El fin de semana de fútbol ha dejado una cosa clara en la capital, Madrid y Atlético no juegan a nada. Pese a que el Madrid empezó ganando su conservadurismo, que ya le costó la victoria en el Calderón, volvió a ser patente y permitió que el Sevilla se creciera hasta tal punto de marcarle tres goles y bailarle toda la segunda parte. En el Atlético sin embargo el problema es la falta de gol unida a la nula capacidad de generar juego. La llegada de Jackson no ha aportado nada al juego y tampoco está demostrando ser un delantero de área.
En el Madrid además al acabar con derrota las sensaciones fueron muy malas, las caras de los futbolistas eran un poema y encima el partido deja varios temas en el aire como la relación de Benítez con algunos pesos pesados del vestuario (Sergio Ramos y Cristiano no parecen muy contentos con el técnico), la situación de James al que no parece que le sentara bien la suplencia tras estar dos semanas con el alta ya, y la lesión de Ramos que probablemente le aparte del clásico donde Benítez puede jugarse todo su crédito con la grada madridista.
En el Atlético el problema que arrastra de la falta de juego y gol no es nuevo, pero tras los empates ante Deportivo y Astana se ha hecho más que evidente que el equipo no tiene estilo definido ni ideas claras arriba, donde la irrupción de Carrasco como el mejor de los últimos partidos no le ha servido de mucho al equipo, y lo más preocupante en el último partido ya hubo pitada al Cholo por alguna decisión, algo impensable hace poco tiempo.
El fin de semana deja tocados a los blancos y al Atlético con un serio aviso de que si quiere seguir aspirando a la liga debe hacer mucho más. Ahora el parón de selecciones les vendrá bien para relajar el ambiente pero en la capital no están muy contentos los hinchas.