Increible la relación de este equipo con esta competición. Ayer volvió a demostrar que en esta competición no hay rival. Y eso que la final empezó mal, con el Dnipro adelantándose antes de lso diez minutos. Nunca se había visto en una final con el marcador en contra, pero el equipo demostró su carácter y en treinta minutos mágico consiguió darle la vuelta al marcador, lástima que todo el trabajo se viniera abajo los ultimos siete minutos y se fuese empatado al descanso.
La segunda parte el Dnipro notó el cansancio del Sevilla y apretón un poco más pero cada vez que el Sevilla tocaba el balón se olía el peligro, sobre todo cuando Banega entraba en contacto con él. Mención aprate el partidazo de M´Bia y Krychowiak que se comieron todo el centro del campo del equipo ucraniano y cada córner eran un dolor de cabeza. Un momento clave de la eliminatoria fue el cambio de Reyes por Koke, todos esperábamos que cdambiara a Vitolo que llegaba muy justito al partido, pero Emery confiaba en lo quer podía dar el canario, y éste se lo agradeció y de que manera.
Cuando todo parecía avocado al empate salvo error, un cúmulo de rebotes cerca de la frontal del Dnipro hicieron que le llegara el balón a Vitolo que, tras un toque sutil, le puso un balón perfecto que Bacca, uno de los héroes de la noche, mandara al fondo de la red.
El equipo hispalense volvía proclamrse bicampeón dos años seguidos de la Uefa y conseguía el tan ansiado billete para la Champions del año que viene. Merecido premio para una temporada fantástica, pero ahora solo cabe pensar si se mantendrá el proyecto o se venderá a las principales figuras.Mientras tanto que les quiten lo bailado. Felicidades Sevilla