Después de la exhibición de fútbol total que desplegó el Liverpool anoche, en especial en la primera parte, ante el Manchester City, todos esperábamos con impaciencia las declaraciones de un Guardiola que se vio superado en todo de nuevo por Klopp. Y otra vez más el de santpedor buscó excusas sin fundamento para justificar su pobre planteamiento y su más que discutible decisión de introducir a Laporte y jugar con doble pivote.
En rueda de prensa comentó que el Liverpool llegó tres veces y anotó tres goles, cuando en la primera parte la goleada pudo ser escandalosa, las llegadas del Liverpool se repetían sin cesar y ya en la segunda parte y con la lesión de Salah, jugó con el resultado favorable. Para Guardiola lo más importante fue que su equipo tuvo la posesión, aunque su equipo no disparar ni una sola vez a puerta en los noventa minutos, para él marcar es lo de menos, lo importantes es tener el balón, aunque sean posesiones eternas y sin peligro.
Klopp, volvió a plantearle un partido de alto voltaje, con una presión arriba asfixiante, y con una intensidad que hace tiempo no se veía en Anfield, para ir ya tres a cero antes de la media hora de juego. Un auténtico baño de juego y fútbol que Guardiola, con el mayor presupuesto jamás visto en una plantilla de fútbol, no supo contrarrestar lo más mínimo. Cierto es también que una de las últimas jugadas fue un gol dudosamente anulado a un Gabriel Jesús al que el partido le vino excesivamente grande. Otro nuevo patinazo en partido importante de Champiosn para Guardiola, que sigue sin dar con la tecla cuando no cuenta con Leo Messi en sus filas.