Hace no mucho tiempo el Barcelona era un modelo de gestión deportiva para los equipos de fútbol del mundo. Llevaban a la perfección el hecho de fichar a los mejores jugadores del mercado con el hecho de ir introduciendo a las mejores perlas de su cantera. Era un modelo que no parecía tener fin. Pero en estas llegó Sandro Rosell y puso al frente de la dirección deportiva del mejor Barcelona de la historia a Andoni Zubizarreta.
Parecía una tarea sencilla , contaba con un equipo que lo había ganado absolutamente todo , el núcleo del equipo era muy jóven y parecía que iban a tener proyecto para largo. 4 años después se ha demostrado que la situación lo ha desbordado , que las medidas tomadas han sido pésimas y los resultados evidentes. El club ha vivido un declive deportivo evidente que se ha traducido en una temporada para el olvido en la que se demostró todos los errores cometidos por parte del director deportivo.
Esta verano está intentando maquillar su fracaso como director , pero ha dejado claro su poco ojo con los fichajes y sobre todo su pésima elección de zagueros para el club. Tras no fichar a ninguno desde que llegó al cargo , ha realizado el fichaje de un central de más de 30 años más caro de la historia , que además no es ni central , es un lateral reconvertido.
La mala gestión suya hizo que la mayor perla de la cantera barcelonista , Thiago Alcánatara terminara en el Bayern por la sorprendente falta de interés en retener al por aquel entonces mejor jugador del mundial sub 21 con España. Además del dudoso fichaje de un entrenador como el Tata Martino con un estilo totalmente distinto al de los jugadores de la plantilla y que ni el entrenador se amoldó a sus jugadores ni los propios jugadores a la filosofía del técnico argentino.
La llegada de Luis Enrique por petición popular es un pequeño balón de oxígeno para Zubi que deberá ponerse las pilas y afinar el ojo si no quiere ser recordado como el destructor del Barça de los seis títulos.