Hay que tomar medidas

Aprovechando este parón de selecciones extraño en el que se para la Liga se debería analizar seriamente una tendencia más que preocupante en la Liga últimamente que son las pérdidas de tiempo. La picaresca en el fútbol para arañar algunos segundos al crono siempre han estado y son lícitas, siempre dentro de la legalidad, pero en partidos como el Real Madrid Elche, o el Atlético Valencia ha sido bochornoso por parte de los equipos valencianos. Desde el primer minuto en ambos casos trataron de que se el partido estuviera activo el menor número de minutos, con interrupciones constantes para impedir que el partido cogiera ritmo.

No es la primera vez que ocurre que desde la primera jornada un equipo ya se conforma con el empate y se dedica a perder tiempo constantemente, restando espectáculo. Hay que saber diferenciar entre salir a defender y perder tiempo, no es para nada lo mismo, hay una diferencia abismal, de hecho equipos como el Real Madrid este año está jugando mucho a salir a la contra, y es un fútbol admirable y bonito de ver. Pero hay equipo y sobre todo técnicos que son sospechosos habituales, y es algo que Tebas y cía deberían revisar y tomar serias medidas, como ya se hizo con los cambios para salir por la parte más cercana a la banda etc.

El espectáculo que ofrece la Liga cada vez se está viendo más mermado, con el Barcelona de capa caída por su pésima gestión de los últimos años, sin un solo jugador ahora mismo en el campeonato que haya luchado por el Balón de Oro o por el The Best y muy lejos de los años de Messi y Cristiano. Hasta el clásico Real Madrid Barcelona cada vez es más descafeinado y menos atractivo. Hay que dar un giro de tuerca y favorecer las propuestas valientes y vistosas de la Real Sociedad, Betis o Rayo par mejorar un espectáculo que cada vez está siendo menos.

Con la misma moneda

Es muy difícil definir lo que ha sido el rendimiento de Ousmane Dembélé hasta ahora sin hablar de las palabras fracaso, decepción o incluso poco profesional. Un fichaje que en su día se convirtió en el más caro de la historia blaugrana en un verano en el que el Barcelona perdió a Neymar y contó con una gran cantidad de dinero que, como ya ocurriera en la época de la marcha de Figo al Real Madrid, no ha sabido invertir bien y ha provocado la mayor crisis institucional del equipo en base a fichajes frustrados y sueldos desorbitados que han dejado al club al borde de la quiebra total.

Ahora, tras cinco años de sinsabores con el díscolo extremo francés, que ha pasado más del 50% de los partidos del Barcelona en su estancia lesionado, su contrato llega a su fin, y es libre de negociar con cualquier equipo. Su intención, o eso afirma él, es la de permanecer en el Barcelona, pero con unas pretensiones fuera de mercado y muy fuera de su rendimiento y aportación al equipo durante estos cinco años. El Barcelona ya ha descartado prácticamente la renovación del mosquito, y lo que ahora quiere es venderlo para sacar algo de dinero antes de que se vaya gratis en verano.

Pero Ousmane no está por la labor de abandonar el Barcelona antes de verano, pro lo que el club se plantea dejar seis meses en la grada sin jugar y apartado del equipo. Se lamentan de la actitud del jugador y de lo difícil de hacerle cambiar de opinión y de lo mal aconsejado que está. Pero cuando lo ficharon del Borussia nadie del Barcelona se lamentó cuando el jugador se declaró en rebeldía en el club borusser, negándose a ir a entrenar para fichar por el conjunto blaugrana, ahí todo les parecía bien, pero ahora que se les paga con la misma moneda ponen el grito en el cielo. Y yo me pregunto, qué esperaban en el club???

Lakers a la deriva

Nuevo traspié de los Lakers, esta vez ante los Miami Heat, con una primera parte desastrosa, y una reacción tardía y poco convencida provocan que el conjunto de LeBron tenga ya récord negativo en una floja Conferencia Oeste. Frank Vogel pende de un hilo más que nunca y lo que se esperaba como el retorno de Anthony Davis a las pistas se ha pospuesto de momento, dejando aún más incertidumbre en el futuro de los de púrpura y oro. Los rumores sobre la figura de Westbrook van a continuar hasta el cierre de mercado, y mientras loas Lakers deben pelear por no quedarse fuera de hasta el play in, algo que sería un fracaso sin precedentes.

Las sensaciones no son buenas, los movimientos realizados en verano no funcionan a excepción de Carmelo Anthony, cuyo impulso positivo cada vez se va difuminando más, perdiéndose en esta maraña autodestructiva que son los angelinos este año. Sus fichajes de veteranos muy pasados ya no les ha funcionado, los Ariza, Rondo o Howard están siendo un fracaso estrepitoso, y solo LeBron con alguna actuación sobrehumana consigue alguna victoria para el casillero amarillo. Si Davies vuelve en su versión de 2020, dominante e imparable los Lakers serán uno de los rivales más duros de su conferencia, pero la consistencia del pívot de baja prácticamente desde que consiguiera el anillo y sin recuperar ese nivel todavía el presagio es malo para la franquicia de Jeanny Buss.

Pablo y Perea 2.0

La eliminación anoche del Atlético de Madrid en el REALE Arena confirmó para los seguidores atléticos os peores presagios que tenían. Con Felipe y Hermoso ahora mismo no pueden competir ante ningún equipo. La seguridad que durante diez años ha caracterizado al equipo del Simeone está siendo denostada esta temporada por una dupla que por circunstancias de las lesiones han provocado que jueguen más minutos de los que deberían. El segundo gol realista es el culmen al año catastrófico que lleva Felipe a cuestas, un jugador que en su primer año dio un rendimiento excelente, y que lleva dos años siendo una sombra de sí mismo. Hermoso no se salva de la quema, su buena salida de balón no empaña sus salidas a tierra de nadie a lo loco, sus errores infantiles en partidos clave (Liverpool, Oporto…) y una actitud de bandolero y macarra que arrastra partido tras partido, que no empaña que es el central más blando del campeonato.

Cuando llegó Simeone, hace más de diez años ya, el equipo que tenía contaba todavía con Perea en sus filas, un jugador que junto con Pablo Ibáñez constituyeron una de las peores parejas de centrales de la historia del club, sino la más. El hazmerreír constante que fueron partido tras partido, con ovaciones en derbis de aficionados rivales cada vez que entraban al campo certifican el nivel de la pareja. Si ya Simeone supo cambiar esa fama del equipo, de mujer barbuda capaz de hacerse él solo el mayor daño posible, es capaz de hacerlo cuando se llegue a verano. El equipo necesita urgentemente una reestructuración atrás, caras nuevas y una limpia de más de la mitad de la línea defensiva, laterales como Lodi incluidos. El único problema que se le plantea al argentino ahora es que con lo que tiene debe quedar entre los cuatro primeros este año, y eso va a ser una tarea muy difícil si no recupera los efectivos lesionados atrás.

El derbi de la verguenza

Lo que se presumía el sábado como noche grande en Sevilla por el derbi entre Betis y Sevilla, ha acabado en una de las mayores vergüenzas vistas sobre un césped. No sólo por la cobarde agresión del hincha bético lanzando una barra de plástico a la cabeza de Jordán, sino por el espectáculo de los dos equipos e incluso el cruce de acusaciones y actos tras la misma. Las cosas como son, una agresión en la cabeza del jugador es siempre motivo de suspensión del partido, no somos nadie para medir la fuerza, el impacto o el dolor provocado en un deportista que está haciendo su trabajo. Y a partir de aquí el resto de lo que ocurrió sobra.

La secuencia es clara, y es a un Jordán que tras recibir el impacto estaba en perfectas condiciones, un Lopetegui desquiciado obligándole a fingir un mareo para suspender si o si el partido (intentado ganar semanas al calendario para recuperar alguna de las bajas que tiene el equipo) y encarándose hasta el punto de tener que ser separado por temor a que se llegara a las manos con Pellegrini. Un espectáculo bochornoso y perfectamente evitable que desviaba el interés del estado de salud de su jugador por intereses personales.

El Betis por su parte no actúa mejor, acusando en redes sociales y tratando de desprestigiar a un jugador que recordemos acaba de ser agredido. Esto caldeó más aún un partido que acertadamente se reanudó al día siguiente y a puerta vacía, y que el Betis ganó con justicia tras lo visto sobre el césped. Pero lejos de acabar ahí el asunto, los jugadores béticos en especial Guardado no supieron ganar y celebraron el pase en Copa mofándose de Jordán con gestos ridículos. Y para terminar de arreglar el asunto Lopetegui en rueda de prensa comparó la agresión a Jordán con una violación. Un esperpento del que se deben tomar cartas en el asunto contra el agresor (el claro culpable de todo esto), pero que ambos equipo deben revisar su manera de proceder porque amplificaron un ridículo que no favorece en nada a ninguno de los dos equipo ni a la ciudad de Sevilla.

¿Igualado?

Por más que se nos quiera vender como atractivo este clásico en Arabia, los dos equipos no pueden estar en situaciones más diferentes. El Real Madrid es líder sólido de la liga, habiendo ganado a todos los rivales directos este año y con media liga ya en el bolsillo en Enero (lo de meter al Sevilla como competidor es un chiste). El Barcelona está viviendo sus peores momentos desde la época de Gaspart (tras Bartomeu el peor presidente de la historia del Barcelona) y está en una temporada donde entrar entre los cuatro primeros empieza a ser un ejercicio de sufrimiento máximo.

Ancelotti ha declarado que en un clásico nunca se sabe lo que pueda pasar, pero sabe perfectamente que el Madrid es muy superior, por mucho que en el Barcelona se apele a la juventud del equipo y estos estén trayendo esperanza a la hinchada, el centro del campo del Madrid es infinitamente superior a día de hoy. Esta noche los Gavi y Nico van a sufrir de lo lindo ante la experiencia del tridente madridista. Modric y Kroos deberían dar una nueva lección de juego ante el equipo que presume de la posesión y el control del balón.

Y no hay que olvidad que la defensa del Barcelona en cuadro se enfrenta al mejor ataque de la liga, la pareja Benzema-Vinicius está haciendo estragos a todas las defensas, y la del Barcelona no parece que vaya a ser menos, más en la situación en la que está. Veo a un Madrid muy superior que no debe tener problemas para ganar a un Barcelona al que, aunque nadie en Can Barça quiera reconocerlo, les vale con no salir goleados de este partido y que no haya una herida muy grande. En el fútbol pude pasar de todo, pero me temo que en esta ocasión no va a ser el caso.

Ninguneado

No tengo palabras para describir la situación que está viviendo Memphis Depay ahora mismo en el Barcelona. La única luz en cuanto a fichajes de este verano que ha tenido el Barcelona, sustentándolo él solo los primeros meses de competición, y siendo el gran referente del equipo, se ve ahora mismo más fuera del equipo que dentro sin explicación alguna y sin ningún tipo de gratitud. Xavi parece que no cuenta con él, y la intención del Barcelona es la de venderlo, a poder ser incluso en este mercado invernal, sin haber recibido ninguna explicación por parte de Xavi (en eso de momento es en lo que más se está pareciendo a Guardiola) ni de la directiva.

Tras el regreso de su lesión, volvió el sábado ante el Granada con su futuro más en el aire que nunca. Sabedor de esta posible situación cuando firmó como agente libre este verano por el Barcelona (cobrando menos que en otros destinos) sólo firmó por dos años. Pero su rendimiento ha sido magnífico, y su actitud y compromiso ejemplares. Pero en el Barcelona no siempre se valora eso, de hecho un caso parecido es el de Luuk de Jong, ninguneado igual y apartado pero que mientras va sacando las castañas del fuego a un equipo especializado en devaluar jugadores de manera drástica. Me parece inexplicable que se le de tanto bombo a figuras como la de Dembélé, con oportunidad tras otra, y a un jugador como Memphis ni una mísera explicación. Y luego insisten que es Mes que un Club….

Desastre Olímpico

Todo era felicidad cuando Pellegrini anotaba el tercer gol de la Roma de una falta magistral en el minuto 60 de la segunda parte. El 3-1 que ondeaba por el Olímpico y las pésimas sensaciones de la Juventus durante todo el partido hacían pensar que la Roma por fin iba a ganar a uno de los grandes, iba a cerrar su minicrisis particular (con la de ayer suma 1 punto en 3 jornadas) y que volvía a encaramarse a los puestos altos de la tabla.

Nada más lejos de la realidad. Un auténtico desvanecimiento del equipo que dejó helado al Olímpico y con una cara de máxima perplejidad a un Mourinho que está muy lejos de volver a ser el entrenador determinante que otrora fue, y que está viviendo una etapa sin éxito en la Roma pese a la ilusión inicial de los tiffosi romanos. Un partido que refleja la temporada del equipo giallorosi, mucha ilusión de inicio y máxima decepción al final.

La Juventus, sin jugar un gran partido, y sin un arreón épico ni nada por el estilo remontó un partido que tenía más que pedido. La Roma se deshizo como un auténtico flan y en sólo siete minutos dio la vuelta total al marcador. Incluso De Light cometió un penalti que supuso su expulsión (se perderá la Supercopa contra el Inter) y que Scezny detuvo a Pellegrini, que lo tiró fatal y pifió el rechace franco del balón. Un cúmulo de desgracias que convirtieron el Olímpico en un funeral tras haber estado de auténtica fiesta apenas unos minutos antes.

Surrealismo puro

Ver a Joan Laporta afirmando que el Barcelona ha vuelto, que van a volver a ser temidos, que el próximo fichaje en llegar es Morata, y que van a traer con seguridad a Haaland en verano es ridículo. El Barcelona sigue arrastrando una profunda crisis financiera debido a la mala gestión del Bartomeu que hace que hasta ayer ni siquiera Dani Alves haya podido ser inscrito. A día de hoy y pese a ser presentado, Ferrán Torres, como ya ocurriera en verano con Eric García, Memphis o Agüero, no puede ser inscrito ni jugas con el Barcelona ahora mismo.

Esta situación surrealista y preocupante a partes iguales choca con el optimismo del presidente azulgrana, que como en su anterior mandato con su famoso ¡¡Al loro!!, parece más fanatismo que verdadera convicción. El preacuerdo que se está hablando con el agente de Haaland Mino Raiola es tan surrealista como la noticia en sí. El Barcelona debe garantizar que puede pagar el fichaje, comisiones y sueldo del jugador para que ese supuesto pacto se lleve a cabo. Y es muy difícil de imaginar cuando en el fichaje de Ferrán Torres han incluido una cláusula donde si no pueden inscribir al jugador se lo devolverán al Manchester City.

Está bien tener ganas y ambición, pero mandar mensajes equivocados y fantásticos siendo mentira no son de recibo. El público del barcelona ya ni cree en esas noticias sabedores de la situación, cada día sale un nombre nuevo de jugador que quieren vender, sin tener ningún equipo que quiera comprar a unos jugadores devaluados y sobrepagados a partes iguales. Y en medio de todo el caso de Dembélé, el segundo fichaje más caro de la historia del club y que probablemente y tras reírse del club se vaya a ir gratis este verano. Es el último servicio de la presidencia de Bartomeu a este Barcelona.

La eterna rueda

Las incendiarias declaraciones de Romelu Lukaku en Sky Sport Italia, en las que afirmaba para sorpresa de todos que quería volver al Inter, que no entendía su situación actual en el Chelsea, han provocado un cisma en el cuadro londinense, actual campeón de la Champions. Para cortar de raíz el problema que se avecina Tüchel optó por no convocarle para el importantísimo partido de ayer ante el Liverpool, y se emplazaba a una reunión esta mañana a las 11 para valorar la situación y el futuro del delantero belga. No quería precipitarse con la decisión final, y quería leer bien las declaraciones antes de tomar una decisión definitiva junto a los directivos del club blue.

Es ya la segunda vez que el Chelsea apuesta por Lukaku, tras su fichaje del Anderlecht cuando debutó con tan solo 16 años. Su complexión y estilo de juego le asemejaban al relevo natural de la estrella del Chelsea de aquel momento, Didier Drogba, pero en el Chelsea jamás tuvo grandes oportunidades ni las explotó. Sus cesiones al West Bromwich primero y posteriormente al Everton le dieron sus primeras oportunidades serias en la Premier, y el club de Liverpool lo acabó fichando definitivamente. Allí vivió grandes años que lo llevaron a firmar por más de 80 millones por el Manchester United, donde sólo aguantó un año con José Mourinho, el técnico que no le dio las oportunidades en su primer año en el Chelsea.

Volvió a tener que salir de un grande de la Premier por la puerta de atrás, y acabó recalando en el Inter de Milán, en el que, tras dos temporadas y un scudetto conseguido, los problemas económicos de la entidad le obligaron a hacer las maletas rumbo al Chelsea, para esta vez si asentarse como el 9 del equipo blue, apuntalando la única zona débil de un equipo que terminó la temporada pasada como inexpugnable. Pero tras un inicio de temporada esperanzador, la situación de Lukaku vuelve a ser la misma de siempre, no goza de la entera confianza del entrenador, que no le ve acomodo en su equipo, y que por lo que parece y a tenor de las medidas tomadas le hace tener de nuevo las horas contadas al belga. Y ahora a volver a empezar la rueda con el delantero.