El Atlético vive unos momentos críticos de cara a esta temporada tras descolgarse de manera alarmante en la liga tras encadenar su tercera derrota consecutiva (algo que no había ocurrido nunca desde que Simeone llegó al conjunto rojiblanco en diciembre de 2011). La alarmante inseguridad defensiva del equipo se ha unido a un atasco severo en la parcela ofensiva que provoca que el conjunto rojiblanco esté a 14 puntos del líder en la liga. Simeone no consigue dar con la tecla, y por más que prueba composiciones, hay un factor común en todos, no se fía de Joao Félix. Para el técnico argentino el nulo trabajo defensivo del portugués pesa mucho a la hora de darle la titularidad en estos momentos.
Muchos claman por la suplencia de Joao, asegurando que es el jugador con más calidad del equipo (algo bastante evidente), pero el jugador portugués no se ha quitado la etiqueta de irregular y de blando en los tres años que lleva en el Atlético. Sus andares siempre trotando, y su actitud desgarbada y poco implicada no ayuda. Sus pinceladas de calidad son siempre con cuentagotas y a la mínima desaparece. Quizás tampoco el fútbol atlético es el que más pueda favorecer su fútbol, pero Griezmann en su momento se adaptó y se convirtió en un futbolista total, codeándose con Messi y Cristiano en el podio del Balón de Oro durante años a las órdenes del Cholo.
Quizás lo mejor para ambas partes es una venta, recuperando la inversión por parte del Atlético, y a un destino donde se pueda sentir más cómodo jugando más ofensivo. Pero en el Atlético no parece que vaya ya a explotar el 7. Son ya tres años en el club y ahora mismo está en el mismo punto que cuando llegó. Suplente, sin la total confianza de su técnico, con ese aúrea de estrellita sin haber demostrado nada todavía, y sin tener dos partidos consecutivos buenos. Podría pensarse que es solo cosa de Simeone, pero como bien recalcó el técnico, en Portugal su situación es la misma o incluso peor (llegó a no ser convocado por Fernando Santos durante un par de parones de selecciones), por lo que no es algo que sólo vea el argentino. Situación complicada que enrarece aún más el ambiente en un Atlético donde sólo se necesita a gente implicada, y Joao no parece estarlo.