La NBA siempre se ha caracterizado por intentar dejar una imagen impoluta ante el aficionado. Cada vez que ha habido algún conflicto ha actuado con mano de hierro para cortarlo de raíz, obligando incluso a vender a un dueño del equipo la franquicia incluso (caso de Donald Sterling en los Clippers y el más que posible ahora con Robert Sarver y los Suns). Su cruzada ante la vestimenta estilo gángster que tan de moda puso Allen Iverson a comienzos del siglo XXI también le llevó a imponer gran cantidad de multas y cambiar el estilo y actitud de los jugadores para limpiar la imagen que estaban generando. Casi siempre fueron acertadas, también se ha equivocado alguna vez, muy pocas, como ha quedado demostrado en el fantásticos documental de Netflix Malice at the Palace, donde se desgrana la ya más que famosa pelea entre Pistons y Pacers en Detroit.
También la apertura de la NBA hacia el exterior, que tan bien le ha sentado a la liga (lo últimos tres MVPs de las liga son nacidos en Europa) ha sido un gran acierto. Y ya que va de MVPs la cosa, hay que analizar la sanción por la demencial acción de Jokic anoche ante Marquieff Morris, en un partido sentenciado a favor de los Nuggets, sacando lo peor del pívot. Su brutal agresión sin sentido y con el rival de espaldas y a traición sólo se ha sancionado con un partido para el serbio, cuando debería haber sido una sanción mucho más disciplinaria. No quiero entrar en estilos fuera de la cancha o actitudes, pero en estos casos las sanciones deberían de ser las mismas para todos. Seguramente los megacontratos televisivos habrán influido en la decisión de un Adam Silver que parece estar dando mucha prioridad a los contratos monetarios y al rendimiento económico por encima de códigos de conducta. Espero que sea sólo un desliz esta sanción a Jokic y a partir de ahora se trate a todos los jugadores por igual, porque no creo que en este caso haya habido ningún tipo de igualdad. Y como a parte espero que se tome medidas con la actitud hooligan de los hermanos del pivot presentes en la cancha y que ya han afirmado haber comprado entradas para el partido en Miami para calentar aún más al ambiente.