El Real Madrid cerró con victoria su jornada liguera en su estadio ante la U.D Las Palmas, en una buena primera parte que dejó patente un problema que puede hacer que su temporada se que lejos de las expectativas. La puntería mostrada por la delantera blanca dejó mucho que desear, se contaron infinidad de ocasiones claras en la portería de los isleños, que el Madrid no supo convertir hasta la última acción de la primera parte. En especial Joselu estuvo muy desafortunado de cara a puerta, con signos evidentes de desesperación tras fallos claros y disparos al muñeco en hasta tres mano a mano contabilizados para el gallego.
Brahim, el único rayo de luz en el naufragio del Metropolitano, fue el más destacado del equipo anoche de nuevo y marcó el tanto de la calma. Una buena acción que allanó un partido que de seguir con el empate a 0 en el marcador iba a traer consigo un run run que se estaba empezando a formar ya en el estadio. El partido finalmente se pudo subsanar, pero la evidencia en los últimos partidos (Union Berlín incluido) es que la falta de un 9 de talla mundial puede dejar al Real Madrid muy cojo en los partidos importantes y de ocasiones más escasas.
No es la primera vez que surge este debate, pero Ancelotti lo zanjó rápidamente diciendo que el mercado estaba cerrado y que este año con el dibujo del rombo para favorecer a Bellingham era suficiente la plantilla que tenía. Pero el trasfondo de la marcha de Benzema y que las figuras de Vinicius y Rodrygo no son delanteros puros van a dejar esa duda constantemente durante toda la temporada, y más con la sequía que está atravesando el 11, que lleva varios partidos consecutivos sin ver puerta y solo ha anotado un gol en lo que llevamos de temporada.