Tras la victoria del Madrid el pasado miércoles tras remontar el gol inicial de Vidal el Bayern afronta un difícil reto en el que no tienen muchas posibilidades de salir victoriosos. Parece claro que por cuarto año consecutivo los alemanes volverán a caer eliminados a manos de un equipo español en lo que se está convirtiendo ya en una tradición. No sacaron ninguna buena conclusión además del partido de ida en el que pese a verse por delante del marcador el Madrid les dio con más facilidad de la esperada la vuelta al marcador.
Es cierto que la justa expulsión de Javi Martínez ayudó a que el Madrid no sufriera en un campo que antaño era inexpugnable y que últimamente se está convirtiendo en un campo más que propicio (pudo irse con una renta de dos o tres goles fácilmente). El Bayern ya no asusta tanto al Madrid, no es ese equipo que realmente infundía verdadero miedo y que remonte sería considerado una sorpresa mayúscula. Cierto es que la baja de Lewandowski hizo mucho daño a los muniqueses, pero un club de la plantilla e inversión del Bayern debe sobreponerse a la baja de un hombre por muy importante que sea.
Pienso sinceramente que al dominar tanto en la Bundesliga, no tienen la intensidad ni la calidad defensiva necesaria para la Champions. Hace años que el Bayern adolece de centrales de calidad, donde Boateng, Benatia o Hümmels están muy lejos del nivel que hay que exigir en un conjunto como el Bayern. El hecho de que hasta Javi Martínez juegue ahí da muestras de la debilidad defensiva del conjunto de Ancelotti. El nivel de la defensa dista mucho de la calidad del resto de líneas y eso es un déficit que no subsana el equipo de Rummenigge desde hace más de un lustro y que está haciendo que año tras año el Bayern naufrague y decepcione en Champions.