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Pablo y Perea 2.0

La eliminación anoche del Atlético de Madrid en el REALE Arena confirmó para los seguidores atléticos os peores presagios que tenían. Con Felipe y Hermoso ahora mismo no pueden competir ante ningún equipo. La seguridad que durante diez años ha caracterizado al equipo del Simeone está siendo denostada esta temporada por una dupla que por circunstancias de las lesiones han provocado que jueguen más minutos de los que deberían. El segundo gol realista es el culmen al año catastrófico que lleva Felipe a cuestas, un jugador que en su primer año dio un rendimiento excelente, y que lleva dos años siendo una sombra de sí mismo. Hermoso no se salva de la quema, su buena salida de balón no empaña sus salidas a tierra de nadie a lo loco, sus errores infantiles en partidos clave (Liverpool, Oporto…) y una actitud de bandolero y macarra que arrastra partido tras partido, que no empaña que es el central más blando del campeonato.

Cuando llegó Simeone, hace más de diez años ya, el equipo que tenía contaba todavía con Perea en sus filas, un jugador que junto con Pablo Ibáñez constituyeron una de las peores parejas de centrales de la historia del club, sino la más. El hazmerreír constante que fueron partido tras partido, con ovaciones en derbis de aficionados rivales cada vez que entraban al campo certifican el nivel de la pareja. Si ya Simeone supo cambiar esa fama del equipo, de mujer barbuda capaz de hacerse él solo el mayor daño posible, es capaz de hacerlo cuando se llegue a verano. El equipo necesita urgentemente una reestructuración atrás, caras nuevas y una limpia de más de la mitad de la línea defensiva, laterales como Lodi incluidos. El único problema que se le plantea al argentino ahora es que con lo que tiene debe quedar entre los cuatro primeros este año, y eso va a ser una tarea muy difícil si no recupera los efectivos lesionados atrás.

Sin alma

El Fútbol Club Barcelona evidenció su mayor carencia desde hace años en la final de la Supercopa ante el Athletic de Bilbao. La falta de alma y espíritu de equipo. Los más veteranos no aportan ningún tipo de liderazgo (salvo Piqué que ahora mismo está lesionado de larga duración), y los nuevos no pueden dar el paso adelante necesario por ser demasiado jóvenes o llevar poco en el equipo. Es una lástima ver que el trabajo y la progresión de Pedri, De Jong o Dest se vea así de frenada e incluso enturbiada por un ambiente institucional y deportivo de lo más extraño que he visto jamás.

Y para mí el principal culpable es Messi, el portador del brazalete, el mejor jugador del mundo, alguien que no ayuda con su actitud ni sus maneras (y no lo digo por la expulsión ni mucho menos) a que el equipo se sobreponga a su preocupante debilidad defensiva. Messi no lidera al equipo como debería, ahora no se necesita a un Messi que marque hat tricks día si y día también como antaño, ahora necesitan a un Messi implicado que ayude al equipo en defensa y en ataque, que se le vea con ganas de comerse el partido, y ahora mismo el argentino está muy lejos de eso, y tristemente poco a poco va manchando su expediente con finales perdidas que no debería haber perdido.

Lo peor es que este título y el torneo podían haber servido para espolear un equipo claramente herido, con mucha fragilidad y que no domina los partidos como antaño con balón y que no sabe transicionar defensivamente. Es tan simple como presionar arriba y en defensa cerrar huecos centrales para desactivar a un equipo sin ideas y viciado en las mismos claves de ataque de años anteriores pero sin los jugadores necesarios para ello. El mercado de invierno está abierto, pero la caja del Barcelona está vacía, las elecciones a la presidencia se han retrasado y los socios están sin ilusión y con el temor de años de travesía por el desierto del club debido a las malas gestiones de la última directiva a la que se le hizo moción de censura y tuvo que acabar dimitiendo. mientras tanto el equipo va a sufrir para acceder a los puesto d Champions para el año que viene, ya ni pelear por la Liga se puede hablar para este Barça.

La dura realidad

España cayó ante Ucrania en un partido que dejó en evidencia todas las evidencias de un conjunto que está muy lejos de competir con las selecciones más importantes ahora mismo y dejó muy claro que el puesto más necesitado ahora mismo es el de delantero centro. Desde que Villa se retiró de la Roja, no ha habido ningún 9 que se haya asentado en el equipo y la falta de gol comienza a ser una rémora muy importante para un conjunto joven que está en plena transición de nombres importantes y que le falta ese hombre gol que desatasque partidos cerrados como el del Martes.

Pero no sólo el puesto de nueve debería de preocupar, la portería es un tema incendiario, con dos porteros que a priori deberían ser un muro, ni Kepa ni De Gea son capaces de revertir las críticas y sus errores de mayor o menor envergadura son una constante casi en cada partido y sigue sin haber uno fijo como titular. Luis Enrique sigue probando a ambos a ver si alguno coge la confianza necesaria para hacerse con el puesto pero ni por esas. Ya ante Ucrania un fallo en cadena de toda la defensa y con De Gea ayudando también acabó en el gol que supuso la derrota del combinado nacional.

En el medio es quizás donde más variantes hay y de más seguridad, en esta última convocatoria las lesiones han privado a cuatro pilares del conjunto de ir a la concentración en las Rozas. Tanto Isco como Fabián, Asensio o Thiago no sólo se prevén como seleccionables sino como titulares en un equipo necesitados de alguien con liderazgo y que asuma algo de riesgos en esos pases entre líneas para ayudar a dar velocidad al ataque y ser más imprevisibles, en vez de tanto toque en paralelo sin peligro alguno como el visto el Martes en Kiev. Queda mucho tiempo y hay tiempo de recuperar a jugadores para la causa como Saúl o Aspas, pero a día de hoy España está muy lejos de las principales selecciones para la Eurocopa.

Desastre total

Se confirmó el desastre ayer en Croacia de la selección española. En un partido clave para la disputa de la Final Four del primer torneo de Naciones, valí ganar para clasificarse, o incluso empatar siemrpre que Inglaterra no ganara a Croacia en el siguietne partido. Pero salimos del estadio con el rabo entre las piernas tras el gol en la última acción de Jevdaj, que anotó un doblete, todos a la espalda de un Íñigo Martínez desbordado en el día de ayer.

Luis Enrique empezó su andadura muy fuerte, con sonadas victorias en Wembley y en Elche ante Croacia, pero poco a poco el combinado nacional se ha ido desinflando, con situaciones extrañas como la lesión de Íñigo Martínez en la anterior convocatoria, o la lesión de Alcácer que le ha impedido entrar en esta pero que sin embargo le permitió jugar el clásico alemán ante el Bayern, en el que continuó con su racha anotando el gol de la victoria del conjunto borusser.

Ni la vuelta de Jordi Alba funcionó, ni Isco está a su nivel tras la operación de apendicitis que sufrió y las malas sensaciones que tiene al ser el único jugador del Madrid que sin estar lesionado no ha comenzado de titular ningún partido. Luis Enrique es optimista, sabe que está en una etapa de transición, donde los nuevos deben dar un paso al frente que todavía no dan, pero sabe que deben coger experiencia en situaciones límites como la de anoche para fortalecer el carácter y afrontar así un campeonato tan exigente como una Eurocopa o un Mundial.

Paso atrás del Málaga

El Málaga fue una de las revelaciones de la liga Santander en la segunda vuelta, cuando con la destitución de el gato Romero llegó Míchel y revitalizó a un equipo que estaba de capa caída y que tenía serios problemas con el gol, pero que tras esto fue capaz de ganar a Barcelona o Sevilla en su estadio con una gran exhibición. Y este año con Míchel desde el comienzo de la temporada se esperaba que el Málaga pudiese dar un pasito hacia adelante y dejar de mirar al descenso y comenzar a mirar hacia Europa.

Pero en este verano sus tres piezas básicas del equipo se han marchado, Camacho, el capitána y alma del equipo ha abandonado la entidad para probar suerte en la Bundesliga a manos del Wolfsburgo. Sandro Ramírez, el delantero titular de la magnífica sub 21 española dio marcha atrás a su fichaje por el Atlético para acabar siendo seduciod por Koeman y su Everton en el que ahora mismo comparte delantera con toda una leyenda como Wayne Rooney. Y el útlimo en confirmarse fue Fornals, jugador con más proyección del equipo y que finalmente volverá a su Castellón natal para jugar en las filas del submarino amarillo.

Es lógico que el Málaga se haya visto obligado a vender debido a que no es un equipo que a día de hoy pueda retener a sus estrellas frente a grandes clubes, pero salvo el interesante fichaje de Borja Bastón para la delantera tras su año casi en blanco en el Swansea, no hay ningún motivo para el optimismo en el equipo boquerón. Míchel se ha mostrado muy crítico con la política del equipo y podría estar cerca incluso de presentar su dimisión ante la falta de movimientos. Mucho tiene que moverse de nuevo Al Thani para que no se le vuelva en contra otra vez más una afición que ya no cree en el jeque.

El Barcelona tira un proyecto ganador

La eliminación del Barcelona de los cuarto de final de la Champions League por segunda temporada consecutiva pone en entredicho la configuración de la plantilla y por ende de la dirección deportiva del club. No se explica cómo teniendo la mejor generación de futbolistas de la historia del club en los últimos 5 años hayan ganado tan solo una Champions después de dominar en Europa los años anteriores ganando dos de las últimas tres ediciones.

La dirección deportiva ha llevado un proyecto claramente ganador a un ostracismo en Europa que les va a costar muy caro. Han dominado con mano de hierro la liga española, pero es cierto que en Europa no han estado a la altura. Incluso en el panorama nacional se le han escapado figuras que por estilo de juego hubieran encajado a las mil maravillas como Isco o Asensio, y han sido adelantados por el Real Madrid de manera abrumadora. Incluso su propia cantera, fuente inagotable de talento en los últimos años, ya ha dejado de producir jugadores de calidad dejando el banquillo del equipo totalmente inservible.

Y ya para rematar la faena llevan años en busca de un central de garantías, antes Puyol tapaba muchos defectos de sus compañeros, pero desde la marcha del capitán, la defensa culé ha sido una auténtica pantomima, los fichajes para reforzarla han sido Mathieu (que realmante es lateral), Vermaelen (que vino con una lesión de un año entero), Mascherano (medio defensivo) o Umtiti (se creía que era una promesa), en el medio la cosa no ha mejorado, sólo se salva Rakitic, ya que los Arda, André Gomes o Denis Suárez han sido un auténtico desastre, y mientras dejaron escapar al canterano Thiago Alcántara por no hacerle jugar diez partidos en una temporada (tenía esa claúsula) algo increíble. Y para cerrar ya el círculo han estado durante tres años para buscar un lateral derecho como sustituo de Dani Alves (que les hizo un favor renovando cuando no pudieron fichar por la sanción pudiendo dejar al Barcelona en paños menores después de cómo lo trataron) para acabar fichando a Aleix Vidal (extremo reconvertido) apartarlo del equipo y poner a Sergi Roberto (medio ofensivo) que como parche biern, pero en los partidos de máxima exigencia se le ha visto con muchísimos apuros

Y ya por si fuera poco en la delantera para dar algún relevo de garantías al ataque los últimos años han sido Munir, Snadro y este año Paco Alcácer. Con unos fichajes así se entiende el descalabro de los últimos años en Europa y lo peor es que no se ven visos de mejora a corto plazo, y ya Messi ha llegado a los 30 años habiendo pasando sus años de plenitud futbolística peor rodeado que nunca y con un equipo descompensado, con un entrenador sin ideas y con la sensación de haber perdido muchos años por una pésima planificación.