Gloria para Denver

43 años después de expansión de la NBA con los equipos provenientes de la ABA (al intuir la adhesión los Denver cambiaron el nombre de Rockets por Nuggets para no tener problemas con el equipo de Houston) los Nuggets se han proclamado campeones de la NBA. Un premio justo y merecido ya que han sido el mejor equipo de la temporada regular y el mejor equipo de los playoffs sin discusión ninguna. Han cosechado un balance final de 16-4 que es el mejor balance desde los Lakers de Shaq y Kobe y han dejado por el camino a los alicaídos Timberwolves, a la conjunción de estrellas de los Suns, barrido sin discusión a los renacidos Lakers y finiquitado sin miramientos a los pujantes y sorprendentes Heat. No han dado opción a ningún contendiente, no han estado por detrás en ninguna serie y sólo han cedido un partido en su estadio en todas las series. Una muestra de la solidez y de la seriedad que han mostrado en su camino al primer anillo de la franquicia.

Si hay que destacar a alguien en este camino es a Nikola Jokic. El pívot serbio ha demostrado todos los fundamentos que hay que dominar en el baloncesto. Ha dado un clínic en cada partido de cada serie, promediando casi un triple doble en todas las series disputadas. Su superioridad ha sido abismal respecto a cualquier rival y ha puesto en entredicho la elección de MVP de la temporada regular de Embiid, no se lo dieron a él ya que sería el tercero seguido (hecho que sólo han conseguido Bill Russel, Wilt Chamberlain y Larry Bird) pero fue merecedor absoluto. Quién lo iba a decir cuando los Nuggets en el lejano 26 de Junio de 2014 le seleccionaron en la posición 41 del draft (elección que ni se televisó ya que en ese momento pusieron un anuncio de Taco Bell mientras era seleccionado) la carrera que iba a tener un jugador atípico en todos los sentidos en la NBA. Su cuerpo nada musculado, su físico lento y torpe en principio, pero que ha dado una nueva lección y ha llevado a una franquicia perdedora como Denver al olimpo de la NBA.

Mención especial a todo el trabajo del equipo también, con un Jamal Murray excepcional tras un año lesionado de gravedad, un Aaron Gordon que ha encajado y ha sabido aprovechar la facilidad de visión y pase de Jokic para anotar canastas fáciles bajo el aro con simples cortes en la zona que daban mucha vida al equipo, un Porter Jr que también volvió tras varios problemas musculares la temporada pasada y que han hecho que sea un equipo sin fisuras, muy difícil de meter mano y que ya ha entrado en la historia tras 43 largos años, el equipo que más ha tardado en ganar un anillo por primera vez hasta hoy (hay muchos equipos que si algún día lo ganan le superarán como Clippers, Magic o Suns). Jokic habrá sido el MVP de la final, pero todos y cada uno de los miembros del roster han sido partícipes activos de este anillo que da fuerza a franquicias outsiders de que si hacen las cosas bien se puede tocar la gloria.

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