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La historia se repite

Como si se tratara de un dejavu, el Sevilla y En Nesyri volvieron a revivir una noche de pesadilla europea en una Supercopa de Europa. Esta vez Atenas fue testigo de como el Sevilla con todo a favor y con posibilidad real de ganarla, fallaba ocasiones muy claras, en especial su delantero, para morir en la orilla en su sexta derrota en siete ocasiones de este torneo. Como ya ocurriera hace dos años con el Bayern de Munich, En Nesyri tuvo un mano a mano clarísimo que estrelló en los pies de Ederson, con una definición que dejó mucho que desear y que hubiera sentenciado un partido que tenían donde querían los hispalenses.

Luego la tanda de penaltis tampoco ayudó a los de Mendilibar, que erraron el último lanzamiento, que luego el propio Mendi reconocería que su cambio de Suso fue un claro error ya que lo metió para el penalti y no quiso tirarlo. También quedó el sabor amargo del que puede ser el último partido de Bono con el Sevilla. El portero quedó desolado hundido y solo en el centro del campo, masticando todavía la tanda, donde no paró ninguno, y se le escapó el penalti de Walker por unos milímetros.

El poso que queda es de decepción, tras haber tenido al City sometido y dominado, pero los brotes verdes son evidentes, aunque el mercado sigue abierto y la salida prácticamente confirmada de Bono puede que no sea la última. Acuña está siendo tentado por el Aston Villa, y puede que algún jugador mas salga del equipo. Con esta situación, la paliza física realizada y la derrota de la primera jornada al Sevilla le va a tocar hacer mucha terapia antes de afrontar la nueva jornada liguera donde una nueva derrota en Mendizorroza le puede dejar muy tocado y rescatar los fantasmas del descenso del año pasado. Momento muy peligroso pese a haber estado muy cerca de realizar una machada histórica.

La mas difícil todavía

Siete, se dice pronto. El Sevilla volvió a proclamarse campeón de la Uefa Europa League por séptima vez tras una nueva clase magistral de supervivencia y épica en el torneo. Todas han tenido su épica pero quizás ésta última, por las circunstancias, y cómo se ha dado la temporada sea la más especial. La temporada del Sevilla comenzó como un drama, coqueteando muy seriamente con el descenso, con la dolora destitución de Lopetegui para intentar cambiar el umbo del equipo, la llegada de Sampaoli que sería cesado a los pocos meses tras no dar con la tecla en ningún momento, y el aterrizaje de Mendilibar, un currante del fútbol, para acabar tocando de nuevo la gloria para los de Nervión. De poder ser la peor temporada del Sevilla en dos décadas a participar en la Champions de la próxima temporada y como cabeza de serie en el torneo. Un lavado de cara a la temporada y un soplo de ilusión para una parroquia que lo ha pasado muy mal esta temporada.

Y el camino no ha sido fácil. Tras quedar eliminado en la fase de grupo de la Champions, accedió como tercero a la Uefa Europa League. Allí tras sufrir contra el PSV pese al 3-0 cosechado a favor en la ida se ha ido desquitando de todos los rivales más fuertes del torneo. Mención especial para los últimos diez minutos en Old Trafford, donde la remontada par empatar el partido rozó más lo paranormal que la épica. Y ante la Juventus, tras rozar la eliminación en la vuelta, supo sobrevivir y ganar en la prórroga. La Roma tampoco lo puso fácil, pero supo sufrir en algunos momentos y jugar los penaltis para volver a levantar un título que ya se ha convertido en habitual. Una nueva hazaña más para un equipo que se transforma de manera inexplicable en el torneo europeo para convertirse en el gran dominador con merecimiento. Muchos honores para el Sevilla.

Justicia poética

Hablar de lealtad es hablar de Marco Reus. El que fuera muchos años el mejor jugador de la hornada alemana campeona del mundial, la mala suerte le persiguió para no poder obtener ningún título importante. Su lesión meses antes del Mundial de Brasil privó a Alemania de su mejor jugador y a él de coronarse campeón del mundo. Con el Borussia ha intentado año tras año ganar la Bundesliga o la Champions, se quedó a las puertas en 2013, perdiendo la final contra el Bayern en Wembley. También ha visto como todos sus compañeros de equipo se marcharon a los cantos de sirena de Bayern o Premier, quedando él como único superviviente. Y no fue por falta de ofertas, todos los grandes equipos trataron de convencerle, pero fue imposible, el sueño que tenía desde niño de levantar un título con su Dortmund era superior a cualquier cosa. Y ahora por fin puede hacerlo además como capitán, tras nueve años seguidos sufriendo la tiranía del Bayern en Bundesliga, viendo como siempre quedaba cerca, conformándose con alguna Supercopa alemana o la Copa Pokal. Títulos menores para la dimensión de un jugador descomunal, que de no ser por lesiones en los peores momentos posibles hubiera tenido una carrera de ensueño. El tiempo y quién sabe si la justicia poética hicieron que en la penúltima jornada un pinchazo del Bayern dejara la posibilidad al Dortmund de ponerse primero con una sola jornada por jugarse. El sábado el Signal Iduna Park, el templo negriamarillo, recibirá al Mainz para proclamarse de nuevo campeones dependiendo de ellos mismos. La oportunidad de pasar a la historia de un jugador que recordará y valorará más esta liga que cualquier otro título mayor con otro club. El sueño de un niño que se puede hacer realidad y que cada rara avis se ve en el fútbol moderno de hoy en día. Yo, como especial seguidor y admirador de Reus, espero ver cómo levanta el título el sábado y cierra el círculo de una carrera ejemplar. El premio al último romántico que pudiendo haber ganado en cualquier club prefirió jugar con el Dortmund.

La final anticipada

No hay partido mejor actualmente que el Manchester City Real Madrid de esta noche. Tiene de todo, morbo, revancha y los mejores equipos de la actualidad con diferencia sobre el verde. Se repite el enfrentamiento por segundo año consecutivo, tras la maravillosa eliminatoria que ofrecieron el año pasado, con remontada inverosímil del Madrid incluida. Y tras el duelo de ida que acabó en empate con el Madrid mereciendo más, llega el desenlace esta noche en un Etihad que va a vivir el partido más importante de la temporada sin duda a tenor del nivel del partido y viendo que el Inter es el aspirante en la Final.

Mucho morbo hay de nuevo en ver si Guardiola es fiel a sí mismo o su miedo hacia el Real Madrid le hace plantear un partido conservador como en la ida, donde priorizó la posesión del balón sin riesgos hasta que el Madrid dinamitó el partido y cambió toda la dinámica. El City sabe que en su estadio debe dar un paso adelante como hizo en la ida del año pasado, donde realizó un partido perfecto prácticamente que le valió para ganar al Madrid, aunque sólo por un tanto. Como consuelo los citizens tiene que en el peor partido de Haaland tan solo empataron, con que a poco que el ciborg despierte tienen muchas opciones.

Pero que decir del rival que tienen en frente, el rey de la competición, ese equipo que se transforma en la mejor competición continental logrando imposibles como algo habitual. Para mi el Real Madrid es el favorito de esta eliminatoria, la eliminación del valor doble de los goles hace que parta en igualdad de nuevo al empezar el partido, y nadie sabe jugar mejor que ellos en el escenario de ganar o eliminarse, tiene la mejor plantilla hombre por hombre actualmente, y la mística que rodea al club les hace prácticamente invencibles últimamente. Se avecina partidazo donde se verá si hay nuevo rey o el Madrid sigue reivindicando su trono.

Se destapó la colonia de nuevo

Partidazo entre el Real Madrid y el Manchester City en la ida de las semifinales de la Champions. Los a día de hoy mejores equipos del mundo con diferencia dieron un espectáculo majestuoso un día más tras la eliminatoria increíble que brindaron el año pasado también en las semifinales de la competición. Pero tras la ida quedó una sensación de superioridad del Real Madrid, merced a que el equipo estuvo mejor toda la segunda parte, especialmente en el último empuje del partido donde se puede decir que salió vivo el Manchester City al conservar el empate.

Parte de culpa de no revertir esa situación fue de Guardiola, el entrenador no realizó ningún cambio durante los 90 minutos que duró el partido, algo muy sorprendente teniendo en cuenta la calidad que atesora en el banquillo, y el estado físico del equipo, que sufrió en exceso y no creó ninguna salida peligrosa con piernas frescas para poner en aprietos a un Courtois que vivió muy cómodo los últimos minutos. Al final del partido se justificó en que los que estaban le aseguraban control de la posesión y esconderla, pero pérdidas infantiles (sobre todo provocadas por el cansancio) de Bernardo Silva y Gündogan estuvieron a punto de costarle muy caras al equipo, y mantener a Grealish cuando no desbordó ninguna vez ni aprovechó las subidas de Carvajal fue un mal negocio.

Al final salió del Bernabéu con un empate que le supo a victoria por cómo se desarrolló todo el partido, el City no tuvo ninguna ocasión realmente clara pese a tener mucha posesión (el mano a mano de de Bruyne era fuera de juego) y se encontró con un gol merced a una jugada enrevesada con fallo arbitral de por medio. En el Etihad la cosa va a ser bien diferente, el equipo saldrá de otra manera y el planteamiento no tendrá que ver, pero su impronta en el partido de ida fue más que negativa, no ayudando a su equipo. Veremos si para la vuelta recapacita o quiere seguir siendo el protagonista de la eliminatoria.

La cruda realidad

No solo los grandes nombres dan los títulos. Ayudan mucho, pero necesitan un acompañamiento a la altura, o por lo menos que en los días más grises den el do de pecho. Es el principal problema que ha tenido el PSG todos los años. Un equipo muy descompensado, grandes estrellas junto a jugadores de muy bajo nivel o totalmente inexpertos, que es lo que se evidenció una vez más anoche. Un equipo con la mejor delantera posible casi, pero con un centro del campo y una defensa que dejan mucho que desear. Y cuando sus estrellas ofensivas no rinden, el equipo no sabe dar un paso adelante ni aguantar ante equipos de entidad. El Bayern, lejos de sus mejores épocas de nombre de plantilla le ha pasado por encima en ambos partidos con suficiencia aplastante.

Otra vez más el PSG se va en octavos de la Champions, todo por no ser capaz de ganar ninguno de los dos partidos de la fase de grupos al Benfica, que le quitó la primera plaza de grupo por tener mejor golaverage. Las lesiones tampoco le han ayudado, Mbappé en la ida llegó entre algodones y sólo pudo jugar los últimos minutos de partido, y en la vuelta Neymar no pudo ni participar. El mercado veraniego dejó una buena noticia con la continuidad del Mbappé en el club, pero dejó muchas dudas con los fichajes claramente innecesarios y muy alejados del nivel que se tiene en otras líneas el PSG de Fabián, Carlos Soler o Renato Sanches. Jugadores muy alejados de los de mejor nivel en su posición en Europa, y en una posición clave del campo, donde se decide el rumbo de los partidos y se imponen los equipos.

De nuevo las dudas asaltarán un proyecto cada vez menos apetecible, con un vestuario cada vez más ingobernable, con una dirección deportiva dividida, Antero Henrique y Luis Campos (ambos llegados en verano también) mantienen una disputa constante y no han llegado a ningún acuerdo en ninguno de los fichajes, siendo Henrique el que se ha impuesto finalmente. Otro fracaso más, donde con el equipo fuera de la Copa también (le apeó el Marsella) sólo le queda de nuevo a inicios de Marzo el insípido título de la Ligue 1. Y los rumores sobre la marcha de Mbappé, la renovación de Messi (desaparecido en el global de la eliminatoria una vez más) y de Ramos o la venta de Neymar serán una vez más lo que rellenará unos meses que harán muy largos en París otro año más. Y ya van…

Intolerable

Un nuevo acto vandálico desmesurado por parte del Frente Atlético en la previa del derbi copero avergüenza a toda la afición atlética a la que este grupo hace tiempo dejó de representar. Sus constantes disputas con la directiva atlética (por la falta de presupuesto que sacaban de los viajes una vez que el equipo está fuera de Europa) está provocando una división constante en cada partido, con pitos de la propia afición rojiblanca a su grupo ultra, que cada partido continúa con el falso cántico de Atlético somos nosotros. Todo esto ha provocado un ambiente irrespirable en el campo, que se ha traducido en los peores números como local del equipo desde que se mudaron al nuevo Metropolitano, dejando de ser un fortín inexpugnable, a ser un estadio asequible para casi cualquiera.

La causa del cambio de escudo, que hace ya 6 años del cambio, la nueva camiseta de este año, y el dinero que no se destina ya que este año no hay viajes, han hecho que el grupo ultra se revuelva contra la directiva, con cánticos y ofensas a propietario y presidente. El grupo ultra está tomando medidas que no representan a una afición que siempre se ha caracterizado por apoyar al equipo en las buenas y en las malas sin recurrir a insultos ni actos violentos, y mucho menos con actos como el de esta noche de amenazas de muerte a jugadores del Real Madrid. El derbi tiene que ser una fiesta del fútbol, con una dura rivalidad pero sana. Todo lo que deje de ser eso será un error por parte de todos los implicados y no representa a los verdaderos aficionados de cada equipo que apoyan desde la racionalidad y el sentimiento a su equipo.

Es el momento de que el Atlético tome las medidas oportunas y, como hicieran en su momento Real Madrid y Barcelona, expulsar a este grupo ultra del estadio, y quitarle ese poder que ahora tiene y que tras mucho tiempo han demostrado que no saben usar. No es la primera vez que el nombre del Atlético se ve manchado por unos vándalos con actos fuera de lugar, que empañan a una afición ejemplar que ni comparte ni apoya estas situaciones. Es el momento de la directiva de actuar y dejar a fuera a este grupo que deja claro que lo último que le interesa es el fútbol, ya que sólo buscan pretextos para usar violencia y descargar frustraciones. El fútbol es pasión, tradición, entretenimiento, rivalidad y sobre todo diversión. Todo lo que no sea eso o no represente eso está fuera de lugar, y el Frente Atlético lleva mucho tiempo fuera de todo esto.

Vergüenza innecesaria

Ridículo espantoso el que protagonizan los dos grandes clubes del fútbol español en los cuartos de final de la Copa del Rey. Ambos clubes, han tomado la absurda medida de no dejar entrar a ningún aficionado que no sea del equipo local, incluyendo textualmente en la compra de entradas que llevar cualquier identificativo del equipo visitante será motivo suficiente para no poder acceder al estadio. Una medida que empequeñece a ambos clubes, pero especialmente al Real Madrid, un equipo que siempre presume de señorío, y que tan sólo va a dar 354 entradas (que ayer subió a 600 tras salir todas las noticias) al Atlético de Madrid para la disputa del derbi copero del Jueves. Una medida sorprendente e impropia del club y de Florentino en su mandato.

El caso del Barcelona, siendo igual de sorprendente, deja en evidencia las miserias de un club que vive los últimos años acomplejado en eliminatorias, y que vive con el miedo a que se repita el ridículo del Eintrach de Frankfurt del año pasado. El club catalán impedirá el acceso a todo aficionado que porte cualquier identificativo de la Real Sociedad, empañando así la fiesta del fútbol que supone el torneo del KO. Ambos clubes se han aprovechado de la fortuna del sorteo (al salir primera su bola el partido es en su estadio) y de la inexistente norma de la Copa en cuanto a la obligación de la cesión de entradas al equipo visitante. Así como en la Liga o en l Champions si que hay norma obligatoria de cesión mínima de entradas, en la Copa eso no existe y ambos equipos han dado buena cuenta de eso.

Cuando salió el sorteo, se cruzaron los cuatro primeros clasificados de la liga actualmente, con derbi de la capital incluido, pero más que en el partido en sí, la previa está sacando las miserias de los clubes más poderosos, que se podrían ahorrar este ridículo popular ya que no lo necesitan. No ganan nada con esta medida, y pierden mucha clase con la medida tomada (todos los equipos a los que se ha enfrentado el Atlético en rondas previas, han dado más entradas al equipo visitante, con un aforo infinitamente menor que el Bernabéu). Tras esto imagino que para el año que viene, y sabiendo que todas las eliminatorias hasta las semifinales son por sorteo y a un solo partido, se instaurará una norma de cesión mínima de entradas a los equipos visitantes. Pero da pena que haya que tomar la medida así por acciones como las de esta semana.

¿Aviso a tiempo?

El Real Madrid sufrió ayer una dolorosa derrota que se podía prever según se había comportado el equipo en la reanudación de la competición tras el Mundial de Qatar. Los partidos ante el Valladolid, Villareal, Cacereño y el Valencia en la semifinal de esta Supercopa ya estaban dejando claro una peligrosa tendencia en el equipo blanco. Endeblez defensiva preocupante (con Alaba, Rüdigger, Mendy y Carvajal como principales señalados de la catástrofe), estado físico bajo de la gran mayoría de la plantilla, y sus puntales en un estado muy bajo con partidos más que discretos por parte de Benzemá, Valverde y Vinicius. Sólo Courtois está ahora mismo al nivel del año pasado, y ese nivel es muy muy alto, el resto ha sufrido un bajón preocupante, especialmente tras el Mundial.

La buena noticia para el Real Madrid es que pese al batacazo de la derrota y perder el título, todavía hay tiempo más que de sobra para revertir la situación. No es la primera vez que el Real Madrid necesita un aviso en mitad de la temporada para apretar los últimos meses de competición y acabar ganando los títulos importantes, pero también es cierto que ya en la primera etapa de Carletto al frente del club blanco, en su segunda temporada el equipo, que venía lanzado sufrió una segunda vuelta para el olvido, quedándose en blanco a final de temporada. Las comparaciones son odiosas, y esta temporada, la primera con un Mundial a mitad de competición, es la más anómala que se recuerda.

El ritmo de competición además no da tregua y los blancos deben ir de nuevo al estadio de la Cerámica para medirse con un Villareal que ya le ganó hace una semana y comenzó esta mini crisis de resultados y juego que puede dejar muy tocado al equipo blanco en caso de reproducirse el mismo resultado. Sería perder en menos de una semana dos títulos para un club que no puede permitirse esos tropiezos. Y sin casi tiempo para pensar se avecina el Mundial de Clubes, con la distracción y kilómetros que supone ese torneo. Es momento de para, pensar y dar un paso al frente de los jugadores que más lejos de su versión están en este 2023, o vendrán tiempos muy complicados para el club blanco.

G.O.A.T.

Si todavía quedaba algo abierto el debate sobre el mejor jugador de todos los tiempos (algo que ya estaba cerrado hace tiempo para mi gusto) ayer Lionel Andrés Messi se encargó de cerrarlo. Nadie en la historia ha sido tan dominante durante tanto tiempo y con una superioridad y regularidad pasmosa respecto al resto del mundo. Con el Mundial cierra el círculo a una carrera mayúscula, donde los últimos años quizás hayan sido más oscuros por las mala gestión del club en el que estaba, pero que no ensombrecen la carrera del mejor jugador que ha dado este deporte. Ha sido el mejor jugador ante una época ya de defensas especializados, de vídeos y estrategias al máximo para parar a un jugador en concreto, ante los sistemas individuales y colectivos hacia él, y los ha superado siendo siempre el máximo goleador y asistente de cada torneo en el que participaba. Nadie ha marcado más goles en un año natural en la historia del fútbol, nadie ha dado más asistencias en un año natural que él en la historia del fútbol. Ya dominaba desde que subió al primer equipo del Barcelona, hizo olvidar el declive del Barcelona de Rijkaard y junto a la mejor generación de la historia de la Masía dominaron durante los cuatro años de Guardiola al frente del equipo el panorama del fútbol mundial con el mejor fútbol jamás visto.

Este Mundial solo hace justicia para aquellos que intentan desmerecer los méritos de un jugador de época quedarse sin argumentos posibles. Ha dominado durante 17 años el fútbol. Nadie le ha superado en ningún registro, nadie ha entendido el juego como él lo ha hecho. Incluso ha mejorado año tras año, incorporando nuevos registros a los que ya traía de serie. Sin empezar como un especialista se ha convertido en el mejor lanzador de faltas del mundo, sin que fuera su especialidad se ha convertido en el mejor asistente de la historia. Y lo mejor de todo es que lo ha hecho siendo un ejemplo en todos los sentidos. Nunca ha tenido un mal gesto, una mala patada, una acción desmedida dentro de un terreno de juego, y esto cobra más mérito incluso en él, siendo el que más patadas ha recibido sin ninguna duda. No ha tenido unas declaraciones fuera de tono, no ha dado ninguna noticia por su vida extradeportiva y ha sido un ejemplo para los más jóvenes, esperando su momento sin alzar la voz y ganándose su sitio por méritos propios, hablando en el campo de fútbol sin malas caras ni desplantes.

Esto cierra un círculo mágico y una carrera para la historia imposible de repetir en la que ha conquistado todos los títulos posibles, ha batido todos los récords posibles, y sobre todo ha hecho disfrutar a cualquier amante del fútbol durante casi dos décadas con un jugador que parecía más de consola que de vida real. El mundo del fútbol le debía una tras perder (tras robo arbitral incluido) la final de Brasil allá por el lejano 2014, y 8 años después D10S ha cerrado el círculo para cerrar el debate, devolver a Argentina a los más grande, poner la tercera estrella en la camiseta y ser ahora ya sin ninguna duda el mejor jugador que ha dado este deporte. Un final de película para un jugador al que han maltratado propios y ajenos, que ha soportado las comparativas con un mito intocable como Maradona y que ha superado para ser la leyenda que ya era pero que desde ayer se sitúa sin dudas en lo más alto de listas, gráficos o comparativas posibles. Yo vi jugar a Leo Messi, lo diré siempre porque no sabemos lo afortunados que hemos sido.