El regreso a la primera división el año pasado que vivió las Palmas estuvo marcado por un flojo comienzo de competición que hizo que destituyeran a Paco Herrera por Quique Setién convirtiendo éste a los canarios en el equipo revelación de la segunda vuelta, y, este año, ya desde el comienzo ha demostrado que no fue por casualidad. El partido de anoche en Mestalla confirmó a un equipo alegre,de buen trato de balón y que si mantiene la cabeza centrada del siempre volátil Boateng (ayer cuajó un buen partido y marcó un golazo), puede aspirar a entrar incluso en Europa. Mantener en el equipo a Roque Mesa para el centro del campo fue una declaración de intenciones y con Jonathan Viera manteniendo el nivel de la temporada pasada (ayer marcó también) unido al ficahej del croata Livaja que ayer se estrenó con dos goles hacen mirar con optimismo lo que queda de temporada al equipo.
Y no era plaza fácil la de anoche, un Mestalla que estaba expectante de ver como empezaba una nueva temporada tras el desastre de campaña anterior en la que se quedó fuera de Europa y coqueteó muchas jornadas con el descenso, el baile de entrenadores, y los problemas de pretemporada con Parejo (parece que con la titularidad de anoche superados), pero se vieron superados en todo momento por los de Setién, que pese a empezar perdiendo tuvieron personalidad y remontaron hasta el 1-3 y supieron aguantar toda la segunda parte con el 2-3 y terminaron certificando su gran victoria en los últimos minutos, coronando a Setién y a los suyos como un equipo a tener en cuenta y muy agradable de ver.