Bofetada de realidad

Nueva decepción del Barcelona ante un partido importante, donde sacó todas sus carencias que le han lastrado esta temporada, y que les devuelve a la realidad en a que están y les alejan de ese escenario en el que creían encontrarse. El Clásico fue una nueva dosis de realidad para un equipo que tiene maneras, que ha mejorado mucho respecto al año pasado pero que hasta que no se deshaga de las rémoras que lastran el despegue definitivo del equipo no competirá en el último escalafón con los grandes. Ya le pasó en Europa, donde el Bayern les bajó a la realidad y luego el Inter les apuntilló para dejarles prácticamente fuera de la Champions, y ahora ha sido el Real Madrid, en su primera gran prueba en Liga el que ha demostrado que en el cara a cara están todavía lejos.

Xavi insistió de nuevo en Busquets (que ha sido el mejor «5» muchos años) que está ya lejos de su mejor nivel y su físico para estos partidos no llega, un Sergi Roberto de lateral, que se vio superado por Vinicius con facilidad en uno de los partidos más flojos del carioca este año y Eric García que, pese a tener un fallo gravísimo ante el Inter en el gol de Lautaro, fue de la partida de nuevo y volvió a errar en el 2-0 y el 3-1 clamorosamente. Su titularidad en el Barcelona no se sostiene, y su convocatoria en la selección empieza a ser flagrante, únicamente sostenida por la obcecación del seleccionador.

El de Tarrasa además pecó de ingeniuo, ya que el Madrid ha superado al Barcelona en todos sus enfrentamientos salvo el año pasado tras la decisión de Ancelotti de poner a Modric de falso 9 por la ausencia de Benzema, ya que el Madrid con Vlverde siempre genera superioridad en el centro del campo, y a partir de ahí las contras letales a la espalda de una zaga que salvó Koundé y Balde es excesivamente lenta a la espalda, dan una ventaja tremena para un Madrid que lo explotó a su antojo. Con un partido simplemente correcto del conjunto banco pudo hacer mucha herida (hubo un gol anulado a Benzema al comienzo de la segunda parte que suponía el 3-0) a un equipo herido tras el varapalo europeo y que lleva varias jornadas muy desvirtuado. Curiosamente ha sido tras as bajas de sus únicos centrales de talla mundial como son Aráujo y Koundé, el resto de defensores no está para el nivel que pretende el Barcelona, y a partir de ahí debe gestionar la plantilla la directiva blaugrana para el año que viene. Un varapalo a tiempo siempre espabila, pero el Barcelona es experto en auto compadecerse y buscar excusas en otros factores que no sean errores propios. Veremos como sientan estos dos palos con un calendario apretado hasta la llegad del Mundial que no espera a nadie.

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