Victoria de Oklahoma con triple doble de Russel Westbrook. Nos hemos acostumbrado a escuchar este titular a lo largo de esta campaña hasta en 18 ocasiones, ¡18 ocasiones!, y no le estamos dando el mérito absoluto que tiene esta hazaña por el base californiano. En tan sólo cuarenta partidos ya ha alcanzado la cifra que está establecida como récord de campaña en una temporada, quedándole todavía cuarenta y dos partidos para seguir haciendo historia y culminar una campaña de leyenda.
Pero lo mejor de estos datos es que tras la salida en verano de Kevin Durant el bueno de Westbrook mantiene a los Thunder con balance positivo y dentro de los playoffs olgadamente, algo que no es nada fácil cuando sus detractores le acusan de ir a engordar estadísticas noche tras noche. Nada más allá de la realidad, las cifras de otro planeta de Westbrook cada noche son indispensables para que su equipo, (que sin él en sus filas estaría en el vagón de cola de su conferencia sin ninguna duda), gane más del 50% de sus partidos.
Es tan bestial su dominio en la cancha que a finales de diciembre sus medias de temporada eran de triple doble, algo que sólo un hombre ha conseguido mantener a lo largo de una campaña en la NBA, y fue Oscar Robertson que lo logró una única temporada. Russel va directo a por el MVP, con su ex compañero Harden como máximo rival, pero con la motivación de ver a su ex amigo Durant con la camiseta de los Warriors cada noche como fin para destrozar estadísticas y marcas noche tras noche. Durant ha enfadado al base equivocado sin ninguna duda y Westbrook lo está haciendo notar.