El Barcelona dio un paso importante para la clasificación a semifinales de la Champions League de este año con una meritoria victoria en el parque de los príncipes. Un resultado para afrontar la vuelta con muchas mas garantías. Pero la eliminación del valor doble de los goles fuera de casa hace que el resultado sea engañoso, un solo gol del PSG manda el partido a la prórroga, y viene herido tras una decepcionante ida en su estadio.
Mbappé además ha sufrido duras críticas y querrá resarcirse en un estadio donde ya anotó un hat trick en su única visita, y sabedor que puede ser su último partido europeo con el equipo parisino. El resultado de la ida además es un poco engañoso, pese a la superioridad blaugrana el PSG con empate en el marcador dio dos veces al palo, pudiendo cambiar completamente el resultado, y unido a fallos claros de Donnarumma (sobre todo en el tercer gol), hicieron posible la victoria de los de Xavi.
Y el mayor error que puede cometer el Barcelona es creerse superior, creer que la victoria de la ida supone ventaja en la vuelta, y que el equipo es superior al de Luis Enrique. Sacar pecho tras la victoria no ayuda, y más recordando el historial de remontadas en contra que han sufrido los blaugranas últimamente en la competición, además estar en cuartos por primera vez tras cuatro temporadas, mucho tiempo para un club que quiere alzarse con el trofeo desde 2015. Si controlan el partido y no permiten correr al rival, tendrá mucho ganado, pero que nadie crea que esto está hecho porque se prevé un partido tenso y que se va a decidir por pequeños detalles, y esos pequeños detalles decantaron el duelo a favor de los azulgrana, pero puede que la suerte sea más esquiva esta vez.