El Barcelona afronta el partido más importante del año hasta ahora son margen de error y con una plantilla plagada de bajas fundamentales y sin un inquilino ratificado en el banquillo para dirigir el partido. Es el cúlmen al despropósito en el que se ha convertido el Barcelona desde el año pasado. Las bajas confirmadas que dejó la última jornada de liga (Agüero y Piqué) unidas a las confirmadas de Pedri, y aunque en la convocatoria pero más como apoyo moral que para jugar de Dembélé y Ansu Fati, afronta Sergi un partido clave para la subsistencia del club de cara al futuro. Su clasificación a octavos de la Champions se antoja decisiva para la viabilidad del club que necesita los ingresos de 20 millones por la clasifcaición del equipo de manera inminente.
Esto añade más presión a un equipo que hay que recordar que en los últimos tres partidos sólo ha sacado un punto de 9 posibles en liga, y que de tres partidos en Champions ha sido goleado en dos y su única victoria fue en la última jornada ante el Dynamo en el Camp Nou y por un gol a cero. El partido en Ucrania de esta noche va a ser más complicado de lo que se espera, el Benfica ya empató en la primera jornada en tierras ucranianas y el Dynamo lega como líder de su liga por delante del Shaktar y cuenta en el banquillo con un viejo zorro como Lucescu. Puede ser la mayor debacle del Barcelona desde la época de Gaspart en la presidencia y lo que es más preocupante, puede dejar definitivamente al Barcelona en quiebra total.