La Copa Confederaciones ha dejado dos cosas muy claras. Chile no sabe marcar goles en la Finales (esta es la tercera consecutiva que se queda a cero en los últimos tres veranos) y que Alemania, lleve el plan A, B o Z va a ser competitiva y es seria candidata al título cada vez que participa en un torneo. Ayer volvió a demostrarlo en un partido muy sufrido que se resolvió por un error propio de Chile que acabó por condenarlos pese a haber sido superiores en la primera parte.
Draxler acabó como mejor jugador del torneo, con Timo Werner, una de las grandes revelaciones del Leipzig y de la Bundesliga, como bota de Oro. Joackim Löw con este triunfo unido al de la sub 21 ante España del pasado viernes dispone de una lista de más de 50 jugadores aptos para dar un gran nivel para el mundial de Rusia convirtiéndose ya desde este momento en la máxima favorita para el torneo.
Ahora el único problema que se vislumbra para la mannschaft es la maldición que trae ganar la copa Confederaciones. Nadie que la haya ganado al verano siguiente ha sido campeona del mundo y eso es algo que los de Löw quieren cambiar. De momento Alemania sigue dominando tras su victoria en Brasil y no tiene pensado dejar de hacerlo a corto plazo al menos.