Reacción a tiempo

El inicio de año no había sido nada bueno para el vigente campeón de la Premier que había visto cómo sus cinco partidos disputados con el cambio de año en ninguno había sido capaz de ganar, mención especial a la derrota en Anfield ante el Burnley que hizo tocar fondo a un equipo que hasta hace bien poco era algo menos que intratable. Las lesiones se han cebado en la zona defensiva del equipo, y el acople de Thiago, que también ha estado apartado tiempo del equipo, ha sido más difícil y lenta de lo que se esperaba y no ha favorecido en ver la mejor versión de un equipo que se había afianzado ya como líder y arecí que iba camino de su segunda Premier consecutiva con bastante suficiencia.

Pero el bajón de rendimiento de hombres clave como Salah o los laterales, que son fundamentales en el juego del esquipo de Klopp, daban una sensación al equipo de vulnerable y lo más alarmante y que quizás el técnico alemán no había vivido desde su llegada a orillas del Merseyside que es la falta de gol del equipo. Pero ayer volvió a verse la mejor versión del equipo red en un campo y ante un rival de entidad como era el Tottenham de Mourinho, y al que aplastó cuando pisó el acelerador dando un puñetazo en la mesa y volviendo a recuperar las sensaciones y aprovechando el tropiezo del líder el Manchester United ante el colista en casa.

También es verdad que tuvo dos momentos claves el partido que fueron el gol en el minuto antes de irse al descanso, y la lesión de Kane que no pudo continuar tras el descanso, dejando a un Tottenham muy tocado que encajó además en el primer minuto de la reanudación. Las buenas noticias además fueron los goles de Mané Firmino y Arnold, jugadores cave que necesitaban ese refuerzo de confianza y Salah, que anotó pero se le anuló por mano previa de Firmino, también recuperó buenas sensaciones. Queda por ver si esto ha sido un espejismo o de verdad se ha recupera al vigente campeón para la lucha por la Premier, pero yo no apostaría en su contra en este momento.

Mala elección

Parece que la cesión de Martin Odegaard al Arsenal será oficial en horas y que el noruego ya está viajando hacia la capital inglesa para firmar el contrato, pero ¿es la elección correcta irse al equipo de Mikel Arteta?. La sobrepoblación de medio centros del equipo, con la renovación de la cesión de Ceballos (que prácticamente no tiene hueco), el fichaje bomba de Thomas y la sorprendente irrupción del joven de Smith Rowe, unido al fuerte fondo físico que es necesario para jugar en la Premier y que quizás es el punto más débil ahora mismo del noruego custionan y mucho la decisión tomada.

Es cierto que la situación en el Real Madrid era insostenible, Zidane no contaba con él, y los pocos minutos que tuvo tampoco dio la sensación de que la situación se pudiera revertir. lo mejor era buscar una salida, pero en el Arsenal, que ofrece además jugar competición europea con la Europa League, puede que su situación no cambien y definitivamente pierda el año entero, entre la adaptación al siempre exigente fútbol inglés, unido a que lleva muchos meses sin jugar varios partidos con continuidad pueden provocar que pasen los meses y el escandinavo juegue más bien poco.

Arteta lo ha pedido como deseo expreso, con un Arsenal que ya parece algo recuperado de esa mala racha de resultados que le llegó a situar a cinco puntos del descenso hace menos de un mes, pero no creo que Odegaard, que ha demostrado una calidad incuestionable, tenga el carácter que hay que tener para imponerse a este tipo de situaciones y sea capaz de imponerse. Es un jugador muy frío al que a veces le ha faltado esa pizca de maldad para crecer y ganarse más minutos de los disputados en la vuelta al Real Madrid. Habrá que seguir atentos las evoluciones de Martin, pero no parece que haya sido la mejor de las elecciones por su parte.

Sin alma

El Fútbol Club Barcelona evidenció su mayor carencia desde hace años en la final de la Supercopa ante el Athletic de Bilbao. La falta de alma y espíritu de equipo. Los más veteranos no aportan ningún tipo de liderazgo (salvo Piqué que ahora mismo está lesionado de larga duración), y los nuevos no pueden dar el paso adelante necesario por ser demasiado jóvenes o llevar poco en el equipo. Es una lástima ver que el trabajo y la progresión de Pedri, De Jong o Dest se vea así de frenada e incluso enturbiada por un ambiente institucional y deportivo de lo más extraño que he visto jamás.

Y para mí el principal culpable es Messi, el portador del brazalete, el mejor jugador del mundo, alguien que no ayuda con su actitud ni sus maneras (y no lo digo por la expulsión ni mucho menos) a que el equipo se sobreponga a su preocupante debilidad defensiva. Messi no lidera al equipo como debería, ahora no se necesita a un Messi que marque hat tricks día si y día también como antaño, ahora necesitan a un Messi implicado que ayude al equipo en defensa y en ataque, que se le vea con ganas de comerse el partido, y ahora mismo el argentino está muy lejos de eso, y tristemente poco a poco va manchando su expediente con finales perdidas que no debería haber perdido.

Lo peor es que este título y el torneo podían haber servido para espolear un equipo claramente herido, con mucha fragilidad y que no domina los partidos como antaño con balón y que no sabe transicionar defensivamente. Es tan simple como presionar arriba y en defensa cerrar huecos centrales para desactivar a un equipo sin ideas y viciado en las mismos claves de ataque de años anteriores pero sin los jugadores necesarios para ello. El mercado de invierno está abierto, pero la caja del Barcelona está vacía, las elecciones a la presidencia se han retrasado y los socios están sin ilusión y con el temor de años de travesía por el desierto del club debido a las malas gestiones de la última directiva a la que se le hizo moción de censura y tuvo que acabar dimitiendo. mientras tanto el equipo va a sufrir para acceder a los puesto d Champions para el año que viene, ya ni pelear por la Liga se puede hablar para este Barça.

Máximo Riesgo

Se ha puesto fin al culebrón de James Harden en la NBA. Su rebeldía con la franquicia en la que llevaba ocho años ha dado sus frutos y sus deseos de ser traspasado se han cumplido. u destino serán los Brooklyn Nets con Durant e Irving de compañeros. En principio se forma así el mejor big three de la liga con mucha diferencia pero surgen muchas dudas en torno a la cohesión de sus integrantes. Harden no ha sabido convivir en sus ocho años en Houston con ningún compañero de nivel y todos han acabado con mala relación con la estrella y traspasados, lo que hace ver que dado el difícil carácter de Irving también la aventura puede acabar muy mal.

La calidad de cada uno es indudable, se han juntado en Nueva York a los dos mayores talentos ofensivos de la liga con mucha diferencia, y al mejor driblador de la liga. Un equipo al que se le debe pedir el anillo de inmediato, pero que cuenta con un Steve Nash como entrenador novato de esta competición en su primera temporada dirigiendo un banquillo NBA. Y todo esto llega en medio de la tormenta sobre las ausencias de Irving que es para hablarlo a parte también.

La relación hasta ahora entre Durant (el mejor jugador de la liga junto a LeBron) y Harden es magnífica desde sus inicios en Oklahoma, pero también lo era entre Westbrook y Harden y sólo hay que ver cómo han acabado ambos. Desde luego si se compenetran y se solidarizan (el mejor ejemplo que pueden ver son los Lakers de James y Davis) son el favorito sin duda al anillo, pero con Harden e Irving nada augura que el proyecto vaya a salir bien, y el salario garantizado de Harden para los próximos tres años es el más alto de la liga, Una apuesta muy arriesgada para un equipo que ya se equivocó en un movimiento similar hace unos años cuando trajeron a Garnett y Pierce de los Celtics. Habrá que ver si esta vez les sale mejor la jugada.

Situación complicada

La suplencia de Joao Félix anoche ante el Sevilla no fue casualidad, el joven futbolista portugués comienza por segunda jornada liguera consecutiva en el banquillo, y esta vez en un duelo decisivo para el cuadro colchonero. Es una realidad que Lemar y Correa le han comido la tostada al menino, y ahora mismo, y tras el nivel que vienen mostrando ambos, el 7 va a tener muchas dificultades para entrar en el once titular. El partido en Valdebebas dejó claro para Simeone, que lo evidenció con un prematuro cambio, que Félix no es su principal opción en los partidos donde hay que meter la pierna y el equipo necesita defensa pro parte de los once jugadores.

Pero la situación se puede revertir, el inicio liguero del fichaje más caro del Atlético de Madrid fue brillante, pero se ha ido diluyendo conforme emergían las figuras de Carrasco (el hombre más en forma del equipo sin duda alguna), Llorente, Lemar y ahora Correa. Todos ellos han adelantado por la derecha al mediapunta gracias al trabajo e implicación defensiva, algo que sigue siendo una asignatura más que pendiente para Félix. Habrá que ver si deja atrás su carácter mohíno y apático y saca algo de rebeldía ante esta situación que ahora mismo es complicada para él.

La temporada es larga y el riesgo de lesiones es alto, algo que corre a su favor, pero tampoco se le ve en los minutos que entra al campo ganas de querer cambiar su situación. Ante el Huesca es verdad que dio la asistencia de la victoria a Suárez, pero fue un destello de su calidad más que implicación durante el partido. Ya son muchos periodos que atraviesa así Joao, que sigue con la asignatura pendiente de la constancia y la regularidad, parece que tras el partido ante el Leipzig en Lisboa y el inicio liguero iba a dar el paso adelante necesario, pero ha vuelto a otra etapa de ostracismo mientras sus competidores por el puesto están en su mejor momento.

No aprende

La historia se repite con Russel Westbrook. El base californiano tras un año de fiasco en su proyecto en Houston solicitó el cambio de equipo a la directiva tejana, y acabó en un equipo sin expectativas como los Wahington Wizards. Parecía que podía volver a empezar de nuevo, demostrar su evolución tras una década en la liga, pero nada mas lejos de la realidad. Los Wizards son el peor equipo de la liga con un balance de 1-5 y Westbrook sigue siendo el jugador acaparador y egoísta que ha sido toda su carrera, y sacando números personales descomunales, pero pirrios a nivel colectivo. Es un jugador acaparador que juega cada noche casi 40 tiros de campo por partido, una salvajada que hace que el equipo se resienta noche tras noche.

Es cierto que promedia un triple doble en cada partido uno de los cuatro partidos que ha jugado, pero también es verdad que el equipo ha perdido los cuatro, y en el que el base no pudo jugar el equipo ganó con una diferencia de veinte puntos. Puede ser ventajista aprovecharse de esta coyuntura pero los datos y el juego desplegado por el resto de la plantilla en ese partido hacen que se vea la diferencia de tener al ex de UCLA en cancha o no. Además nunca se ha visto que Westbrook mejore a los compañeros que tiene, siempre que ha ganado es por una superproducción suya de tiros en los que tiene porcentajes aceptables, sino el desastre del partido es inminente. Las comparaciones son odiosas, pero otra máquinas de hacer triples dobles como LeBron o Doncic no necesitan jugarse 40 tiros por partido para lograrlo, e implican a todo el equipo haciendo que el hito sirva para ganar el partido.

Ya se comprobó en la época que compartía equipo con Durant, en la que el alero era el mejor jugador del equipo, anotaba más que el base, pero tiraba menos iros de campo por partido, algo insólito que no sirvió para que Westbrook modificara su forma de jugar y entendiese mejor el juego, Él sólo sabe jugad con su físico privilegiado y a toda velocidad jugándose cada ataque como si fuera un 1 contra 5 constante y así es muy difícil. En Washington tiene el escenario ideal para lucirse individualmente con número estratosféricos (ojo que hay que ser muy bueno para lograrlos) pero no va a alcanzar ni para entrar en playoffs en una conferencia Este más que asequible ahora mismo.

Volvieron igual que se fueron

El Bayern Leverkusen está siendo la grata sorpresa de esta Bundesliga este año. El equipo de la farmacéutica comenzó con pocas ilusiones la temporada, la marcha de sus dos mejores jugadores, Havertz y Volland, no ayudaban al optimismo de la afición, y varios años de ostrcismo por la mitad de la tabla tampoco alentaban a pensar en un año especial para el equipo. Pero nada más lejos de la realidad, con el entrenador Peter Bosz, el equipo ha llegado a liderar la clasificación a falta de una jornada para el parón invernal, llegando a empatar ante el Bayern en el Allianz Arena. Pero la última jornada antes del parón y la primera no han traído buenas noticias. Dos derrotas dolorosas, especialmente la de anoche ante el Eintracht, en Frankfurt, y dejándose remontar el partido escocieron y mucho. Es cierto que el objetivo del equipo no es la liga ni mucho menos, pero la cuarta plaza debe ser el objetivo sabiendo que las tres primeras son inalcanzables ya que están vedadas para el Bayern, Dortmund y Leipzig.

Pero no todo son malas noticias para el Leverkusen, la renovación de Aránguiz y sobre todo de Amiri, el gran proyecto de jugador del club, dan tranquilidad a un proyecto que unido a los Bellarabi, Bailley y Schick debe asentarse en los puestos de liga de Campeones. Tiene un gran entrenador, que despliega un fútbol bonito y una plantilla compensada entre jóvenes con proyección y veteranos curtidos en mil batallas como los gemelos Bender. Si todo acaba como debe y el equipo no se desploma, la inyección económica de la clasificación para el máximo torneo continental puede hacer dar de nuevo ese paso adelante a un equipo que llevaba mucho tiempo dormido y transitando sin pena ni gloria por la Europa League.