Como si se tratara de un dejavu, el Sevilla y En Nesyri volvieron a revivir una noche de pesadilla europea en una Supercopa de Europa. Esta vez Atenas fue testigo de como el Sevilla con todo a favor y con posibilidad real de ganarla, fallaba ocasiones muy claras, en especial su delantero, para morir en la orilla en su sexta derrota en siete ocasiones de este torneo. Como ya ocurriera hace dos años con el Bayern de Munich, En Nesyri tuvo un mano a mano clarísimo que estrelló en los pies de Ederson, con una definición que dejó mucho que desear y que hubiera sentenciado un partido que tenían donde querían los hispalenses.
Luego la tanda de penaltis tampoco ayudó a los de Mendilibar, que erraron el último lanzamiento, que luego el propio Mendi reconocería que su cambio de Suso fue un claro error ya que lo metió para el penalti y no quiso tirarlo. También quedó el sabor amargo del que puede ser el último partido de Bono con el Sevilla. El portero quedó desolado hundido y solo en el centro del campo, masticando todavía la tanda, donde no paró ninguno, y se le escapó el penalti de Walker por unos milímetros.
El poso que queda es de decepción, tras haber tenido al City sometido y dominado, pero los brotes verdes son evidentes, aunque el mercado sigue abierto y la salida prácticamente confirmada de Bono puede que no sea la última. Acuña está siendo tentado por el Aston Villa, y puede que algún jugador mas salga del equipo. Con esta situación, la paliza física realizada y la derrota de la primera jornada al Sevilla le va a tocar hacer mucha terapia antes de afrontar la nueva jornada liguera donde una nueva derrota en Mendizorroza le puede dejar muy tocado y rescatar los fantasmas del descenso del año pasado. Momento muy peligroso pese a haber estado muy cerca de realizar una machada histórica.