16 años después el Athletic vuelve a particpar en el mejor torneo continental. Mucho tiempo ha pasado desde su última participación , pero su filososfía no ha cambiado en absoluto. Debe ser un orgullo poder decir que todos los jugadores de tu plantilla han pasado por las categorías de Lezama , se han hecho hombres y han dado una de las mayores alegrías a la afición de los últimos años.
Ni la fuga de sus estrellas que le hicieron llegar a aquella final en Bucarest de la Europa League allá por el 2012 , ni el poderoso rival que tenían enfrente han podido con un equipo que a coraje no le gana nadie. Si a esto le sumamos el majestuoso nuevo estadio que han construido se une un equipo que va a ser muy difícil de batir en su casa , donde ya el año pasado sin estar terminado sólo el Atlético de los tres grandes pudo ganar allí. Ahora con el estadio finalizado la grada suena como en ningún otro campo.
En el partido frente al Nápoles se vieron todas las características que han hecho de este Athletic un equipo temible en casa. Un equipo que sabe sacar el balón en largo de manera sublime con la conexión Laporte (ojo a este jovencísimo central que no tardaremos en verle en algún club grande 9 y un Aritz Aduriz (que nos deleita con un juego aéreo digno de los mejores arietes de San Mamés) , un Iker Muniain que si este año las lesiones le respetan va a dar muchísimo que hablar y un Mikel Rico que ha empezado la temporada como la acabó el año pasado de manera sublime. En cuanto coja ritmo Susaeta y entre más en la dinámica de juego Beñat este equipo puede dar muchas alegrías a una hinchada que siempre ha estado con el equipo y que disfruta ahora de buenos momentos.
Mención especial para un entrenador que se ha caracterizado por hacer que sus equipos jueguen muy bien al fútbol y que allá donde ha ido ha dejado su huella. Se trata del chingurri Valverde que ya este verano sonó para el Barcelona pero que ha traído nuevos aires a Bilbao tras el descalabro del proyecto Bielsa de hace dos años. Bravo y gora Athletic