Soy un enamorado de Saúl Ñíguez y, aunque está pasando un gran bache de juego y rendimiento. Ya desde el año pasado el jugador ilicitano está muy lejos del nivel mostrado y al que tiene acostumbrado a todo el mundo. Un jugador todo terreno capaz de tapar huecos en defensa y llegar de segunda línea como nadie con buen disparo lejano y gran capacidad de juego aéreo. Además tiene la virtud de los elegidos de aparecer en los momentos clave y de sólo marcar goles de bella factura, deleitándonos con una obra de arte cada vez que perfora la red contraria. Pues bien, tras mucho tiempo al máximo nivel, rechazando ofertas millonarias, y firmando una renovación que le vincula con el club de su vida casi hasta su retirada, le están lloviendo críticas y palos desde su propia parroquia algo inadmisible y que pone de manifiesto lo efímero de la memoria en el aficionado medio.
Saúl es un jugador que casi pierde un riñón pro su club, jugando durante meses con un catéter interno y orinando sangre tras cada partido. Es un jugador por el que cuando cada verano los clubes más grandes de Europa han venido por él, les ha cerrado la puerta sin miramientos, se ha convertido en el tercer capitán del equipo con esfuerzo y sacrificio abriéndose hueco desde la cantera, y durante tiempo ha sido el que ha sostenido al equipo en el centro del campo. Ha anotado goles clave para el club y siempre ha representado los valores de los rojiblancos como el que más (salvo esa patada desafortunada de este Martes en Mallorca fruto de la frustración acumulada, aunque no es excusa) y nunca ha levantado una sola voz.
Ahora se encuentra con que la situación es a la inversa, el que necesita apoyo es él y la afición no se lo da, una situación absurda. La afición duda de su jugador, muchas son las voces que hablan de su venta cuando en el mercado no hay jugador tan completo como él. Tiene 26 años, y recuperará el nivel mas pronto que tarde, y entonces si decidiera marcharse se la tacharía de traidor por esos aficionados que ahora desean su venta y que no juegue más con el equipo. Saúl jamás va a decir nada en contra de su afición, es un jugaddor con valores y elegante, que lo único que necesita es un verano con descanso ya que ha encadenado Mundiales, Sub 21 y el verano más raro de todos este último sin descanso alguno, siendo en los últimos tres años el jugador más utilizado por su técnico junto a Oblak. Este años encima se ha juntado una lesión que le ha tenido apartado cinco partidos y todavía está intentando recuperar el nivel. Es verdad que no está en su mejor nivel, pero en el derbi yo eché de menos su presencia en el centro del campo en vez de Héctor Herrera, con un Atlético desnortado desde el inicio su empuje y recorrido habría tapado muchas carencias del equipo en ese partido.
Sé que va a volver a ser es jugador único con calidad, recorrido disparo y poderío aéreo. Un jugador que si tuviera un nombre extranjero tendría mucho más reconocimiento, pero que ha preferido ganar poco con el club de su vida que mucho en otros clubes, a diferencia de otros jugadores rojiblancos, y la afición no está siendo capaz de verlo. En las buenas es muy fácil apoyar, es en las malas donde de verdad se ve quién está contigo y desgraciadamente ahora en el Atlético son pocos. Ya los pondrá en su sitio como tantas otras veces. Fuerza Saúl.