El Manchester United de Mourinho tenía ayer ante sí la gran oportunidad de reengancharse definitivamente a la lucha por entrar en la liga de campeones, sobre todo tras la derrota del Arsenal en casa y los empates de Chelsea, Liverpool y Tottenham, pero una vez más no pudo pasar del empate ante el Hull City, en su propio estadio y ante una afición que comienza ya a desesperarse por la falta de resultados del equipo.
Tras haber dado con la tecla del equipo con esas seis victorias consecutivas, ha vuelto a frenarse de nuevo en la lucha y a continuar en esa sexta posición que no sirve para un club que ha sido el mayor agitador del verano junto a sus vecinos del City. Haber realizado el fichaje más caro de la historia, traer a Ibrahimovic y apuntalar la plantilla con jugadores de renombre no ha funcionado y de momento el United ha naufragado, no ha sido capaz de ganar a ninguno de los seis primeros clasificados y la sensaciones del equipo con las contínuos rumores sobre su capitán Rooney, la mala relación de Mourinho con jóvenes como Martial o la marcha de Depay no ayudan tampoco a normalizar la situación. De todas formas la bala de ganar la Europa League para acceder a la Champions está ahí y es una posibilidad que de seguir así será la última que les quede.