El Atlético de Madrid se encuentra en una situación peligrosa respecto a uno de sus centrales de futuro, el uruguayo Jose María Giménez. El central de tan sólo 22 años era una pieza fija en el once de Simeone, compartía zaga con Godín tras la marcha de Miranda al Inter de milán, y parecía el central para la próxima década de los rojiblancos. Pero tres años después está a escasos mes y medio de convertirse en agente libre y poder negociar contrato con cualquier club, además de haber perdido los galones de titular hace ya bastante tiempo en favor del montenegrino Savic.
Lo curioso de todo esto es que Simeone lo ha estado reubicando de medio defensivo como la temporada anterior, o incluso como tercer central en partidos complicados. Lo cierto es que Lucas le ha adelantado en las rotaciones (el francés está a un nivel espectacular y está pidiendo la titularidad a gritos), y Giménez parece a disgusto en el Atlético. En más de una ocasión ha asegurado que de ofrecerle el club un contrato vitalicio lo aceptaría sin dudarlo, por eso sorprende esta situación.
De dejarlo ir, el Atlético perdería un baluarte importante, un jugador moldeado a fuego por el Atlético, y más en particular por Simeone. Además media Europa suspira por sus servicios por lo que no le faltarán pretendientes a partir del 1 de Enero. Desconozco si ha habido algún problema entre Simeone y él, pero el Atlético debe espabilar en renovar a un jugador que es más importante para el equipo de lo que parece, pese a que su importancia en el once se haya resentido en las últimas temporadas.