Intenso derbi el que se vivió el sábado en el Santiago Bernabéu, con más intensidad y emoción que ocasiones, pero que dejó patente la buena salud de los equipos de la capital actualmente, que hacen que sea el mejor derbi del mundo actualmente. Partido muy serio por ambas partes, con un Madrid de menos a mas, y con un Atlético con el plan claro desde el principio que supo sobrevivir a los diez minutos de arrebato mortal del Madrid tras el gol de Mbappé (antes Julián Álvarez había adelantado a los colchoneros con un penalti a lo panenka de clase mundial ante Courtois). Ambos tuvieron opciones de llevarse la victoria en un derbi muy igualado, que se acabó resolviendo con reparto de puntos que no dejó contento a ninguno.
Pero si alguien se tiene que sentir perjudicado de la actuación arbitral tras toda la polémica generada durante la semana es el Atlético. La entrada de Ceballos es una roja de manual no señalada que no deja lugar a dudas. Se debió cobrar y el Madrid debió jugar desde el minuto 25 con un jugador menos. Y la otra posible polémica, el penalti señalado, es un penalti inocente y absurdo por parte de Tchouámeni, pero penalti al fin y al cabo, por lo que no se entiende la polémica generada alrededor de esta decisión (que minutos antes se había pitado igual en el partido del Athletic ante el Girona y hubo unanimidad, y semanas atrás, uno a favor del Madrid idéntico que no generó duda alguna tampoco).
Pero no contentos con esto, el Madrid volvió a poner la maquinaria a funcionar a través de su televisión para incendiar y confundir de nuevo, cambiando el relato de una actuación a su favor, a venderse como las víctimas de un relato que ya nadie cree. Siguen con su campaña en contra de los árbitros, sintiéndose desfavorecidos sin motivos y sin argumentos, que siguen manchando la reputación de un club que hace tiempo que dejó de estar por encima de estos temas, y que ha decidido crear un clima enrarecido en torno a todo lo que juega para favorecerse. Se ayuda de los periódicos afines para intentar difundir su mensaje que ya no cala en nadie que no sea un fanático cegado del club y está creando un odio visceral en el resto de participantes contra el club.