Leonel Messi dejó ayer tirado al Fútbol Club Barcelona cuando se iba a rubricar la firma que le iba a unir de nuevo al conjunto blaugrana para sorpresa de todos. El Barcelona en un ridículo comunicado intentó justificar que el problema eran los presupuestos que imponía la Liga, pero nada más lejos de la realidad, en el último momento Messi no vio claro renovar y Laporta cansado de tantos tiras y aflojas decidió romper la negociación y que el jugador pudiera ser libre y vestir una camiseta que no fuera al del Barcelona por primera vez en su carrera.
Esta noticia no tiene que ser del todo mala para el conjunto blaugrana, que Messi es el mejor está claro, pero sus prestaciones en el campo a cambio de las pretensiones económicas exigidas no correspondían, y su influencia estaba provocando que otros jugadores no dieran su mejor versión al verse desplazados a otras posiciones. Pero la historia se repite una vez más, en vez de dar la cara, realizar declaraciones dejando claro su postura Messi siempre opta por que otros den la cara, y el club le proteja de nuevo con un comunicado que no se creen ni ellos mismos.
Y ahora las posibilidades del argentino se reducen básicamente a tres, el PSG y el Manchester City como únicos equipos capaces de afrontar las pretensiones del rosarino en Europa, y la MLS algo poco probable a estas alturas de la carrera del futbolista que acabará allí, pero no todavía. Veremos dónde decide recalar porque trastocará todas las planificaciones de los grandes equipos y puede provocar un efecto dominó. Y yo no descartaría al Chelsea como outsider en la pelea por hacerse con Messi tras estar en negociaciones por Lukaku.