Eden Hazard vuelve a ser protagonista y no precisamente por lo que hace dentro del terren o de juego sino por lo que hace fuera de él. Está en ese peligroso momento de convertirse en un fracaso de fichaje o ser capaz de demostrar el crack mundial que era en el Chelsa y que era sobradamente el mejor jugador de la Premier League. Pero desde su llegada a Madrid sus lesiones, sus malos hábitos en periodos vacacionales que le han causado evidentes estados fuera de forma, unidos a la grave lesión de tobillo sufrida han hecho que no haya podio rendir a buen nivel ningún partido en su primer año.
Pero el segundo va camino de lo mismo ya que tras resentirse de sus problemas, cuando parecía que podía reaparecer y entrar en la lista ante el Valladolid volvió a saltar la noticia de una nueva lesión muscular que le tendrá apartado un mes de la competición, y con lo que le cuesta al belga recuperar forma veremos el tiempo que le lleva. Lo que está claro es que la ilusión que generó su fichaje el año pasado se está consumiendo a marchas forzadas para convertirse en una rémora de dudas y escepticismo, y las comparativas con los casos recientes de Bale y Kaká comienzan a ser cada vez más habituales.
El caso es que Hazard cuenta con la total confianza de Zidane que sabe de la capacidad del extremo, pero también esa confianza la llevó casi hasta la obcecación en el partido ante el Manchester City en la Champions donde se vio que el jugador no estaba y le mantuvo hasta más del minuto 80. Puede que esta sea la última reválida para Eden y él debe ser consciente, ya que el Real Madrid no espera a nadie, por mucho que haya costado su fichaje ni las expectativas creadas en su contratación. Debería tenerlo en cuenta Hazard.⅕