El batacazo de ayer del Bayern ayer contra el Oporto no tiene otra explicación que fracaso. Otro más para Guardiola que dominará la liga doméstica pero en Europa no refrenda su supremacía. La de ayer es una más en su lista de fracasos al frente del coloso alemánque veremos si acaban con la poca paciencia que tiene la directiva puesta en él.
Recordemos que el año pasado ya sufrió para eliminar al Manchester United en cuartos depués de que éste se hubiera puesto por delante dos veces en la eliminatoria, tanto en Old Trafford como en el Allianz, que el Real Madrid le apeó de la competición con una superioridad pasmosa infligiéndole además la peor derrota de la historia del club en esta competición en casa con el 4-0 de la vuelta en su propio estadio.
Guardiola se defiende diciendo que sabían cómo jugaba el Barcelona con él al frente y que si le contrató el Bayern fue para jugar así, pero recordemos que el cogió un equipo que había ganado el triplete con Hiddink, con un juego vertiginoso adaptado a los jugadores que tenía, sin experimentos extraños.
Todavía puede remontar la eliminatoria en su estadio pero el ridículo hecho denuevo hace que el proyecto comience a tambalearse y las dudas en torno al técnico español se disparan. Ya el año pasado se vieron tiranteces entre la dirección deportiva del club y entrenador que hacen pensar que un batacazo así acabe con el entrenador español fuera del club germano a final de temporada. Corren tiempos difíciles para Guardiola en Munich.