que duró el partido, algo muy sorprendente teniendo en cuenta la calidad que atesora en el banquillo, y el estado físico del equipo, que sufrió en exceso y no creó ninguna salida peligrosa con piernas frescas para poner en aprietos a un Courtois que vivió muy cómodo los últimos minutos. Al final del partido se justificó en que los que estaban le aseguraban control de la posesión y esconderla, pero pérdidas infantiles (sobre todo provocadas por el cansancio) de Bernardo Silva y Gündogan estuvieron a punto de costarle muy caras al equipo, y mantener a Grealish cuando no desbordó ninguna vez ni aprovechó las subidas de Carvajal fue un mal negocio.

Al final salió del Bernabéu con un empate que le supo a victoria por cómo se desarrolló todo el partido, el City no tuvo ninguna ocasión realmente clara pese a tener mucha posesión (el mano a mano de de Bruyne era fuera de juego) y se encontró con un gol merced a una jugada enrevesada con fallo arbitral de por medio. En el Etihad la cosa va a ser bien diferente, el equipo saldrá de otra manera y el planteamiento no tendrá que ver, pero su impronta en el partido de ida fue más que negativa, no ayudando a su equipo. Veremos si para la vuelta recapacita o quiere seguir siendo el protagonista de la eliminatoria.

Un toque de atención

La final de la Copa del Rey puso de manifiesto dos cosas muy claras. Que ahora mismo Vinicius está en el mejor momento de su carrera futbolísticamente hablando, su desborde constante, carreras infatigables, y slalons en la línea de fondo fueron una constante en una final que desequilibró totalmente él. Pero también expuso su faceta más reprobable, sus constantes provocaciones (esta vez desde la primera jugada, no necesitó ambiente hostil ni marcajes duros, desde la primera jugada ya se le vio desquiciado) y faltas de respeto a rivales que empañan la actuación sobresaliente que tuvo y que hace que no sea considerado como lo que es, un auténtico fuera de serie.

El Real Madrid, desde los estamentos más altos, debe darle un toque de atención, no se puede permitir sus actos ni sus mini batallas dentro de los partido que no le favorecen a él y enervan al rival de manera contraproducente contra su equipo. Ya es una constante en todos los partidos las disputas y berrinches evitables de un Vinicius que debería haber sido expulsado por protestas en más de una ocasión. Es el jugador que más faltas recibe, al que más buscan, pero si se mira en el espejo de otros regateadores natos como Messi, nunca tuvo esos problemas ni se revolvió como hace el brasileño.

En esta final, en el descanso en el túnel también se encaró con jugadores de Osasuna, y Ancelotti tuvo que hacer terapia individual en el descanso para él. Se le vio algo más centrado en la segunda parte, pero con el tanto de la victoria madridista, en vez de celebrarlo junto a todos sus compañeros, fue a reírse y burlarse de los rivales. Con todo esto no justifico para nada las provocaciones o las falta a Vinicius, a los jugadores que dan espectáculo hay que protegerlos, pero hay que tener en cuenta que el fútbol es deporte de contacto, las faltas están permitidas y castigadas por el reglamento, y lo que tiene que hacer de una vez Vinicius es en jugar que sabe mucho y no en protestas y encararse con rivales y público, que no le beneficia lo más mínimo ni a él, ni a su equipo.

Pulso perdido

Joao Félix se las prometía muy felices cuando salió cedido al Chelsea en Enero desde el Atlético de Madrid. Su nula relación con el entrenador Diego Pablo Simeone, al que se le achacaba el mal rendimiento de un jugador que siempre ha prometido más que ha demostrado, acabó con una solicitud de salida por parte del portugués a la directiva atlética. El conjunto madrileño, consciente de la insostenible situación acabó por ceder a los deseos de Joao y le mandó rumbo a la Premier a demostrar que en el Atlético y en especial el Cholo estaban equivocados con él.

Cuatro meses después de aquello el tiempo ha puesto a cada uno en su lugar. El Atlético es el mejor equipo de Europa en cuanto a números desde Enero, Simeone ha dotado de nuevo de velocidad de crucero a un equipo a la deriva que quedó apeado de todas las competiciones europeas y ligueras desde el mes de Noviembre por primera vez con el argentino en los banquillos. Y Joao por su parte ha sido relegado al banquillo, sin disputar ni un solo minuto en el último encuentro ante el Arsenal, y discutida públicamente de nuevo su actitud y su predisposición en lo colectivo (por enésima vez).

Ya va siendo hora de que Joao se dé cuenta que en el fútbol hay que esforzarse, que su actitud desde que aterrizó en el Atlético fue mala y que ya con 23 años para 24 está empezando a dejar de tener edad de promesa, a dejar pasar los años pasando inadvertido, y no solo ya en el Atlético que era su excusa siempre. En el Mundial con Portugal fue intrascendente, y en el Chelsea tampoco es ya ni titular. Su actuación de Champions en el Bernabéu fue el resumen de su carrera, un fogonazo inicial y nula aportación restante. Este verano será crucial para su carrera si quiere despegar el vuelo de nuevo, si llega una oferta interesante por él, en el Atlético no pondrán impedimentos a su vuelta, ya que su pulso con Simeone lo ha perdido claramente. Es turno de Mendes de hacer de nuevo su magia y colocar a un jugador que si sigue así difícilmente será determinante.

Los horarios de Tebas

Una nueva jornada más entre semana para la Liga en la que Tebas deja mucho que desear con unos horarios inadmisibles para la gran mayoría de aficionados. No es de recibo un partido entre semana a las 10 de la noche para poder ir al campo. Es inadmisible que el público tenga que tragar con esta absurda decisión que deja a muchos aficionados locales sin poder asistir a partidos por los que han pagado a principio de temporada al adquirir el abono de su equipo. Un Martes o un Miércoles no es día para poner a esa hora el partido, los niños (supuesto futuro de este cada vez más negocio y menos deporte) no pueden acudir al partido, con ello, los padres tampoco y la gran mayoría que al día siguiente trabaja no está por la labor de acabar de madrugada por el antojo del presidente de la Liga.

No tiene ninguna explicación ni defensa posible, es difícil que así un campo se llene, que se pueda vender la Liga fuera de nuestras fronteras, ni que la afición arrope a sus equipos. Hay aficionados que siguen al equipo fuera de casa y también se le hace imposible acompañar así al equipo. Los jugadores tampoco están a favor de estos horarios, extremadamente nocturnos, sin el calor de afición, desvirtuando en cierta medida la competición.

No es la primera vez que los horarios y las designaciones de los partidos causan controversia, ya con los partidos de los Lunes tuvo una de las grandes chinas en el zapato, el Alavés, gran perjudicado de estas designaciones, se manifestó a través de sus aficionados en varias ocasiones, llegando incluso a ganar una batalla legal a la Liga. Pero Tebas a vuelto a lo mismo, con partidos los viernes y los lunes para tristeza y decepción de los equipos más modestos que son los que verdaderamente sufren estas decisiones. O cambia mucho esto o cada vez la afluencia a los estadios va a ir bajando, los precios por entrada y abono son cada vez más altos, pero las condiciones que se ponen a los partidos cada vez son peores. Para hacérselo mirar.