Malo, malo el partido del Atlético anoche. Un despropósito que pudo ser peor si el árbitro del encuentro no se equivoca y señala penalti a favor del Qarabag en la jugada que supuso la expulsión de Ndlovu (es cierto que posteriormente hubo otro a Torres no señalado también). La alineación no convencía desde el comienzo y los jugadores dieron la razón a los excépticos y realizaron otro partido para el olvido y que en algunos casos debe suponer el fin de su carrera como rojiblancos. Especialmente sangrante es el caso de Kevin Gameiro.
Gameiro llegó el verano pasado al atlético como delantero estrella a cambio de 35 millones de euros al Sevilla. El delantero francés venía de una gran temporada pero pronto se vio que no iba a adaptarse bien. Ya en los primeros partidos (pese a anotar de penalti en la primera jornada liguera) no estuvo afortunado con el gol yu pronto se vio relegado al banquillo merced a Fernando Torres. El galo es cierto que era el titular en los partidos importantes, pero no acumulaba dos titularidades consecutivas prácticamente. Y tras un año flojo llegó el conflicto en el verano.
El jugador se marchó de vacaciones con dolencias en el pubis y a su vuelta a los entrenamientos decidió operarse, perdiéndose toda la pretemporada del equipo y el inicio de la liga. Una decisión que no agradó ni a Simeone ni a la directiva que tomaron buena nota de ello. Y así hasta ayer Gameiro llevaba acumulados algo mçás de 20 minutos repartidos entre el partido del Sevilla y del Valencia. Y ayer se le vio de nuevo indolente, apático, poco participativo, y con una desidia que un suplente que quiere revertir su situación no debería tener. Creo que serán los últimos minutos de Gameiro con la rojiblanca , al que el Atlético invitará a salir del equipo este mercado invernal.