Muchas son las voces indignadas ahora con el PSG por sus sonados fichajes y la constelación de estrellas que han formado, pero ninguna de esas voces la levantó cuando Madrid y Barcelona fichaban a golpe de talonario los mejores de cada liga extranjera para juntar super potencias dominadoras. El verano más excesivo que recuerdo fue el de la vuelta de Florentino al Madrid, con los fichajes en el mismo verano de Cristiano Ronaldo, Kaká, Benzema, Xabi Alonso, Carvalho o Arbeloa. Ahí nadie se quejaba de fair play financiero, ni de poderío financiero ni de injusticias. Pero ahora que lo sufren en sus carnes son muchos los ofendidos e indignados.
El Barcelona tampoco se queda atrás, con el fichaje de Neymar como punta de lanza (que a día de hoy sigue sin ser claro cuánto costó), pero se une a los de Fábregas, Alexis, Ibrahimovic o incluso el propio Luis Suárez. Dispendios económicos, fichajes de estrellas a golpe de talonario pese a la oposición de los clubes que nada pudieron hacer ante esto. Pero ahora la situación ha cambiado, las grandes fortunas e incluso estados han adquirido clubes de fútbol y es imposible luchar ante eso, y como ahora hay otro pez más gordo pues empieza la llorera y se llega a hablar hasta de injusticia.
Hay que ser coherentes con lo que se ha vivido, sabiendo que ha habido un cambio de ciclo con la llegada de magnates a las presidencias de los clubes, y esto está provocando que clubes que no han ganado nada y con poca historia ahora dominen el fútbol mundial, hay que recordar que la última final de la Champions era entre Chelsea y Manchester City. Se tendrá que buscar una solución intermedia que favorezca a todos los clubes y beneficie al aficionado, pero la Superliga, donde otra vez los beneficiados iban a ser los mismos de siempre hace que la postura sea de nuevo en su contra e incluso haya cierta alegría por ver cómo se les ha dado la vuelta a la situación que tanto abusaron de ella cuando pudieron.