Otro partido más en el que se deja puntos el equipo de Simeone y ya van 19 de los 30 posibles ante los rivales que ocupan las cinco últimas posiciones del campeonato, un dato sonrojante que deja en evidencia las carencias de un equipo que claramente ha naufragado estrepitosamente en el campeonato liguero y que lucha jornada tras jornada por complicarse a sí mismo el acceso a la Champions del año que viene sin remedio alguno. Ayer como ante Levante o Mallorca no supo ni someter ni siquiera lastimar al rival. Ni un solo gol en ambos partidos (y con el de ayer es el cuarto partido de los últimos 5 del equipo sin anotar) y lo peor, la sensación de inoperancia en ataque que flota en el ambiente, y que hizo que salvo un disparo de Cunha al palo a quemarropa, no generara una sola ocasión clara ni acercamiento de verdad en los últimos veinte minutos de partido. Es la misma piedra otra vez, venían advertidos de los resultados anteriores ante este tipo de equipo y con el partido del Espanyol, que se solucionó con un gol en el descuento (y ya van cinco partidos este años solucionados así), todavía flotando en el ambiente. Ni por esas, ni el cambio de entrenador en el Granada, que debutaba Karanka con un solo entrenamiento en su haber con el equipo, ni la pequeña revolución en el once que montaba Simeone sirvieron para espolear a un equipo que están entrando de nuevo en la mala dinámica que le ha condenado toda la temporada y que con el famoso pacto de la liga de 14 parecía se había dejado atrás. Es momento de apretar dientes, sacar el objetivo de entrar entre los cuatro primeros y una vez concluya la temporada habrá que hacer balance y ver si hay mimbres y si el equipo va en la dirección adecuada o es el momento de hacer un cambio.