Adiós O Rei

Ayer se nos fue el mítico Pelé, una figura que ha trascendido más allá de lo futbolístico. Un jugador al que pocos pudimos ver jugar, que debido a la época no salió de su Brasil natal para competir, y que no pudo optar al Balón de Oro, pero que dejó su sello participando en 4 mundiales ganando 3 de ellos (aunque en uno casi no participó por lesión). Nadie tiene tres mundiales en su palmarés como O Rei, un jugador al que todos los que compartieron época lo ponen por encima de todos, mitificando aún más si cabe su figura.

Lo que está claro es que Pelé fue un adelantado a su época, hizo cosa hasta entonces nunca vistas, y se convirtió en la primera superestrella mundial del fútbol, su fichajes por el New York Cosmos (tras problemas económicos) así lo atestigua, y llevó a Brasil a convertirse en la potencia futbolística que es a día de hoy. No se entiende el número 10 en la verdeamarela sin él. Nadie le puede discutir su grandeza, también él alimentaba su propia leyenda, hablando de sí mismo en tercera persona y contando los goles con dudosa veracidad (según sus cuentas marcó más de 1200 goles), pero oficialmente no se contabiliza esa cifra.

Pero fuera de los números lo que está claro es que Pelé ya marcó las diferencias desde que con 17 años se proclamó campeón del Mundo liderando a Brasil, lo ganó todo con el Santos y se mantuvo en lo alto durante toda su carrera. La FIFA en 1995 le reconoció con un Balón de Oro honorífico (hasta el año anterior no se daba a ningún jugador no europeo) y se reconoció que hubiera ganado hasta 7 balones de oro. Algo que sólo ha conseguido Leo Messi (que le ha destronado como mejor de la historia). Tras varias semanas en las que se temía lo peor nos ha dejado Edson pero Pelé se quedará para siempre, su legado será eterno y el cielo ya tiene a otra estrella.

Monstruoso

Nueva exhibición de Erling Haaland, esta vez en su ciudad natal, para volver a colocar segundo al Manchester City. Sus números ya dejan de tener adjetivos porque empiezan a ser algo no visto jamás, tras convertirse en el jugador que más rápido llegó a los 20 goles (en 14 partidos) en la Premier League, ahora ha firmado, con los dos de ayer, su gol número 26 en 20 partidos con el conjunto skyblue. Cifras jamás vistas antes, que hacen que la proyección esperada de goles (recordemos que su edad son 22 años) sea estratosférica y rompa todos los récords de seguir sano.

Quizás era la pieza que faltaba a un Manchester City que salvo Phil Foden, ha fichado a golpe de talonario a todos los jugadores del equipo, dispensando un dineral por cada jugador, conformando la plantilla más fuerte a día de hoy con mucha diferencia. Es una absoluta locura el plantel del que dispone Guardiola ahora mismo y con el que ya no hay mas excusas para conquistar la Champions League. Ningún equipo le hace sombra ni en titulares ni en profundidad, y es favorito en todas las competiciones en las que participa. Busca su ansiado tetraplete (en Inglaterra hay dos competiciones coperas), algo que ningún equipo ha conseguido y que el Liverpool el año pasado estuvo cerca de conseguir.

Con un Haaland enrabietado y hambriento a más no poder por no haber participado en el Mundial de Qatar, el equipo skyblue se dispone a realizar una segunda parte de temporada descomunal, donde seguramente el noruego bata todas las cifras goleadoras posibles. A estas alturas él solo ha marcado más goles que el Chelsea en Premier League, lo que habla de la aplastante superioridad de un equipo y la dimensión de las cifras de un jugador que ha nacido para marcar goles constantemente. En la reanudación de las competiciones ya ha marcado 3 en 2 partidos, y parece que no ha saciado su apetito.

G.O.A.T.

Si todavía quedaba algo abierto el debate sobre el mejor jugador de todos los tiempos (algo que ya estaba cerrado hace tiempo para mi gusto) ayer Lionel Andrés Messi se encargó de cerrarlo. Nadie en la historia ha sido tan dominante durante tanto tiempo y con una superioridad y regularidad pasmosa respecto al resto del mundo. Con el Mundial cierra el círculo a una carrera mayúscula, donde los últimos años quizás hayan sido más oscuros por las mala gestión del club en el que estaba, pero que no ensombrecen la carrera del mejor jugador que ha dado este deporte. Ha sido el mejor jugador ante una época ya de defensas especializados, de vídeos y estrategias al máximo para parar a un jugador en concreto, ante los sistemas individuales y colectivos hacia él, y los ha superado siendo siempre el máximo goleador y asistente de cada torneo en el que participaba. Nadie ha marcado más goles en un año natural en la historia del fútbol, nadie ha dado más asistencias en un año natural que él en la historia del fútbol. Ya dominaba desde que subió al primer equipo del Barcelona, hizo olvidar el declive del Barcelona de Rijkaard y junto a la mejor generación de la historia de la Masía dominaron durante los cuatro años de Guardiola al frente del equipo el panorama del fútbol mundial con el mejor fútbol jamás visto.

Este Mundial solo hace justicia para aquellos que intentan desmerecer los méritos de un jugador de época quedarse sin argumentos posibles. Ha dominado durante 17 años el fútbol. Nadie le ha superado en ningún registro, nadie ha entendido el juego como él lo ha hecho. Incluso ha mejorado año tras año, incorporando nuevos registros a los que ya traía de serie. Sin empezar como un especialista se ha convertido en el mejor lanzador de faltas del mundo, sin que fuera su especialidad se ha convertido en el mejor asistente de la historia. Y lo mejor de todo es que lo ha hecho siendo un ejemplo en todos los sentidos. Nunca ha tenido un mal gesto, una mala patada, una acción desmedida dentro de un terreno de juego, y esto cobra más mérito incluso en él, siendo el que más patadas ha recibido sin ninguna duda. No ha tenido unas declaraciones fuera de tono, no ha dado ninguna noticia por su vida extradeportiva y ha sido un ejemplo para los más jóvenes, esperando su momento sin alzar la voz y ganándose su sitio por méritos propios, hablando en el campo de fútbol sin malas caras ni desplantes.

Esto cierra un círculo mágico y una carrera para la historia imposible de repetir en la que ha conquistado todos los títulos posibles, ha batido todos los récords posibles, y sobre todo ha hecho disfrutar a cualquier amante del fútbol durante casi dos décadas con un jugador que parecía más de consola que de vida real. El mundo del fútbol le debía una tras perder (tras robo arbitral incluido) la final de Brasil allá por el lejano 2014, y 8 años después D10S ha cerrado el círculo para cerrar el debate, devolver a Argentina a los más grande, poner la tercera estrella en la camiseta y ser ahora ya sin ninguna duda el mejor jugador que ha dado este deporte. Un final de película para un jugador al que han maltratado propios y ajenos, que ha soportado las comparativas con un mito intocable como Maradona y que ha superado para ser la leyenda que ya era pero que desde ayer se sitúa sin dudas en lo más alto de listas, gráficos o comparativas posibles. Yo vi jugar a Leo Messi, lo diré siempre porque no sabemos lo afortunados que hemos sido.

Qatar huele mal

Ya tenemos finalistas para el controvertido mundial de Qatar, y pese a que las dos eran las favoritas desde el principio del Mundial, el cómo han llegado deja mucho rastro de sospecha. El lado de Argentina, que ha recibido a favor un penalti en cada partido disputado del torneo (salvo el de México), siendo varios de ellos muy controvertidos, como los de Polonia o Croacia. Una ayuda innecesaria para un equipo que pese a llegar en un estado de forma espectacular (se quedó a un partido de Italia de igualar el record de partidos invicto) perdió su primer partido y vio, al final de la primera parte con empate ante México peligrar de verdad su participación en el Mundial. Pero las ligeras ayudas, unidas a una gran versión de Messi, con ya pinceladas debido a su edad, han aupado a los de Scaloni a su sexta final del gran torneo.

Francia por su parte también llegaba como máxima favorita, por plantilla y por ser la actual campeona, nadie se acerca al potencial línea por línea de los franceses. Y eso que no han podido contar en esta ocasión con Pogba, Kanté o Benzema, y se han sobrepuesto a la grave lesión en el primer partido de Lucas Hernández. Pero anoche, en la segunda semifinal, una controvertida jugada pudo cambiar el destino del combinado galo. Un penalti flagrante no pitado a favor de Marruecos pudo cambiar el partido totalmente. Pero no solo eso, sino que en los cuartos ante Inglaterra tuvo dos penaltis en contra, pero ambos tuvieron que ser revisados por el VAR, ninguno fue pitado de primeras pro el árbitro en directo.

Cabe destacar que las dos estrellas de ambas selecciones son Mbappé y Messi, estrella del PSG, propiedad del estado de Qatar, donde se celebra este torneo. Deja muchas dudas toda la gestión y desarrollo de un Mundial que nunca debió celebrarse en ese país, que nunca debió celebrarse fuera de la fecha veraniega, y que ha dejado más sombras que luces. Aunque la final sea la soñada por todos, el aroma extraño de cada cruce ha sido más que evidente.