Parece mentira pero tras las grandes victorias y la ilusión desbordada que está provocando Klopp destacaba que todavía no había ganado en liga en Anfield (lo había hecho en Europa League y copa inglesa), algo que ha subsanado esta tarde de manera poco vistosa pero efectiva.
El partido ha sido para olvidar, quizás incluso su peor partido desde que llegó ( hay que tener en cuenta que su mejor hombre Coutinho no estaba disponible), pero incluso en eso ha cambiado al Liverpool. Este tipo de partido los reds solían perderlos de manera lastimosa, pero el entrenador alemán está consiguiendo enchufar a todo el equipo a la vez que recupera a las grandes figuras lesionadas, hoy han vuelto Henderson y Sturridge, jugadores imprescindibles y que si se mantienen sanos darán otro salto de calidad.
Lo importante es que Klopp sigue a lo suyo llenando de ilusión buen juego y victorias a un equipo que iba otro año más a la deriva con Rodgers y que si en el mercado invernal dan un par de retoques de buen nivel pueden entrar en puestos de Champions fácilmente y quien sabe si en Europa hacer algo grande. Está claro que ahora si en Anfield todo está cobrando sentido y todo empieza desde la primera victoria como local de Klopp.