Suicidio previsible

La nueva remontada agónica del Real Madrid en el Etihad una vez más al Manchester City, no debe empañar lo que fue un planteamiento suicida por parte de Guardiola, en el que solo la mala definición del ataque del Real Madrid, y la mala fortuna hicieron que los citizens se pusieran hasta dos veces por delante en el marcador. Una utopía, que incluso de haberse dado así no hubiera cambiado el papel de favorito del Real Madrid en esta eliminatoria.

El de Santpedor, experto en realizar intervenciones en los días importantes, jugó con toda la vieja guardia, dejó a Foden en el banquillo, y metió a Grealish como titular después de muchos meses. Pero no solo eso, sino que decidió jugar al Real Madrid con solo Stones de medio centro puro, lo que provocó infinidad de ataques vertiginosos de un Madrid que se siente como pez en el agua en esas situaciones, y que tuvo tres muy claras antes del primer gol skyblue. Un equipo sobrepasado en lo físico, y que salvo un pequeño tramo metió al Madrid en su campo, pero sin ocasiones especialmente claras.

Solo fue cuando con el empate blanco, se decidió (ya tarde) de meter a Kovacic. A partir de ahí el partido se quedó en equilibrio, que se rompió con un reglo de Ceballos a Foden en forma de penalti. Y ni con esas supieron aguantar el resultado los últimos diez minutos de partido. Un mal endémico del equipo este año que ha sufrido numerosos varapalos en los minutos finales y que sigue sin saber manejar los partidos. Regaló el partido y con ello la eliminatoria en los últimos minutos tras un mal planteamiento de Guardiola.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *