Que Magic Johnson es el emblema de los Los Angeles Lakers está fuera de toda duda, pero poca gente sabe que fue el destino caprichoso el que hizo que la estrella de la universidad de Michigan acabara vistiendo la casaca púrpura y oro.
Para entender cómo acabo Magic en los Lakers hay que tener en cuenta que estábamos en 1978, las normas de la agencia libre eran distintas a las de ahora, el equipo que perdía a un jugador en la agencia libre tenía que recibir una compensación, y en ese aspecto es fundamental la figura de Gail Goodrich, que se marchó a los Jazz como agente libre recibiendo los angelinos la elección de primera ronda de los de Salt Lake City.
Trece años antes, en 1966, se implantó un sistema para decidir que equipo, de los dos que habían quedado últimos en sus respectivas conferencias, podía elegir primero en el draft. El método escogido era muy simple, rudimentario inclusive, y consistía en lanzar una simple moneda al aire. Cara o cruz. Y allí estaban los Chicago Bulls y Los Angeles Lakers, y la diosa fortuna quiso que saliera cara para los californianos que acabarían eligiendo como número 1 a Magic y el resto ya es historia de sobra conocida.