El Chelsea sigue instalado en su pesadilla particular de la temporada pasada en este nuevo inicio de Premier League. Al empate de la primera jornada en Anfield con buenas sensaciones, le ha llegado la primera y dolora derrota del curso, ante sus vecinos del West Ham, y con un rival con un jugador menos más de media hora. Todo lo que podía salir mal salió mal para los londinenses. Un penalti errado por Enzo Fernández, un horroroso debut de Moisés Cicedo en la segunda parte, autor del penalti que sentenció el partido para los de David Moyes, y una sensación que ya se ha dado durante la pretemporada y en Anfield, y es la falta absoluta de gol de un equipo que genera, crea ocasiones, pero no las materializa, con la figura de Mudryk como especial cara de la falta de gol en este inicio de temporada.
Pochettino abandonó incrédulo el London Stadium, contrariado por otro partido que se le escapa a su equipo y que o empieza a carburar o corre serio peligro de colapsar de nuevo y entrar en una temporada autodestructiva como la anterior. La sensación ahora es distinta a la del año pasado, donde los últimos partidos fueron una tortura para los londinenses, pero los resultados no acompañan, y las descomunales inversiones realizadas por algunos jugadores están metiendo una presión muy excesiva para un equipo que es demasiado joven en todas las líneas para ser capaz de revertir una situación así. Sólo Thiago Silva superaba la treintena y la gran mayoría del once titular no superaba los 25 años.
Mientras el mercado siga abierto el Chelsea seguirá siendo una amenaza, la necesidad de un 9 de garantías, ese bien tan preciado en este mercado, está más difícil que nunca y según lo pagado por Caicedo el fichaje que se acometa no a a bajar de las tres cifras. Boely no parece convencido del todo con la plantilla y parece que intentará dar a Pochettino lo que necesita. veremos si es el impulso necesario o si tendrá que afrontar la temporada con toda la responsabilidad en Nicola Jackson como 9 titular de este equipo.